RECONOCIDA ATLETA DE NUESTRO MEDIO

Nancy Piva: “Los momentos que viví con el atletismo son inolvidables”

Su carrera fue corta pero muy exitosa. Se destacó en los planos provincial, nacional e internacional. Fue medalla de bronce en un Sudamericano. El Círculo de Periodistas Deportivos de Junín la premió dos veces como la mejor deportista local.

En ocasiones, hay pequeños hechos que terminan definiendo el curso de una vida. Así le pasó a Nancy Piva. Dos veces.
El primero sucedió cuando iba a sexto grado y la maestra invitó a todo el curso a participar de una carrera que se iba a hacer en la pista que entonces había en el barrio Capilla de Loreto. Tanto disfrutó Nancy ese momento que, a partir de ahí, se inició en el atletismo con una gran pasión, lo que la llevó a destacarse en el plano nacional e internacional.
El segundo se produjo cuando leyó en el diario que no iba a ser convocada a un campeonato Sudamericano, aun cuando tenía las mejores marcas como para formar parte de la delegación. Fue tal el impacto de la noticia que decidió dejar la práctica deportiva: participó de un par de competencias más, hizo su mejor marca en salto en alto y se retiró. Todavía no había cumplido sus veinte años y todo indicaba que tenía un futuro todavía más grande en el atletismo. Pero ya nunca más regresó a las pistas.
Con todo, el tiempo que le dedicó al deporte le alcanzó para ser una de las atletas más destacadas en diferentes disciplinas.

“Los momentos que viví con el atletismo son inolvidables”.

Primeros pasos
Nancy nació en Junín y se crio en el barrio Mayor López. Hija de un padre mecánico y una madre que trabajaba bordando en su casa, ella es la menor de dos hermanos. Hizo la primaria en la Escuela N°12 y la secundaria en el Normal.
Después de aquella primera carrera recreativa en Capilla de Loreto, se sumó a Los Flamencos y arrancó con los entrenamientos, que en ese momento se hacían en el Parque Borchex, con el profesor Juan José Ibáñez. Al poco tiempo ya estaba compitiendo. “Yo hacía principalmente carreras de calle”, recuerda. En una época en la que, además de Los Flamencos, estaba Galas de Junín y Utedyc.
“En ese entonces había más juego que entrenamiento, íbamos a pasar un buen momento, todo se hacía más que nada para divertirnos”, cuenta Nancy.

Atleta
A Piva le empezó a ir bien ya desde las primeras categorías en las que competía y se fue destacando entre los deportistas de su edad.
Primero compitió en Junín, después en la zona y en la Provincia. Cuando abrió el Complejo Municipal General San Martín, siguió entrenando atletismo con Ibáñez y, además, sumó otras disciplinas con René Armani y Cari Mollier, como salto en alto, en largo, triple y demás.
Así fue participando también en pruebas combinadas. “En un momento comencé a sentir puntadas cuando hacía carreras de fondo -comenta- y, después de muchos estudios, no me descubrieron nada. Pero igual las dejé y empecé a dedicarme a carreras cortas y combinadas”.
Y entre estas últimas fue mejorando cada vez más en salto en alto, por eso más adelante se concentró más en esa especialidad, en la que se acercaba a las marcas nacionales.

“El deporte es hermoso, hay que vivirlo para saber lo que se siente”.

Ascenso y retiro
Su carrera fue en ascenso permanente. Ganó campeonatos nacionales e internacionales en Rosario, en Santa Fe, en el Cenard. Y llegó a participar en el Campeonato Sudamericano de Atletismo, en Ecuador, donde obtuvo la medalla de bronce en salto en alto.
El Círculo de Periodistas Deportivos de Junín la premió dos veces como la mejor deportista de la ciudad.
A los 19 años se fue a Buenos Aires a estudiar Educación Física y fue cuando hizo su mejor performance en salto en alto: 1,74.
Fue la época en la que, por las marcas que había hecho en las pruebas combinadas y por haber tenido el mejor registro argentino en salto en alto, debería haber ido al Sudamericano al que, finalmente, no la llevaron.
Ese hecho generó un quiebre y decidió abandonar la práctica deportiva. Sí fue al torneo Orlando Guaita, un certamen internacional que se realiza en Chile, donde se subió a lo más alto del podio. Y luego, en una competencia en el Club Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires, alcanzó 1,74 metros y se retiró. “Dejé en mi mejor momento: hice mi mejor marca y dije ‘no va más, no entreno más’. No pude continuar”, afirma.

“El deporte es muy bueno para lo físico, pero también es importante para que los chicos no estén en la calle, en una plaza o encerrados frente a una pantalla”.

Balance
Piva entiende que su decisión fue terminante y que todavía tenía mucho para dar. “Aunque me cerré y lo dejé abruptamente, los momentos que viví con el atletismo son inolvidables -indica-, desde los lugares que conocí hasta los amigos que me dejó el deporte y todos los momentos que compartimos”.
Por eso, destaca que la práctica deportiva “es muy buena para lo físico y lo orgánico, pero también es importante para que los chicos hagan alguna actividad y no estén en la calle, en una plaza o encerrados frente a una pantalla”. Y agrega: “El 
atletismo me dio todo eso, las relaciones, los grupos y las amistades que se pueden hacer”.
Y al momento de hacer un balance, concluye: “Pienso lo bueno que fue que alguien me haya invitado a participar de una carrera porque eso me terminó marcando la vida, porque me hizo ver algo nuevo y conocer otros chicos. El deporte es hermoso, hay que vivirlo para saber lo que se siente. Por eso yo hoy pienso que fue una lástima que haya dejado tan joven, podría haber dado mucho más. Pero las cosas se dieron así”.

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