Se prevén menores rindes de soja por el impacto de la sequía.
Se prevén menores rindes de soja por el impacto de la sequía.
CONSECUENCIAS DE LA SEQUÍA

La lluvia llegó tarde para la soja y afirman que la cosecha no será buena

A pesar del pronóstico de lluvias, productores entienden que el impacto de la sequía deja huellas irreversibles, ya que la oleaginosa de segunda está sufriendo mucho. Algunos estiman que habría un 30% menos de rinde.

En el plano de la sequía que afectó a gran parte del país y especialmente a la zona núcleo, las lluvias pronosticadas son bien recibidas, aunque muchos aseguran que no alcanzan a revertir la situación generada en los lotes afectados, como es el caso de la soja de segunda.
Con marcada suba de precios internacionales que podrían favorecer la rentabilidad del sector, la sequía parece ser el evento que pone las reglas.
La presidenta de la Federación Agraria Junín, Rosana Franco, estimó que “no será buena cosecha” y que es esperable “un 30% menos de rinde”.
Por su parte, el productor agropecuario Rodrigo Esponda consideró que más allá de los posibles porcentajes que se puedan estimar “habrá merma”, ya que “la soja de segunda está sufriendo mucho”.

Menos rindes
La estimación de producción de soja se recortó en 2 millones de toneladas para esta campaña, ya que mientras se esperaban 46 millones sería de 44 millones a causa de la extrema sequía que afecta al cultivo en zonas productivas del país, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).
En la misma línea, aunque en menor medida, se redujo la previsión de cosecha de maíz en un millón de toneladas, de 46 millones a 45 millones de toneladas. 
Si bien las estimaciones se sostienen, la cosecha de la oleaginosa se ubicará 5 millones de toneladas por debajo de lo obtenido la campaña 2019/20, mientras que el maíz sufrirá una merma de 6,5 millones de toneladas. 
Franco aseguró que los problemas de la sequía dejaron huella en la soja de primera cosecha y la soja de segunda.
“Tal vez el agua puede ayudar a los lotes de soja de segunda que mejor están. Para las de primera cosecha (de octubre) la lluvia no va a servir de mucho”.
No obstante, reconoció que puede ser útil “la siembra de trigo en mayo ya que, si llueve lo suficiente, se cargan los perfiles para el invierno”.
Consideró que “los que han sufrido son los maíces de segunda cuando se cosechó el trigo”.
En este sentido, Franco aseguró que “no será buena cosecha. Habrá un 30% menos de rinde” e indicó que la sequía complicó también la situación del pasto para el ganado. “Eso se sufre también. No hay casi nada y eso complica”.
Reconoció que “Junín está dentro de todo más tranquilo, pero hay zonas más complicadas”. 
Y recordó: “Hay que tener presente que cuando hay menos soja es también hay menos para exportar y menos para todos”.

“Habrá mermas”
Para Esponda, “es apresurado hablar de volúmenes y porcentajes, pero sí es real que va a haber daños y hay que tenerlo en cuenta”. 
Sin embargo, aseguró que “no será igual en todo el distrito ni para todos los productores, pero la soja de segunda está sufriendo mucho y hay soja de primera en los campos más altos que también está sufriendo y ha sufrido. Por lo tanto, mermas va a haber, pero es apresurado saber si va a ser mucho o poco”.
El productor consideró que “estas lluvias pronosticadas van a servir y serán útiles para tal vez variar ese porcentaje, pero lamentablemente las pérdidas van a estar porque fue un año muy muy seco”. Y añadió:  “Basta observar cómo están las napas, la laguna, el río, para entender que están muy bajas y eso indefectiblemente atenta contra las plantas y el desarrollo de estas y los frutos. Va a ser un año con menor cantidad de cultivos de granos, sin lugar a dudas”. 
“Ojalá que ese porcentaje no sea tan alto porque eso generaría un impacto muy fuerte en la ciudad”, consideró.  

Sequía
Mientras la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) redujo en 2 millones las estimaciones de rinde, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) recortó la estimación de producción de cosecha de soja 2020/21 en 4 millones de toneladas, de 49 millones a 45 millones de toneladas, debido a la reinstalación del clima seco y las altas temperaturas que se registran en las principales zonas productoras del país.
Este proceso de falta de lluvias impactó en el potencial de rendimiento de la soja de segunda principalmente, por lo que la entidad prevé que se pueden perder 850.000 hectáreas de cultivo.
“La significativa variabilidad del clima ha vuelto a recordar las condiciones de extrema sequedad en las que terminó la campaña gruesa 2017/18. Febrero y los primeros diez días de marzo han dejado sin lluvias importantes a gran parte del área central, en especial al este”, señaló la Bolsa rosarina en su informe mensual sobre estimaciones agrícolas.
A partir de esta situación, la entidad advirtió que “hay pérdidas muy graves de rindes y de superficie sembrada. Aún no es posible estimar el piso de producción con la que terminará esta campaña de soja de extenderse la falta de agua”.

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