UN PROBLEMA DE LARGA DATA

Ricardo Rojas: Vecinos preocupados por la inseguridad

Más allá de las reuniones que se hicieron con funcionarios y autoridades policiales, los delitos no dan tregua. Hay quienes se quedan a dormir en sus comercios o en obras en construcción, para que no les roben. Solicitan un abordaje integral, que incluya monitoreo, alumbrado público y mantenimiento de los terrenos.

En enero de este año se realizó una reunión en el barrio Ricardo Rojas de la que participaron vecinos, fomentistas, funcionarios municipales y autoridades policiales, y en la que los lugareños rea-lizaron un fuerte reclamo en torno a la inseguridad. Nueve meses más tarde, no hubo muchos cambios en el sector.
Aun con casi siete meses de cuarentena, los hechos delictivos se suceden y los lugareños no logran tener cierta tranquilidad.
“Alguien de mi familia o yo nos quedamos a dormir acá porque cuando no hay nadie, se meten”, señala apesadumbrada una persona que tiene un comercio en el barrio y prefiere mantener su nombre en reserva. Se trata de un ejem-plo de tantos que pudo recoger Democracia en la recorrida que hace cada semana con TeleJunin y que en esta oportunidad llegó a Ricardo Rojas.

Barrio inseguro
Delimitado por la calle 27 de Septiembre, su continuación Ricardo Rojas, las vías del ferrocarril y la avenida Circunvalación, el barrio Ricardo Rojas es uno de los sectores periféricos que, si bien en el último tiempo adquirió un importante crecimiento poblacional, todavía tiene varias materias pendientes para su desarrollo. Principalmente con la inseguridad.

Esta es una zona postergada desde hace muchos años, este gobierno nos abrió las puertas para tener un buen diálogo, pero queremos hechos. Eduardo D’Ambrosio. Vecino.

“Este sector se fue am-pliando y siguen los hechos: hace unos días, por un celular le bajaron los dientes a una chica vecina, y como eso, hay varios”, señala Eduardo D’Ambrosio, un residente de hace varios años del barrio Ricardo Rojas.
Según dice, hubo varias reu-niones con las autoridades municipales y policiales. Y más allá de resaltar la predisposición de los funcionarios, no se advierten mejoras ostensibles. “Todas las noches estamos teniendo situaciones de inseguridad en el barrio”, afirma D’Ambrosio, para lue-go añadir: “A un vecino le han robado las herramientas de una obra, tenemos que quedarnos en nuestra propiedad porque si no, se meten. Yo sufrí cuatro hechos delictivos, Laura (Ávila) otros tantos, durante la construcción o ya viviendo en la casa, y es tremendo que sucedan estas cosas”.

Complejo Suteba
Uno de los sectores más castigados por este flagelo es el complejo Suteba, un pequeño macizo donde varias familias -muchas de ellas de docentes- se están construyendo y ya erigieron sus casas.
“Nosotros queremos estar seguros, la gente se va a trabajar y no sabe si cuando regrese su casa va a estar en las mismas condiciones, por ahí no se puede andar a la noche con tranquilidad porque hay hechos como el del otro día, que le tiraron un piedrazo a una chica de quince años y quedó desfigurada”, señala María Laura Ávila, que tiene su inmueble en este sector.
No obstante, aclara que, más allá de formar parte de la cooperativa de Suteba, los reclamos involucran a todo Ricardo Rojas. “Todos buscamos lo mismo: la seguridad, el mejoramiento de las calles, la recolección de residuos, cuestiones que hacen a un bienestar general”, sostiene.

Seguridad e infraestructura
Los vecinos entienden que el abordaje de este tema debe ser integral y no solo circunscribirse a lo policial.
“Planteamos la posibilidad de hacer en conjunto algún tipo de monitoreo con cámaras que se puedan instalar, no tenemos problemas en cooperar, porque queremos mejorar la seguridad del barrio”, señala Ávila.
También solicitan una mejor iluminación. “Nos dijeron que se estaban haciendo trabajos de alumbrado en otros barrios y que ya iba a llegar a este”, comentan.
Asimismo, fueron los propios vecinos, con sus fondos, los que desmalezaron sectores que hacía años que estaban descuidados, “porque nadie se hacía cargo y eran zonas donde se podían meter los que se mandaban alguna maldad; ahora sería interesante que el municipio pueda pasar una vez por mes a hacer el mantenimiento que corresponde”.
“Hemos presentado expedientes detallando cada cosa que necesita el barrio, queremos estar en un sector seguro y agradable para los vecinos. Esta es una zona postergada desde hace muchos años, este gobierno nos abrió las puertas para tener un buen diálogo, pero queremos hechos, que caminen el barrio y se comprometan con nosotros”, concluye D’Ambrosio.

COMENTARIOS