Ya desde muy chico, Hernán De Antoni tenía el sueño de ser artista. Más específicamente: cantante. Venía de una familia de carniceros, así lo habían sido su abuelo y su padre, y si bien a él le gustaba el mundo de los matarifes, lo cierto es que sus ojos brillaban y su corazón se exaltaba cuando imitaba a Sandro o al recordado personaje Johnny Tolengo, y hasta Mercedes Sosa, en los actos escolares.
Estaba en su sangre y lo sabía. Por eso “El Colo” le puso toda su pasión y su esfuerzo a una carrera artística que empezó de abajo y llegó a modelar su propio camino cuando fundó su propio grupo, Banda Mambos, que en diciembre último cumplió nada menos que veinticinco años en los escenarios.
“Pasamos por varios estilos, siempre dentro de la música tropical”.
Primeros años
De Antoni nació en Junín, en el seno de una reconocida familia de Villa Belgrano, por su tradición en la carne y también por la historia de su padre como futbolista, que se destacó en Sarmiento, Gimnasia y Esgrima de La Plata y Newbery.
Siguiendo la tradición familiar y su gusto personal, Hernán también es carnicero. Pero, además, y fundamentalmente, se dedicó a la música.
Ya al finalizar la primaria en la Escuela N°41 decidió que se metería de lleno en el arte. “Yo era un fanático de la música”, dice.
Estudió piano con el maestro Alfredo Farías y también dio clases.
Todavía era un adolescente cuando lo llamaron del grupo Rififí, encabezado por Cacho Silva y conformado por jóvenes de Agustina. Empezó con ellos como tecladista. “Cacho fue el que me enseñó a encarar el escenario”, recuerda.
Después pasó a tocar con Cacho Silva y la banda Dulce Vida. Con ellos grabó un disco en Buenos Aires.
Más adelante, se unió a Iván y su Banda. Con esta formación, además de tocar los teclados, hacía coros.
“Siempre nos tomamos este trabajo con muchísima seriedad”.
Su propio camino
Las bandas que había integrado hasta entonces hacían música tropical: cuarteto, cumbia, canción, foxtrot, “de todo un poco”. Y ese mismo camino fue el que siguió cuando le dio forma a su gran sueño, que era el de cantar.
“Mi primo Gabriel Petraglia también estaba con Iván y su Banda y con él armamos un grupo. Yo cantaba y él la dirigía. Ahí nace Banda Mambos”, comenta De Antoni.
Estaban con sus primeros ensayos cuando el reconocido empresario de la movida tropical juninense Mario Cipolla los invitó a hacer su presentación. El primer show fue, entonces, el 7 de diciembre de 1994 en el Club Moreno. “Solo teníamos cuatro temas, así que los tocamos y después los repetimos”, recuerda el Colo entre risas.
Ya desde el principio les fue bien y al poco tiempo se estaban presentando todos los fines de semana, no solo en Junín, sino en toda la zona y llegando hasta otras provincias.
“Pasamos por varios estilos, siempre dentro de la música tropical”, resume Hernán.
“El Colo” mantuvo su trabajo como carnicero, pero los fines de semana quedaron reservados para la música, un ámbito en el que compartieron escenario “con los grosos”, como enfatiza Hernán: “Fue muy importante para nosotros estar en la misma noche que Miguel ‘Conejito’ Alejandro, Sebastián, Gary, La Mona Giménez, ‘El Toro’ Quevedo, todos los referentes de la música tropical. En nuestra última presentación antes de la pandemia fuimos teloneros de Los Palmeras”.
Se sabe: la cuarentena modificó los planes y hoy extrañan los escenarios. Por supuesto, se puede encontrar a Banda Mambos en plataformas digitales, como YouTube y Spotify, además de las redes sociales.
“Siempre nos tomamos este trabajo con muchísima seriedad -afirma De Antoni-, lo hacemos con mucha pasión, ya sea para dos mil personas o para cincuenta”.
Al margen de su desarrollo en la movida tropical, “El Colo” también gusta de otros géneros y es fanático de la música melódica, donde tiene a Sandro como ídolo máximo. Por eso hizo algunos espectáculos como solista en ese rubro, en formato de café concert, con muy buena aceptación.
“La música es todo para mí. Creo que con Banda Mambos nos ganamos un nombre dentro de la música tropical, y hoy tenemos un respeto”.
Balance
Después de 25 años en la ruta, “El Colo” hace un repaso de la trayectoria de su banda. Desde aquellos primeros shows en los que tenían apenas un puñado de temas ensayados hasta los veinte discos grabados; de los años en los que se presentaban con sus clásicas camisas, mitad blancas y mitad negras, que fueron la vestimenta característica que les hacían su tía y su madre, hasta los trajes oscuros de hoy; desde el inicio de un camino plagado de sueños hasta el reconocimiento popular. “Cómo pasó el tiempo”, desliza Hernán.
Aunque no lo dice con nostalgia, porque más allá del parate por la pandemia, Banda Mambos está absolutamente vigente. De hecho, tenían la agenda llena entre marzo y junio y debieron dar de baja todos esos shows. “Espero que podamos seguir adelante, cuando pase todo esto”, se ilusiona De Antoni.
Y al momento de hacer un balance, concluye: “La música es todo para mí. Creo que con Banda Mambos nos ganamos un nombre dentro de la música tropical. Pasaron 25 años y vivimos muchas cosas, tuvimos el privilegio de haber sido teloneros de los más grandes, compartimos escenario con enormes artistas de distintos géneros también, y hoy tenemos un respeto”.
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