La campaña de soja de primera dejó buenos rindes en Junín, pero por debajo del promedio histórico.
La campaña de soja de primera dejó buenos rindes en Junín, pero por debajo del promedio histórico.
CAMPAÑA 2020/21

Buenos rindes para la cosecha de soja en Junín, pero menores a los históricos

La oleaginosa de primera no sufrió tanto el impacto de la falta de lluvias y obtuvo rendimientos de entre 2500 a 3800 kilos por hectárea, mientras que la de segunda alcanzó entre 1000 y 1500 kilos. Hay malestar del sector por la reducción de las exportaciones de carne.

La recién concluida campaña de soja 2020/21 aportará este año al país unos US$ 8000 millones más que en 2020, de mantenerse los precios actuales, según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
En Junín, según los representantes de las principales entidades del campo consultados por Democracia, se registraron buenos rendimientos para la soja de primera, aunque con números inferiores al promedio histórico, mientras que la soja de segunda sufrió con mayor intensidad la escasez de precipitaciones y obtuvo una menor producción. 

Rosana Franco, presidenta de la filial Junín de la Federación Agraria Argentina (FAA), afirmó a Democracia que la cosecha de soja de primera tuvo rindes disparatados, “de 2500 kilos por hectárea a 3800 kilos”. 
La cosecha de soja de segunda –que se lleva a cabo después del trigo- arrojó de 1000 a 1500 kilos por hectárea. “La lluvia fue determinante para que los rindes fueran por debajo de los rindes medios”, consideró la dirigente rural.

Por su parte, Gustavo Frederking, presidente de la Sociedad Rural de Junín (SRJ), afirmó a este diario que “fue una campaña atípica, irregular, sin datos precisos que marquen en toneladas de soja la producción de Junín. El agua fue escasa, pero a la vez en el partido de Junín fue muy variable y, dentro de la escasez, en algunos lugares llegó a llover lo justo, con una napa freática alta, y eso ayudó a que la producción pueda de alguna forma sostenerse”. 
Y el dirigente amplió: “La soja de primera, en general, alcanzó buenos rindes, menores a los históricos, pero no fueron malos. Sí hubo muchas oscilaciones en la soja de segunda, con lotes que rindieron bien, alrededor de 3 mil kilos, pero hubo lotes de 500 o mil kilos, que fueron un fracaso estrepitoso”. 

Rodrigo Esponda, productor y dirigente de la Coalición Cívica, afirmó a Democracia: “La campaña de soja fue sumamente dispar, en Junín fue un poco inferior a la del año pasado, pero hay zonas muy cercanas en las cuales la sequía afectó mucho y los rindes fueron mucho más bajos que en la campaña anterior, sobre todo en la soja de segunda. Por suerte, en Junín fue inferior, pero no tanto como en otros lugares”.     

El precio de los fertilizantes
Con respecto al incremento en dólares de los productos e insumos agropecuarios, Franco afirmó: “Este año va a ser parecido al anterior, con una mayor siembra de trigo y maíz. Quizás se va a reducir la aplicación de fertilizantes, por los excesivos aumentos, que van de entre un 25% y un 30%”.  
Para Frederking, “el aumento de los fertilizantes se está dando en estos días. La lógica indica que si el precio sigue subiendo probablemente lo que disminuya sea la siembra de maíz –porque requiere una mayor inversión que la soja-, porque gran parte del trigo ya está sembrado, con los precios anteriores”. 
En tanto, Esponda afirmó: “Hay una gran preocupación por la falta de certidumbre de las políticas públicas, cambiarias, las políticas de exportación erróneas que maneja el Gobierno permanentemente, con mensajes cambiantes y erráticos, repitiendo errores, con lo cual hay mucha incertidumbre. Por supuesto que se va a volver a sembrar, porque el productor no puede elegir no sembrar un año, porque vive de eso”. 
Y agregó: “Además, los costos se fueron a las nubes. Cuando muchas veces se dice que el campo paga el dólar oficial en los insumos, es cierto, pero también es cierto que lo que valía 4 dólares hoy vale 7, lo que valía 400 hoy vale 800, hay inflación en dólares en los productos agropecuarios, por lo que el costo de producción se elevó muchísimo”. 
“La soja seguramente va a ir a la baja y eso va a generar que los márgenes de equilibrio sean más altos y hay que ver cómo termina cerrando el tema de los alquileres. Por supuesto que se va a sembrar, creo que se va a sembrar más maíz que soja, nuevamente, con lo cual va a haber una mayor diversificación en los cultivos”, señaló. 
“La buena noticia es que lo más impredecible de todo, que es el clima, aparentemente viene bien, con un año estable. No se prevén ni secas ni inundaciones, y eso va a ayudar muchísimo a la producción para que haya mejores rindes y que la Argentina pueda salir adelante”, destacó. 

