Hace apenas algunos días se conoció la noticia de que un equipo de investigadores del Conicet y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) logró obtener nanoanticuerpos monoclonales recombinantes VHH provenientes de llamas y anticuerpos policlonales IgY derivados de la yema de los huevos de gallina, los que resultan capaces de neutralizar la infección por el coronavirus SARS-CoV-2.
Cabe destacar que el logro se realizó en tan solo siete meses y sin dudas posiciona a la Argentina como primer país de Sudamérica con la posibilidad de convertir estas moléculas en productos terapéuticos.
Democracia consultó en exclusiva a la Dra. Marina Bok, una de las investigadoras y responsable del área de producción de Incuinta, quien brindó más detalles sobre lo que puede significar este logro en el tratamiento del Covid-19.
Los anticuerpos
Los ensayos de neutralización llevados a cabo tanto con pseudovirus como con el virus salvaje confirmaron que estas moléculas obtenidas inhiben la infección viral provocada por el SARS-CoV-2, las que resultarían tratamientos innovadores contra la enfermedad Covid-19 y complementarios a las vacunas y otros métodos disponibles.
Consultada sobre lo que este avance implica para Argentina, la Dra. Marina Bok aseguró que significa claramente “que nuestro país va a tener herramientas propias y de alto valor tecnológico para tratar y prevenir la infección por el SARS-CoV-2”.
El propio Roberto Salvarezza, ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, al referirse al logro de los anticuerpos monoclonales y policlonales los consideró “dos posibilidades de terapia que se suman a otras que han desarrollado científicos y científicas, investigadores e investigadoras que, nuevamente, muestran las capacidades de nuestros investigadores de trabajar y lograr, en tiempos récord, productos de innovación”.
Respecto del tipo de tratamiento que permitiría realizar y bajo qué expectativas de recuperación, la investigadora Bok aseguró: “Por un lado permitiría generar un tratamiento preventivo que se administre por vía nasal para tapizar la mucosa respiratoria y así prevenir la infección por coronavirus en personas que van a estar expuestas al virus o personas inmunosuprimidas”.
Y agregó: “Por otro lado, un tratamiento terapéutico que se administre cuando la enfermedad ya está establecida y con eso lograr una recuperación más rápida del paciente. Esperamos prevenir las muertes y la sobreocupación de las camas de terapia intensiva”.
Pasos a seguir
Según indicó Bok a Democracia, “los pasos siguientes son probar tanto los nanoanticuerpos como las IgY en un modelo animal -ratón en este caso- y una vez que se logran los efectos deseados se pasa a la prueba en humanos sanos inicialmente y luego en humanos enfermos, -lo mismo que está sucediendo con la vacuna. Para todo esto necesitamos hacer el escalado de las moléculas, esto significa producirlos en mayor cantidad”.
Para la investigadora, este logro demuestra que “Argentina se encuentra a nivel mundial respecto de la tecnología y las capacidades para desarrollar terapias de alto impacto. Este desarrollo lo hicimos en tiempo récord para los tiempos de Argentina y esperamos salvar muchas vidas con él”, concluyó.
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