El martes por la mañana, un voraz incendio destruyó la casa de la familia de Luciano Coria y Natalia Rojas, ubicada en el barrio San Jorge. En ese momento la pareja estaba trabajando y sus cuatro hijos, de entre catorce y tres años, lograron salir de la vivienda antes de que el fuego abrasara y redujera el lugar a cenizas.
“El incendio que sufrimos fue con destrucción total, perdimos absolutamente todo”, señala Luciano a Democracia y TeleJunín, y junto con Natalia destacan que “fue una desgracia con suerte”, dado que sus hijos abandonaron el lugar ilesos.
Desde esa misma mañana, el barrio se movilizó, la ciudad se conmovió y la solidaridad fue la moneda corriente que permitió que en poco tiempo les hicieran donaciones, que les permitieron reemplazar prácticamente todo lo que habían perdido.
En este lugar la situación económica fue muy difícil porque la mayoría de la gente que vive acá son albañiles, así que decidimos hacer un comedor. Claudio Mujica. Pte. sociedad de fomento.
“Estamos muy agradecidos con la gente que colaboró -dice Natalia-, habíamos quedado sin nada y en menos de doce horas ya teníamos cama, colchones, ropa, comida, de todo. Gracias a toda la ciudad y principalmente al barrio porque la gente estuvo presente en todo momento. Y también al presidente de la sociedad de fomento por el lugar”.
Es que hoy la familia está hospedada en la sede de la entidad barrial hasta que puedan reconstruir su casa. Para esto los está ayudando Gastón “Petete” Freda, presidente del Club Defensa Argentina, donde juega Coria.
Más solidaridad
Este evento se suma a la solidaridad que ya se estaba generando en el barrio San Jorge. En la recorrida semanal que hacen TeleJunín y Democracia, el presidente de la sociedad de fomento, Claudio Mujica, explica que la situación económica “estuvo muy difícil” desde el inicio de la pandemia “porque la ma-yoría de la gente que vive acá son albañiles” y estuvieron muchos días sin trabajar.
Por ello, en la sede de la sociedad de fomento se organizó un comedor que coordinan algunos deportistas del Club Defensa (Coria es uno de ellos), que dos veces por semana entrega viandas a unas 180 familias de este vecinda-rio y otros adyacentes, como La Loma o La Favela.
“Es recíproco: nosotros ayudamos y ahora la gente del barrio se solidarizó mucho con nosotros. Uno cosecha lo que siembra y si uno hace el bien, la gente lo devuelve de la misma manera”, analiza Coria.
Mujica explica que este emprendimiento se paró por un par de semanas por los aumentos en los contagios, pero cuando se pueda, se retomará.
El barrio
Si bien históricamente San Jorge era un pequeño vecindario de seis hectáreas, con el nuevo diseño de las jurisdicciones barriales fueron anexadas otras ocho manzanas que no pertenecían formalmente a ningún barrio. Es una zona que fue poblada en el último tiempo y tiene más carencias que las manzanas que componían el trazado original.
“En el San Jorge nuevo, como se le llama, ya tenemos cordón cuneta y se está extendiendo el servicio de electricidad domiciliaria. Eden en su momento paró la obra pero se retomó hace un mes y se está tirando el tendido eléctrico para cada casa, estimamos que dentro de dos o tres semanas cada familia va a tener su luz”, explica Mujica.
Sobre este tema, el dirigente barrial comenta que los que viven en ese sector “ya tienen sus papeles y están pagando lo que les corresponde”. Sin embargo, “hay una parte del barrio donde quedaron lotes baldíos que la gente fue tomando”, señala Mujica. Se trata de un predio en el que el municipio proyectaba hacer un espacio recreativo, pero hubo inescrupulosos que vendieron esos lotes a gente que se instaló allí.
Si bien el tema “no pasó a mayores”, todavía hay viviendas precarias en ese terreno. En los últimos días se instaló una garita con personal policial.
Seguridad
A propósito del tema de la seguridad, observan que esa garita más la cercanía con una dependencia mejoró ese ítem.
“Los móviles policiales pasan, inclusive de noche y de madrugada. Se ven las recorridas por este lugar. Es más, cuando algunos salían por fuera del horario permitido los agentes les llamaban la atención”, concluye Mujica.
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