Malestar y protesta
“Hay mucho malestar en el campo por el cierre de las exportaciones, una medida que el productor considera ridícula, fracasada, mala para todos”, cuestionó Frederking. “Es increíble que tomen esta medida cuando ya se sabe que va a fracasar. Creo que es distraer la atención de la gente”, consideró. 
“En el país subieron todos los precios, no solo la carne. Incluso muchos productos aumentaron anualmente mucho más que el precio de la carne. Esto es querer agigantar la grieta con un argumento falaz, porque acá lo que hay que combatir es la inflación en su conjunto. Cómo van a convocar a un plan ganadero cuando la base, que es que el productor pueda producir, no está. Cortan las exportaciones, y a partir de ese momento el plan no existe, porque la base está rota”, afirmó. 

Y añadió: “Creo que se va a venir una protesta del campo, veremos qué nos van marcando las bases, pero el ánimo es de una protesta fuerte y esta semana va a haber novedades”. 
En la misma línea, Esponda afirmó que “hay motivos para un plan de acción, pero es algo que van a ir definiendo las entidades. El 9 de julio hay una manifestación de la cual el campo va a participar, más allá de no ser el único convocante, por el trabajo, por la posibilidad de ir a la escuela, por la República”.  
Franco reconoció que los productores autoconvocados “están enojados” por el cierre parcial de las exportaciones de carne, pero por el momento no hay una fecha cierta para la protesta de los productores federados. 

Cifras positivas en el país
La recién concluida campaña de soja 2020/21 aportará este año unos US$8000 millones más que en 2020, de mantenerse los precios actuales, según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
De esta forma, los ingresos por exportaciones del complejo sojero sumarían US$ 22.325 millones, con la harina/pellets como el principal producto de exportación, aportando 53% del total, consignó la BCR en su último Panorama de Mercados.
De esta manera, y de mantenerse los precios actuales, el complejo sojero estaría en condiciones de aportar US$ 8025 millones más que lo ingresado en 2020, completó la entidad.
En ese sentido desde la BCR advirtieron que en los últimos días, del 14 de junio al 24, los precios de la soja relevados por la Cámara Arbitral de Cereales de la BCR equivalentes en dólares cayeron 3%.
Por su parte, en su Informe Cierre de Campaña Soja 2020/21 la Bolsa de Cereales de Buenos Aires estimó que la soja generaría exportaciones por US$22.164 millones (con un alza de 38% interanual) y aportaría US$8592 millones en recaudación fiscal (también 38%).
En tanto, la soja es el producto que mayor valor bruto de la producción alcanzaría con US$14.829 millones, agregó el trabajo.
Pese a registrarse una caída en la producción de 7,5% debido a las sequías que afectaron al cultivo, la suba de los precios permite proyectar actualmente un aumento de US$ 3700 millones en el valor bruto de la producción en el ciclo 2020/21 en comparación a la campaña previa, indicó la BCR.
Para la Bolsa de Cereales, "a pesar de la caída de la producción, el Producto Bruto de la Cadena de la Soja alcanzaría US$20.170 millones en el 2021, un 44% por encima del valor del año pasado, gracias al aumento registrado en los precios del cultivo, que superan los máximos de los últimas cinco campañas".

Según la BCR, el sector exportador adquirió 5,3 millones de toneladas de las 5,5 millones proyectadas a exportar en la campaña; y en las ventas externas, se anotaron 2,5 millones de acuerdo a las DJVE, de las cuales ya se han exportado 1,4 millones.
Por el lado de la industria, el sector lleva adquiridas 15,6 millones de toneladas de las 37,5 millones proyectadas a industrializar en el actual ciclo; y ya se procesaron 4,2 millones de la oleaginosa, por encima tanto de lo alcanzado a igual momento del año anterior como del promedio de las últimas cinco campañas.
Aún se encuentran disponibles para comprar 16,6 millones de toneladas, lo que equivale al 37% de la producción.
Considerando que de las 20,9 millones de toneladas ya comercializadas al 47% aún resta fijar precio, del total de la producción de la campaña aún resta ponerle precio a 26,3 millones, 59% del total de grano obtenido en el actual ciclo comercial.
Por su parte, la Bolsa de Cereales y Productos (BCP) de Bahía Blanca estimó que las compras del complejo ascienden a 22,5 millones de toneladas, volumen similar a las del ciclo 2019/20.
En 2020, las exportaciones del complejo ascendieron a US$14.382 millones, 12,7% por debajo de las del año anterior, recordó la entidad bahiense, que añadió que, entre enero y mayo de 2021, se exportó por un valor de US$9305 millones.

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