-La Provincia acaba de anunciar un plan para el desarrollo del agro.
-Es un plan inédito, en el cual hay nueve ministerios, el Banco Provincia y ARBA generando políticas públicas para impulsar la producción agropecuaria, de alimentos y el trabajo para el desarrollo del interior bonaerense. Como siempre dice el Gobernador, la Provincia es agropecuaria e industrial, y necesitamos de las dos cosas. Y necesitamos que en cada distrito haya una mirada integral para superar esa idea de que hay bonaerenses de primera y de segunda, bonaerenses que tienen acceso a todos los servicios y otros que, a veces por estar vinculados a la ruralidad, no tienen ese acceso. Y es un plan que ya está funcionando, no es solo un anuncio. Comprende el arreglo de rutas, caminos rurales, cuencas hídricas, como la del río Salado, y financiamiento, con un rol clave del Bapro para impulsar la producción y el empleo. Además de asistencias específicas para los distintos sectores agropecuarios, con una mirada de productores diferenciados, porque sabemos que los productores medianos y chicos necesitan de un mayor acompañamiento del Estado.
-El mayor reclamo de los productores de la Región es la falta de previsibilidad de las políticas oficiales para el sector.
-Este año el Banco Provincia, a través de Procampo y el financiamiento para la compra de maquinarias, va a estar entregando créditos por 32 mil millones de pesos al sector agropecuario. Volvió el financiamiento al campo. En 2019, el sector tenía tasas del 80, 90 y hasta del ciento por ciento. La reducción de las tasas, el rol del banco, muy activo, para prestarle al sector productivo, modificó eso y es un cambio sustancial. Cuando se habla de previsibilidad hay que considerar muchas variables, y una tiene que ver con el financiamiento, saber que cuando uno termina un ciclo va a poder arrancar con el siguiente. La previsibilidad se construye a partir de un conjunto de acciones y de políticas públicas. Es inédito lo que está haciendo la Provincia en la mejora de los caminos rurales, en cada distrito. La responsabilidad primaria es de los municipios, pero hubo una decisión muy fuerte de financiar materiales para que los municipios puedan realizar determinadas mejoras y se está avanzando. Y eso también es previsibilidad, porque garantiza que, en cualquier situación climática, el camino va a estar funcionando.
-El campo nunca paró, ni siquiera en pandemia.
-Cuando comenzó la pandemia se consideró al sector agropecuario esencial, porque es productor de alimentos, y estuvo garantizada la circulación. Y esto se tradujo en que muchísimos productores no solo produjeron en 2020 lo mismo que en 2019, sino que algunos produjeron más. De hecho, en 2020 tuvimos una producción de trigo récord en la Provincia, en un contexto de muchísima incertidumbre por la pandemia. Y aun así, el productor entendió que iba a poder desplazarse y llevar adelante la producción. La previsibilidad son muchas variables, que se juntan, y hoy los resultados están a la vista.
-¿Qué balance hace del límite a las exportaciones de carne?
-En un marco de pandemia las exportaciones a China habían crecido muchísimo, se generó una medida que, de alguna manera, retrotrajo el nivel de exportaciones a los niveles de 2016, 2017. Para nosotros la clave es impulsar un crecimiento de la producción. Entendemos que la salida a esta dicotomía entre el mercado interno y las exportaciones se resuelve impulsando la producción. Ya veníamos trabajando en un programa de prevención de enfermedades venéreas y creemos que pasa por generar las condiciones de un plan ganadero que permita producir más, porque el mercado chino representa un enorme potencial para la Argentina, sin descuidar el mercado interno. Con el plan de prevención de venéreas calculamos que, si se logra erradicar este problema, podríamos obtener 800 mil terneros más al año en la provincia. Es cuestión de poder articular entre el Estado y el sector privado y orientar en las medidas adecuadas.
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