CONSECUENCIAS DE LA PANDEMIA

Capilla de Loreto: Por el aumento de contagios, ajustan las medidas de prevención

Con la suba en el nivel de casos positivos de Covid-19, los comerciantes observan que hay menos movimiento y que los clientes están más cautelosos. En lo económico, señalan que cambió el comportamiento de los consumidores y resaltan que la gente volvió a confiar en los negocios de proximidad.

La construcción y puesta en funcionamiento del Desagüe Norte significó una importante mejora en la calidad de vida de los residentes del barrio Capilla de Loreto, ya que vino a dar solución a los problemas de anegamiento que, durante años, sufrieron en este y otros vecindarios linderos.
Se trata de una obra que, definitivamente, cambió la vida de los lugareños. Como también lo hizo, en otro sentido -por supuesto- la pandemia por Covid-19, que generó, al igual que en todos los sectores de la ciudad, una nueva manera de relacionarse, convivir y movilizarse.

No sé si hay más preocupación por el aumento de contagios, pero sí se ve claramente que se han extremado las medidas. Daniel Casas. Vecino. Comerciante.

Esos cambios en la cotidianidad se traducen en variaciones en el ámbito económico y, además, la curva ascendente de la cantidad de contagios en la ciudad hace que se hayan incrementado las medidas preventivas.

Aumento de casos
En las últimas dos semanas se dio un importante incremento en la cantidad de casos positivos de Covid-19 y, a partir de este escenario, hay más intranquilidad en la población, lo que se vio reflejado en la recorrida de Democracia por Capilla de Loreto.
“No sé si hay más preocupación por el aumento de contagios, pero sí se ve claramente que se han extremado las medidas de prevención e higiene”, afirma Daniel Casas, que es residente de Capilla de Loreto y, además, hace algunos años que tiene aquí su pollería y despensa.
Sobre el mismo tema, Lidia Gago, una vecina histórica del barrio comenta que “la gente está muy preocupada por la pandemia”, y agrega: “En este último tiempo se nota que andan menos en la calle, no sé si es por miedo, pero también es cierto que hay más cantidad de contagios”.
En tanto, para Ada Teilleri, que tiene su verdulería y almacén hace varios años en la zona, “la gente está asustada pero, al mismo tiempo, también se ve que no se lo toman del mismo modo que cuando arrancó la cuarentena”.

La economía
La cuarentena originó cambios en el comportamiento de los consumidores. “En un principio los clientes se abastecían para toda la semana y trataban de salir lo menos posible, ahora vienen todos los días y compran de todo”, señala Casas. Asimismo, advierte que se produjo otro aspecto destacado con la pandemia: “En el rubro de alimentos nos vimos, de alguna manera, beneficiados porque la gente se queda en los barrios y evita ir adonde hay aglomeraciones, como las grandes cadenas. Lo que notamos, con el tiempo, es que se dieron cuenta de que no está mal comprar en negocios de cercanía, que los precios no son altos”.
No obstante, la situación no es la de antes. Teilleri comenta que “al principio de la cuarentena la gente se iba abasteciendo, pero después ese nivel de movimiento se fue tranquilizando y la situación económica se nota, bajaron bastante las ventas”.
Por su parte, Gago abrió su tienda de productos de limpieza hace tres meses con su hijo y su nuera, porque estaban sin trabajo. “Es un negocio familiar que pusimos para ver si podíamos salir adelante y se vende lo normal, hay días que hay mucha gente en la calle y otros no”.
Precisamente, el movimiento es otro factor que se modificó. Inclusive en la avenida Alvear, que suele tener una circulación importante, hoy el flujo no es el de algunos meses atrás.

El barrio
En referencia al estado general del barrio, los vecinos consultados se muestran conformes.
“En general, está lindo, y el mantenimiento y la limpieza están bien”, opina Gago.
Justamente, sobre ese tema, Teilleri observa algunas fallas. Según dice, “la limpieza está más o menos, podría estar mejor”.
Para Casas, en tanto, este es un sector “que creció mucho con el Plan Federal y el Proyecto Alvear, y hay servicios, como el alumbrado público o la recolección de residuos, que son muy buenos”.
En lo que sí advierte un déficit es en el aseo de las calles: “Por ahí fallan algunas cosas, hace tiempo que no se realiza el barrido manual que se hizo durante muchos años, así que es algo que falta, en cuanto a la higiene urbana. No sabemos si es por algún tipo de recorte, pero es un reclamo que venimos haciendo”.

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