JUNÍN ESTÁ DE LUTO

Reconocimiento y muestras de dolor en la despedida de Meoni

Familiares, allegados, funcionarios y vecinos se acercaron a dar el último adiós al exintendente y ministro nacional. El presidente de la Nación, Alberto Fernández, participó de la inhumación en nuestra ciudad. Hubo una masiva y conmovedora expresión de cariño y respeto.

Tras la trágica muerte de Mario Meoni en un siniestro vial, la ciudad amaneció con un ritmo diferente. En efecto, casi no hay gente en el centro y las calles están semivacías. 
Son las 10. Una cinta perimetral dispuesta en Rivadavia, entre Jean Jaures y Juan B. Justo, impide la circulación vehicular. 
Una luz tenue y otoñal baña las veredas, como si fueran peceras apenas iluminadas. En el interior de la casa velatoria están los familiares y los allegados más íntimos del dirigente. Afuera, hileras de rostros compungidos todavía no salen del asombro y cientos de brazos se trenzan en una unión que apela a la fuerza colectiva para superar este difícil momento y dar el último adiós a Mario, como lo llamaban sus más cercanos, aquellos que más afecto y recuerdos guardan del exintendente de Junín, del ministro de Transporte de la Nación, del político, del esposo, del padre, del amigo, del juninense.
Pese al estricto control ordenado en las inmediaciones del velatorio -en parte para cumplir con los protocolos sanitarios que exige la pandemia-, cientos de vecinos se acercaron a despedirlo.
Varones, mujeres, chicos, jóvenes y personas mayores se apostaron en las inmediaciones, a la espera de la llegada de los restos. Una mujer apoya la cabeza en los hombros de su pareja, todavía perpleja por la inesperada y cruel noticia. 
Cada uno con una anécdota, un comentario, un recuerdo para compartir, con los ojos rojos, y así estirar el tiempo de la partida. 
Pasaron unos minutos del mediodía. Llegan los restos en el coche fúnebre. Un aplauso cerrado quiebra el silencio. El presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, Sergio Massa, aguarda a su amigo en el interior de la casa velatoria, junto con el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, el intendente de esta ciudad, Pablo Petrecca, además de legisladores y concejales.   
Pero los buenos rehúyen de la oficialidad y abrazan al pueblo. En el paso a nivel, maquinistas de Trenes Argentinos Cargas corren una locomotora que llega para despedir al político, pero más especialmente, al hombre. Suena la bocina, inconfundible, del tren, y prácticamente nadie puede contener las lágrimas, aplaudir, gritar a viva voz. 

Dos sitios emotivos
La llegada a Junín del Presidente de la Nación es inminente. Entonces el cortejo fúnebre parte, en medio de un nuevo aplauso, unánime, estremecedor, entre gritos de dolor y angustia, en dirección al Parque Rosedal. 
Lentamente, los vecinos comienzan a dispersarse, para continuar, muchos de ellos, la despedida en dos lugares señeros de la vida de Meoni: el estadio Eva Perón de Sarmiento y el Palacio Municipal, para el saludo final a quien fue intendente de Junín durante tres períodos, desde 2003 hasta 2015.
Luego el cortejo prosigue hacia el Rosedal, donde participa el Presidente, acompañado por la primera dama, Fabiola Yañez, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, el secretario General, Julio Vitobello, y el secretario de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi.

El recuerdo
Cada uno de quienes se acercan a despedir a Meoni expresan palabras de agradecimiento y reconocimiento para el ministro de Transporte y destacan su apego y amor a la ciudad.
El concejal del Frente de Todos, Lautaro Mazzuti, visiblemente impactado por los sucesos, afirma a Democracia: “Es una pérdida irreparable, una tristeza terrible. Mario era un dirigente de excelencia. No solo Junín sino el país pierde un gran dirigente, siempre abierto al diálogo, al consenso. Y todo lo que hizo por la ciudad”. 
A su vez, indica que “en este momento hay que destacar la generosidad política que siempre tenía. La gente le va a dar un lugar en la historia porque lo merece”.
Por su parte, Osvaldo Giapor, presidente de la Federación de Sociedades de Fomento de Junín, afirma haber sido “compañero de trabajo y hacer cosas por Junín”, mientras,entre lágrimas que lo desbordan, recuerda que “es un vecino ilustre del barrio (Prado Español)”. 
Por su parte, la secretaria de Suteba, Francina Sierra, expresa: “Mario trasciende lo que uno puede sentir personalmente. Es una pérdida de toda la comunidad de Junín porque era muy querido por su pueblo, por lo que él entregó, lo que hizo por la ciudad y el amor que le tenía a Junín”. 
Y amplía: “Porque era uno de nosotros, demostraba su humildad, su vocación de servicio y era uno de los cuadros políticos más importantes de nuestra ciudad, es muy difícil de reemplazar”.
También en la voz de los vecinos queda el recuerdo imborrable del exintendente.
“Trabajé en la Municipalidad. Me quedan recuerdos muy buenos de Mario, era una buena persona. Ha hecho mucho por Junín”, sopesa Néstor López. Su esposa, Silvia Calderón, se suma a la remembranza: “Nos ha ayudado muchísimo y es padrino de mi nene de 6 años. Lo vamos a extrañar mucho”.
Diego Molina, vecino de barrio Fonavi, entre lágrimas, destaca: “Era honesto, tengo el mejor recuerdo. Debería haber 20 como él por lo menos”.
El impacto, pero especialmente la tristeza, que genera la muerte de Mario Meoni en la comunidad juninense, sin dudas, perdurará en el tiempo.

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