nacimiento de la hija de pampita
ENTREVISTA CON DEMOCRACIA

Ignacio Pérez Tomasone: “Todo nacimiento es emotivo, pero para Pampita fue muy especial”

El tocoginecólogo nacido y criado en Junín fue el profesional a cargo del seguimiento del embarazo y nacimiento de la hija de “Pampita” Ardohain junto al empresario Roberto García Moritán. El médico contó su experiencia y se refirió a los desafíos por la exposición mediática.

Ignacio Pérez Tomasone (42) nació y se crió en Junín. Luego de terminar los estudios secundarios en el Colegio Marianista se fue a vivir a Buenos Aires, allí estudió Medicina en la UBA y se especializó en Ginecología y Obstetricia en el hospital Piñero de la Ciudad, donde es jefe del servicio en la actualidad. 
En la capital argentina, además de desempeñarse profesionalmente, Ignacio formó una familia con la médica infectóloga Florencia Cahn (42) y tuvieron a sus hijos Joaquín (9) y Clara (6). 
En las últimas semanas, la foto de Ignacio Pérez Tomasone junto a Carolina “Pampita” Ardohain circuló por todos los medios de comunicación de nuestro país, ya que fue el médico responsable del seguimiento del embarazo y nacimiento de Ana, la tan esperada hija de la modelo junto al empresario Roberto García Moritán. 
En diálogo con Democracia, el tocoginecólogo se refirió a su trayectoria profesional, a la cada vez más lejana posibilidad de volver a vivir a su ciudad natal y los desafíos que presentó atender a una de las personas más mediáticas de la Argentina.

-¿Cómo es hoy tu vínculo con Junín, venís seguido?
- Tengo a mis padres Susana y Orlando en Junín, tengo mis vínculos, no voy tan seguido, pero sí para cumpleaños, eventos sociales, fiestas, tengo un grupo de amigos grande y nunca me desvinculé de la ciudad, pero la realidad es que, por el trabajo y mi familia acá en Buenos Aires, cada vez puedo ir menos; de todos modos, entre tres y cuatro veces por año voy. Muchas veces pensé en la posibilidad de volver a vivir a Junín, pero hoy esa posibilidad está cada vez más lejos.

- ¿Cómo fue tu formación profesional en Buenos Aires?
- Me vine a Buenos Aires cuando terminé el secundario en el Colegio Marianista, cursé todo el estudio de Medicina en la Universidad de Buenos Aires y la especialidad de Ginecología y Obstetricia la hice en el hospital Piñero, donde ahora soy Jefe de Unidad en el servicio de Obstetricia. Así que actualmente tengo una actividad en el ámbito público y privado, en consultorios con obras sociales y prepagas, haciendo nacimientos en los distintos sanatorios, hoy centralizo todo en el Otamendi, así que puedo decir que trabajo en los dos polos de la Ciudad. 

- En Instagram compartís muchos nacimientos, ¿cómo surgió la idea de difundir tu trabajo?
- Cuando estaba como coordinador en un centro de fertilidad me pedían muchas notas de prensa para hacer entonces yo después las compartía en Facebook. Con el tiempo fue cambiando y hoy en Instagram no comparto información o distintas cuestiones que pueden pasar en el embarazo, sino que busco mostrar cómo se asiste y acompaña a la familia en el embarazo y el nacimiento. Todo lo que comparto es con consentimiento de la familia, por supuesto. Al principio era algo más informativo, después comencé compartiendo fotos y ahora son más videos que otra cosa.

- ¿Cómo llegó Carolina “Pampita” Ardohain a tu consultorio?
- Carolina llegó por el boca a boca, yo había atendido a algunas conocidas de ella, y lo que Carolina dice es que hizo un “casting” de obstetras y que se quedó con el que más le cerraba por la forma de atención. Me conocía por las redes, por notas que he dado. 

