La Ruta Provincial 46, “detonada” entre Junín y Bragado.
La Ruta Provincial 46, “detonada” entre Junín y Bragado.
UN DÉFICIT HISTÓRICO

Tránsito peligroso: preocupa el estado de las rutas provinciales de la Región

La falta de mantenimiento, bacheo o repavimentación complica la circulación vehicular, un problema no solo para la seguridad vial, sino también para la actividad productiva, ya que estas carreteras atraviesan la zona agrícola ganadera. Reclaman un plan integral.

Escasa o nula señalización, banquinas en mal estado, ondulaciones y pozos en el pavimento son solo algunos de los peligros para el tránsito que están latentes en la mayoría de las rutas provinciales de la Región, según una recorrida y un relevamiento realizado en exclusiva por Democracia. 
Más allá del color político, las fuentes consultadas por este diario coincidieron en que el abandono de estas carreteras no es atribuible a una solo gestión, sino que se trata de un déficit histórico, pero que cada año se cobra de decenas de víctimas fatales en accidentes viales. 
La Ruta Provincial 46, que une Junín con Bragado, presenta –según pudo constatar este diario en una recorrida- tramos con pozos que dificultan la circulación, además de fallas en la demarcación. 
Matilde Calaza, delegada de Morse, afirmó a este diario que las quejas de los vecinos son frecuentes. “El estado es malo, con muchos pozos”, indicó. “Hay huellas en el asfalto, en las cuales se acumula el agua en los días de lluvia y esto provoca muchos despistes de vehículos y accidentes de tránsito”, advirtió. 

En la misma línea, el concejal de la Coalición Cívica de Junín Manuel Llovet afirmó a Democracia que las rutas provinciales, 46, para el lado de Morse, y 65, hacia Agustina, también presentan baches y complicaciones. “Durante la gestión de María Eugenia Vidal se había logrado un bacheo importante entre Junín y Teodelina, pero es cierto que la desidia con respecto a las rutas provinciales es histórica”, admitió.
“Hace falta una repavimentación, sobre todo, porque estas rutas atraviesan la zona agrícola ganadera, el tránsito de camiones es constante y, por ende, hay más roturas en el pavimento”, señaló el edil.  
Y adelantó que trabaja en un pedido de informes en el Concejo Deliberante para reclamar por la repavimentación y mantenimiento de estas carreteras, que en el estado actual, “sin demarcación en muchos tramos y con lagunas cada vez que llueve, generan muchos accidentes”.  
“Desde Morse hasta Bragado está en muy mal estado la ruta, hay zonas detonadas”, afirmó a este diario un comerciante de Bragado, que hace el trayecto hasta Junín para proveerse de algunas mercaderías. Y la misma situación perciben los camioneros consultados, tanto para la Ruta 46, como para la 65, que une Junín con Los Toldos. 

En Rojas y Arenales
La Ruta Provincial 31, entre Rojas y la localidad de Carabelas, permanece en mal estado, según denuncian vecinos, comerciantes y productores de la zona consultados por este diario. Es que si bien se hacen reparaciones, no hay un plan integral y las roturas y pozos que se generan en el pavimento son recurrentes, como así también los accidentes de tránsito. “Es una problemática no resuelta. Y hay que recordar que es la misma ruta –aunque a distinta altura- donde ocurrió el trágico accidente de los Pomar”, contó un periodista local.  
Vecinos de General Arenales consultados por este diario también reclaman hace años la obra de la Ruta Provincial 45, que une Ascensión con Rojas. “Fue presupuestada por varios gobiernos, pero sigue siendo de tierra”, comentó una vecina. “Cuando llueve los camiones y las máquinas la dejan intransitable”, aseguró. 

En Lincoln
En Lincoln, las rutas provinciales más complicadas desde hace años son la 68 y la 50. La RP 68 conduce a Arenaza, Roberts y Pasteur, mientras que la RP 50 conecta con las localidades de El Triunfo, Martínez de Hoz y continúa hasta Carlos Casares. Ambas son rutas que sufren la falta de mantenimiento para el tipo de tráfico que tienen, ya que son las principales vías para el traslado de la producción del distrito. 
De hecho, hay muy poca o nula señalización, banquinas en mal estado, falta de mantenimiento en la limpieza de las banquinas, ondulaciones, pozos y tramos muy complicados que pueden provocar daños o accidentes.  
Este año, el Gobierno bonaerense (como también lo hizo el de Vidal) ordenó licitar y seguir con las obras de “parches”, pero los productores y vecinos aseguran que son pequeños paños que trabajan sobre los sectores más críticos, pero nunca se alcanza una solución integral.  
Otra de las rutas provinciales olvidadas es la que une Martínez de Hoz, Las Toscas y Carlos Salas, son casi 40 kilómetros que se mantienen con personal de Vialidad municipal y algún aporte de maquinaria de la Dirección de Vialidad provincial, indicaron desde el municipio linqueño en diálogo con este diario. 

Chacabuco
Desde el área de Obras Públicas de la municipalidad de Chacabuco señalaron a Democracia que “las rutas provinciales 30, 51 y 191 están en mal estado, necesitan bacheo y hasta repavimentación”. Además, indicaron que falta terminar la Ruta Provincial 30, en el tramo que une Chacabuco con Rojas, una obra licitada durante la gestión de María Eugenia Vidal, que no fue finalizada.

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