UNA DEMANDA QUE SE REPITE DESDE HACE AÑOS

El Picaflor: Insisten en que arreglen la vereda del exhospital San José

El deterioro de la acera que rodea al edificio destinado a fiscalías y dependencias sanitarias avanza sin control. Los fomentistas vuelven a la carga con un reclamo histórico nunca solucionado. También solicitan a los vecinos que se hagan cargo del mantenimiento general y la limpieza. Habrá barrido manual y reconversión lumínica en el sector anexado al barrio.

Hay problemas que, con el paso del tiempo, se convierten en crónicos. Algo así deben sentir los vecinos y fomentistas del barrio El Picaflor respecto del deterioro de las veredas del exhospital San José.
Hace años que vienen reclamando que se repare la acera que hoy está prácticamente destruida, principalmente en la calle Carlos Pellegrini, ya que las raíces de los añejos árboles levantan las baldosas, rompen los cordones y todo eso hace que sea cada vez más difícil transitar por el lugar.
Si bien se intentó en alguna oportunidad dar respuesta a esta demanda histórica, a la situación general se le suma el hecho de que hay dependencias provinciales (como el Ministerio Público Fiscal y la Región Sanitaria III) y municipales (el Centro de Atención Primaria de la Salud), con lo que la superposición de jurisdicciones hace que, a fin de cuentas, nadie se haga cargo del asunto.
La presidenta de la sociedad de fomento del barrio El Picaflor, Gladys Hilgert, recuerda que en un momento hasta “hicieron números con el intendente” y se llegó a la conclusión de que había que juntar 250 mil pesos para que el municipio pusiera la mano de obra. “Eso después quedó pendiente, vino la pandemia y ahora seguramente debe ser el triple lo que se necesita”, agrega.

El exhospital San José sería un hermoso lugar, si se arregla la vereda y se mejora la forestación, para que la gente pueda caminar y pasear por allí. Gladys Hilgert. Pta. sociedad de fomento.

Lo cierto es que los residentes de esta zona insisten en el pedido a las autoridades. “Estamos esperando, imagino que algún día se concretará”, señala Hilgert.
Para la dirigente fomentista, “sería un hermoso lugar, si se arregla la vereda y se mejora la forestación, para que la gente pueda caminar y pasear por allí”. Y agrega: “Además, en la situación en que está, se presta para que algunos vecinos dejen sus desechos, lo que es lamentable”.

Sector anexado
Este vecindario, que históricamente estuvo delimitado por la avenida San Martín y las calles General Paz, Arias y Primera Junta, desde hace un tiempo extendió su jurisdicción hasta República, exceptuando la manzana que corresponde al Club Sarmiento. Esto se hizo cuando se readecuaron los límites de cada barrio, entonces a El Picaflor se le añadió la zona conocida como Villa Ortega, con lo que ahora su circunscripción alcanza unas cien manzanas.
Los residentes de esa zona “nueva” hicieron planteos ante los fomentistas porque están pagando sus tasas, como la de Conservación de la Vía Pública, pero desde hace un tiempo dejaron de tener el servicio de barrido en el lugar que, según le comentaron a Hilgert, “anteriormente se hacía con las máquinas y ahora, por lo menos en ese sector, ya no van más”.
Sobre este tema, la dirigente barrial aclara que ya fue presentado el tema a las autoridades municipales, quienes les informaron que “a partir de marzo comienzan con el barrido manual, así que es algo importante para llevarles tranquilidad a los vecinos, porque van a recuperar esa prestación”.
En tanto, también está proyectado un programa de recambio de luminarias en el mismo cuadrante. “No sabemos si va a cubrir todo ese sector, pero seguro que van a ser tenidos en cuenta”, añade Hilgert.

Mantenimiento general
El otro punto sobre el que ponen el acento los referentes de la sociedad de fomento es el del mantenimiento general del barrio.
“Me preocupa mucho la limpieza -asevera Hilgert-, cada frentista debe hacerse cargo de su vereda, porque le corresponde, así que hay que mantenerla y juntar la basura. Del resto se ocupa Ashira, que no presta un servicio de diez puntos, pero queremos hacer hincapié en que, para tener un barrio lindo y limpio, hay que preocuparnos por el mantenimiento”.
En ese contexto, observa que “hay casas en venta que no están mantenidas”. Y concluye: “No podemos pretender que el municipio corte los yuyos de las veredas, así que es necesario que el vecino se haga responsable de esa limpieza porque todo eso colabora para tener una linda ciudad”.

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