Estefanía Fesser.
La licenciada en Genética Estefanía Fesser.
UN LOGRO PARA LA REGIÓN

Premiaron a una graduada en Genética de la Unnoba

La licenciada Estefanía Fesser fue distinguida con el premio Moisés Gaviria a la investigación científica en Latinoamérica.

La licenciada en Genética de la Unnoba Estefanía Fesser fue distinguida con el premio Moisés Gaviria a la investigación científica en Latinoamérica por un trabajo presentado en el XXII Congreso de Neuropsiquiatría y Neurociencia Cognitiva.
Fesser es licenciada en Genética de esta casa de altos estudios y desde 2015 trabaja en el Laboratorio de Neuroepigenética y Adversidades Tempranas del Departamento de Química Biológica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA). Recientemente su trabajo, que formó parte de su tesis doctoral, fue distinguido con el premio que otorga la Asociación Neuropsiquiátrica Argentina.
La graduada de la Unnoba es la primera autora del trabajo “Alteraciones en el comportamiento social y su transmisión intergeneracional en ratones expuestos a malnutrición proteica perinatal”, realizado en autoría con Octavio Giantiempo, Bruno Berardino, Germán Falasco, Leandro Urrutia y Eduardo Cánepa. Algunos de ellos integrantes del Grupo de Neuroepigenética y Adversidades Tempranas del Departamento de Química Biológica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA y del Instituto de Química Biológica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA (UBA- Conicet), y otros del Centro de Imágenes Moleculares FLENI, Buenos Aires.

El estudio
La producción científica por la que Fesser resultó premiada estuvo enfocada en los efectos de la malnutrición proteica perinatal sobre la cognición social de los individuos. Para ello, el equipo de investigación que integra trabajó con roedores hembra que fueron alimentados con dietas diferentes durante la preñez y lactancia. Cuando la descendencia alcanzó la adultez temprana fue sujeta a estudios conductuales y moleculares y se evaluaron los resultados. Así se determinó que aquellos animales que habían sido expuestos a un déficit de proteínas en su alimentación experimentaron una menor interacción social, menor memoria de reconocimiento social y un mayor comportamiento dominante. Estos cambios en la conducta social, a excepción del comportamiento dominante, también fueron observados en la segunda generación. Además, por tomografía por emisión de positrones se observó que la actividad metabólica del cerebro era menor en la corteza prefrontal medial de los ratones malnutridos, una región fuertemente ligada al comportamiento social.
Se concretaron estudios moleculares para saber qué genes se estaban expresando en esta región y se reportaron cambios en la expresión génica de los ratones malnutridos, incluyendo 21 genes asociados al trastorno del espectro autista, un desorden del neurodesarrollo en el que la cognición social también se ve afectada.

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