Como profesora de Ciencias Naturales, Fernanda Pesciallo ejerció en varias escuelas y es docente en Superior.
Como profesora de Ciencias Naturales, Fernanda Pesciallo ejerció en varias escuelas y es docente en Superior.
RECONOCIDA DOCENTE DE NUESTRO MEDIO

Fernanda Pesciallo: La docencia como “la conquista de los y las estudiantes”

Con una dilatada trayectoria, durante 35 años fue profesora de Biología y Educación para la Salud en diferentes colegios. En nivel Superior, da clases en Instituto N°129. Hizo una maestría en Enseñanza de las Ciencias Naturales y apunta a trabajar en investigación.

Para Fernanda Pesciallo la docencia es un camino: una carrera sin un punto de llegada. No hay meta porque no hay lugar donde arribar, sino que se va construyendo y reconstruyendo a cada paso.
Así como se inclinó por el Profesorado en Ciencias Naturales atraída por lo disciplinar, en su evolución descubrió la importancia que fue adquiriendo el dominio afectivo en la enseñanza de la Ciencia.
“Tenemos que reconfigurarnos permanentemente”, dice y repite sobre el rol docente: “Cuando yo arranqué lo más importante era pararse como un buen profesor disciplinar, inclusive las familias acompañaban eso: cuanto más exigía uno, más contentos estaban los padres. Eso hoy cambió, los chicos no son pasivos como eran en esa época, están empoderados, tienen sus propias ideas, las explicitan, por eso la afectividad hoy está presente de otra manera”.
Actualmente, con 35 años de experiencia en secundario y 25 en enseñanza superior, sigue avanzando en ese camino de formación constante en el que dignifica el ejercicio de la docencia.

“Los docentes tenemos que reconfigurarnos permanentemente”

Su carrera
Pesciallo se recibió de profesora en Ciencias Naturales en 1981.
Su primer trabajo fue en la Escuela San Francisco de Asís de Arribeños. Después tomó horas en Junín: se inició en el Colegio San Ignacio, y luego ingresó en el Marianista y el Santa Unión, cargos que mantuvo a lo largo de casi toda su carrera. También trabajó en la gestión estatal, dando clases en las Escuelas Medias N°4, N°5 y N°1, además de la escuela rural de Agustín Roca.
“Eso da un abanico sumamente amplio porque permite visibilizar diferentes realidades -explica- y va planteando a lo largo de la carrera distintos desafíos, porque hay que dar respuesta a cada una de esas necesidades. Eso es riquísimo en la formación continua del docente”.
Paralelamente, empezó a trabajar en Educación Superior como formadora de profesores de Biología: arrancó en el Instituto de Profesorado y después continuó en el Instituto N°129, donde sigue dando clases en la actualidad: “La formación de docentes me parece una experiencia extraordinaria porque ahí hay que trabajar con estrategias y procedimientos que permitan formar al formador, los que hoy son mis alumnos mañana serán mis colegas, y hay una interacción y una retroalimentación muy interesantes entre lo que ellos proponen y lo que ofrezco yo”.

Secundario y Superior
Una de las iniciativas que promovió como docente de secundario fue el Club de Ciencias, un espacio extracurricular en el que se estimulaba la investigación: “Los chicos elaboraban sus propios proyectos, los mostraban a la comunidad y esa enseñanza podía permitirles a ellos conocer el quehacer científico propiamente dicho, porque no había exámenes, nota, ni nada, sino solo lo que a ellos les gustara hacer”. Según dice, en ese espacio “se despertaron muchísimas vocaciones” de chicos que siguieron carreras científicas por estas iniciativas.
Para Pesciallo, “es una lástima que esto haya decaído”. Y aclara que estas experiencias también las desarrollaban otras colegas en diferentes escuelas.
En cuanto a la enseñanza en el nivel Superior, subraya que es un lugar donde “los intercambios son sumamente interesantes”. Y puntualiza: “Eso te va obligando a reconfigurarte de manera permanente. Los docentes necesitamos de esa reconfiguración continua, porque uno no se encuentra siempre con la misma gente en las aulas. Este es uno de los desafíos que yo siempre les planteo a mis alumnos de Superior: estar atentos a estos intereses para trabajar a partir de ahí, eso es algo de lo más importante en el ejercicio de la profesión”.

“Hay que estar atentos a sus intereses para trabajar a partir de ahí”

La Ciencia
Fernanda observa que no debería haber una dificultad particular en su asignatura respecto de otras para el ejercicio docente.
“Se trata de la conquista de los y las estudiantes”, sentencia. Y enseguida añade: “Empezar por aquello que pueda interesarles, que esté dentro de sus ideas y, a partir de ahí, dejar que sean ellos mismos los que vayan haciendo preguntas, cuestionamientos. Hay quien piensa que, al estudiarla tanto por el libro, la ven más alejada, pero si uno logra acercarlo al día a día, a lo que le está pasando, es más fácil de llegar a los chicos y que les guste o les interese”.

“Los chicos no son pasivos como eran antes, están empoderados, tienen sus propias ideas, las explicitan, por eso la afectividad hoy está presente de otra manera”.

Balance
En este camino de aprendizaje constante, Pesciallo acaba de defender la tesis que le permitió terminar una Maestría en Enseñanza de las Ciencias Sociales (ver recuadro). Y el paso siguiente, mientras sigue dando clases en Superior, es trabajar en investigación, haciendo foco en los docentes noveles.
En tanto, al momento de hacer un balance, concluye: “Si me veo en ese momento con mi título a los 21 años, veo que hoy soy otra profesional, completamente diferente, ni mejor ni peor, siempre tratando de acomodarme a los cambios, buscando una reconstrucción del rol. A medida que uno va viendo las necesidades en la escena educativa, va encontrando las teorías que pueden ser apoyo para hacer alguna intervención, así que eso es lo que veo: un camino de reconstrucción continua”.

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