Sin dudas, las organizaciones sociales fueron claves para apuntalar a las familias en un año difícil para todos, signado por el coronavirus.
El Colectivo Juana Azurduy es una de esas instituciones que continuó trabajando en los barrios de la ciudad sin descanso, tal como destacó su presidenta, Catalina Luoni, a Democracia.
“Durante el año, nos mantuvimos en actividad en los barrios de Junín, la presencia cotidiana junto con organizaciones sociales es una tarea que no discontinuamos a pesar de las dificultades”.
A su vez, destacó el trabajo con compañeros y amigos del Colectivo, vecinos y vecinas de nuestra ciudad y productores locales.
Abrazo solidario
En tiempos de abrazos difíciles por el coronavirus, desde el Colectivo aseguran que se atravesó la emergencia sanitaria colaborando y ayudando “con miles de juninenses que no lograban atravesar el aislamiento social y preventivo en buenas condiciones”.
En ese sentido, se incorporaron también nuevos voluntarios.
“Nuestro colectivo abraza las infancias y las familias y en ese andar nos encontramos con organizaciones comunitarias hermanas conformando las Organizaciones de los Chicos del Pueblo, con quienes sabemos, porque lo construimos cada día, que otro mundo para nuestros pibes y pibas es posible”.
Además, en estos meses, participaron de una jornada solidaria, en conjunto con otras organizaciones de la ciudad, pintando el frente de la Casa de Abrigo “Francisco Legarra”.
“Sabemos que el vínculo de amor y ternura necesario para el desarrollo de niños, niñas y adolescentes se produce en el entorno familiar comunitario, pero también estamos convencidos de la importancia de transformar la cultura de lo público para trabajar por el verdadero abrigo a las infancias”, señalaron.
Los chicos
También participaron del encuentro entre las Organizaciones de los Chicos del Pueblo y la Secretaría Nacional de Niñez Adolescencia y Familia (Sennaf) para intercambiar sobre el rol de las organizaciones en las políticas de niñez, adolescencia y juventud.
Asimismo, destacaron que “el Colectivo dijo presente, por nuestros pibes y pibas en el Encuentro Regional de las Organizaciones LChP en Mar del Plata. En ese marco y para celebrar las infancias, durante los meses de agosto, septiembre y octubre llevamos a cabo el proyecto “Ajajajugar”, tres ediciones de una cajita de juegos y juguetes”, entregados a los chicos y sus familias, en merenderos y escuelas.
“El juego es un canal seguro para expresar y procesar lo que piensan y sienten, por eso es tan esencial, más en esta situación en la que todos estamos atravesados por el miedo, la tristeza, el enojo o la ansiedad”.
Mercado y producción
El Mercado Cooperativo, una “experiencia autogestiva de comercialización solidaria de la Economía Social de nuestra ciudad, tiene sus orígenes en el año 2012, momento en que el Colectivo Juana Azurduy inició la propuesta junto con productores de la economía popular, organizaciones comunitarias y organismos públicos, que acompañaron el recorrido con valiosos e indispensables aportes”.
“A partir de marzo de 2020, la experiencia ingresó en una nueva etapa y pasó a ser coordinada por los productores que la integran desde sus orígenes. Por lo tanto, el Mercado Cooperativo Mamá Juana es producto de esa historia y un gran paso por parte de los y las trabajadores”.
La autogestión, la reciprocidad, la cooperación, la solidaridad, los procesos organizativos, la planificación estratégica, la gestión democrática “son principios, prácticas, herramientas que a lo largo de los años nos permitieron forjar una experiencia de economía solidaria, sostenible y sustentable, que brinda mejores condiciones de bienestar económico y social para los trabajadores que producen y los trabajadores que consumen”.
En ese sentido, se conformó la Mesa de Economía Social y de la Agricultura Familiar y Campesina de Junín, y el Colectivo fue uno de los actores que impulsó su creación.
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