- ¿Qué podés contar de su embarazo y su parto?
- Ella trabajó hasta el último día, hasta la noche en que arrancó con trabajo de parto, esa misma tarde había estado grabando con Tinelli, después fue al consultorio para un control y se fue a la casa. No paró un segundo, es muy enérgica, va para todos lados sin descansar nunca. Tuvo un trabajo de parto de casi diez horas, se hizo como ella quería, tenía una cesárea anterior por lo que no se podía hacer mucho, desde la parte médica, para inducir. Solo esperar a que arranque solo y transcurra. Usó las instalaciones del Sanatorio, hizo hidroterapia, utilizó la pileta no para parir en el agua, sino para calmar los dolores y molestias, para que sea más llevadero. Tuvo el parto vaginal que tanto deseaba después de haber tenido una cesárea. Me había planteado que fuera en silencio, con los tiempos, las luces de determinada manera, son estilos de nacimientos que suelo hacer y todo resultó bien. No puedo decir que haya sido tal cual lo planificado porque en un parto no se pueden planificar mucho las cosas, pero sí dentro de sus deseos para recibir a su hija. 

- ¿La experiencia de Pampita visibiliza la importancia del parto respetado?
- Hoy por hoy a la mujer se la escucha mucho más, se tiene en cuenta su deseo. El término parto respetado es muy amplio, porque muchas veces depende de cómo sea uno, en qué institución trabaje, cómo se desempeñen todos en el equipo. Yo soy muy abierto a escuchar qué tipo de nacimiento quieren para brindar el acompañamiento. Es fundamental el respeto, son ellas las que están embarazadas y van a tener el bebé. 
Carolina dice mucho que pudo tener el parto que deseaba, de ahí a que se pueda cumplir, respetar y que llegue a todos los rincones de Argentina… Hay que ver y estar en cada lugar y momento donde uno trabaja. Uno puede mirar hacia uno mismo y ver la infraestructura y condiciones que tiene como para poder otorgar el parto que quieren. Uno entiende a la mujer, ellas no piden nada exorbitante, solo que se respeten los tiempos del trabajo de parto, que se les explique lo que se va a hacer, que se les anticipe si va a haber intervención médica y por qué, después depende de cada profesional. 
Hay un paradigma que está cambiando, las pacientes quieren tener explicaciones, tener conciencia de cómo se transita el embarazo, conciencia sobre su propio cuerpo y la forma en la que quieren parir. En cuanto a infraestructura, puede haber mujeres que deseen un parto en el agua o varios acompañantes, pero va a depender del lugar o institución para que eso pueda darse o no. Lo mismo ocurre con la epidural: un 95% de mujeres que tienen partos vaginales en sanatorios privados lo hacen con epidural versus menos del 2% que tiene parto en el hospital público que lo hace sin epidural, porque la analgesia, anestesia, queda guardada para una cesárea en el sistema público. Incluso en el Hospital de Junín, todo parto vaginal es sin anestesia y no porque la mujer lo desee. Pasa en muchas ciudades esto. 

- ¿Cómo se manejaron con la grabación del reality de Pampita y la repercusión mediática?
- Fue todo muy cuidado, por suerte no hubo grandes desafíos, Carolina cursó un embarazo de maravillas, sin sobresaltos ni complicaciones. Hubo un diagnóstico inicial de una cuestión particular que nos limitaba la fecha de nacimiento a la semana 40 y no sobrepasar mucho eso. Ella venía al consultorio sin problema, tratábamos de que la sala de espera estuviera lo más vacía posible para que se sintiera cómoda. Al horario que uno le decía ella iba, saludaba a todo el mundo, teníamos que coordinar por todos sus trabajos y mis horarios, pero siempre es un desafío cuando es una persona tan mediática: toda la Argentina estaba esperando este nacimiento, todos pendientes de cuándo nacía y cómo se iba a llamar la gorda. 

- Contaste que el momento del nacimiento de la beba fue muy emocionante.
- Por la historia y sus antecedentes, recibir una hija mujer tiene una connotación especial para Carolina. Todo nacimiento es muy emotivo, para todas las familias, pero para ella fue realmente muy especial. Cuando la gorda tenía medio cuerpito afuera, Carolina la agarró con sus manos, la alzó, la puso sobre su pecho y estaba muy conmocionada, fue un clima de mucha dulzura, tranquilidad, se notaba lo emocionados que estaban ambos y todos en la sala de parto.

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