"Con el Juzgado en feria, el juez subrogante tenía la detención inmediata", cuestionó
FEMICIDIO

“Le prometí abrazada al cajón que iba a seguir siendo un roble para hacer justicia”

Así lo afirmó a Democracia Patricia Nasutti, mamá de Úrsula, la joven de 18 años que fue asesinada por su expareja en Rojas. Con el Juzgado en feria, “el juez subrogante tenía la detención inmediata y dijo que no iba a abrir la Fiscalía para detener a este sujeto”, sostuvo.

El femicidio de Úrsula Bahillo caló fuerte en toda la sociedad, no solo por la crueldad del hecho sino también por la gran cantidad de denuncias previas que había hecho la joven contra su asesino, el policía Matías Ezequiel Martínez
Úrsula había denunciado en varias oportunidades a su exnovio por amenazas y violencia de género e incluso el policía tenía una medida de restricción perimetral que había violado dos días antes del crimen.
Patricia Nasutti, mamá de la joven de 18 años, expresó a Democracia: “Nuestra hija fue apuñalada por la espalda y después degollada de manera muy cobarde por este violador y asesino. Úrsula salió corriendo y él la apuñaló por la espalda con un cuchillo de carnicero. Después le cortó un dedo y el cuello para que muera desangrada”.
“Le prometí a ella abrazada al cajón que mamá iba a seguir siendo un roble para hacer justicia en su memoria hasta el último momento, sin importar el tiempo”, señaló.
El 5 de enero, con el Juzgado en feria, “el juez subrogante de Mercedes tenía la detención inmediata y dijo que no iba a abrir la Fiscalía para detener a este sujeto asesino. En ese momento, la Justicia nos desamparó”, recordó.
Un mes más tarde, “se aprovechó de mi hija, la llevó a un descampado y me la degolló”, relató. 
“Mi hija murió como todos los mártires, pidiendo justicia, que no la tuvo. Úrsula había ido a la Comisaría de la Mujer, donde radicó la denuncia de que él la atosigaba, la seguía y le había tirado el auto encima, por lo que cayó a una zanja”, afirmó.
“Como papás hicimos la denuncia el 9 de enero y de ahí en más empezó todo este calvario. Él tuvo una perimetral de 200 metros, que la violó constantemente. Yo reclamé que la rompía con fotos que saqué”, aseguró Patricia.
“El juez de Paz de Rojas, Luciano Callegari, desestimó las pruebas que yo tenía y dijo que no era peligroso. Mi hija quedó a la deriva y luego denunció que seguía siendo amenazada y hostigada”, agregó. 
“Mi hija confió en una persona amiga a quien le dejó absolutamente todas las pruebas con más de 300 mensajes, audios y fotos de golpes, que las tienen nuestros abogados”, subrayó.
Para finalizar, pidió que “las manifestaciones que se están haciendo en la Fiscalía no se hagan más para no entorpecer a ningún fiscal”.

Se negó a declarar
Matías Ezequiel Martínez, el policía detenido por el femicidio de Úrsula Bahillo, cometido el lunes último en la ciudad de Rojas, se negó a declarar ayer ante la Justicia, que dispuso que quede alojado en la alcaidía de Junín, bajo asistencia psiquiátrica diaria y con 14 días de aislamiento por prevención de la Covid-19.
Tras la diligencia, el fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción 5 de Junín, Sergio Terrón, adelantó que continuará con las medidas necesarias para avalar el pedido de prisión preventiva de Martínez y se comprometió a "dejar hasta la última gota de sudor" para que el caso concluya con una condena a "reclusión perpetua".

El hecho
Úrsula fue hallada el lunes último cerca de las 20.30 asesinada a puñaladas entre unos pastizales en un campo ubicado a la altura del paraje Guido Spano, a unos 13 kilómetros de Rojas, y en ese mismo lugar la Policía apresó a Martínez herido.
El femicidio fue descubierto tras un alerta al 911 de un tío del propio imputado, quien refirió que creía que su sobrino había matado a una joven porque este le confesó en un llamado que "se había mandado una cagada".