El arroz Gallo Oro de 500 g. sigue dentro de Precios Cuidados, con un valor que fue actualizado a $48,15, casi un 7% más que los $45,02 que estaba antes.
RELEVAMIENTO PROPIO

Más allá de la pandemia, no se frena el aumento de precios de los alimentos

Solamente en el último mes, en diferentes cortes de carne hubo subas de entre el 5 y el 10 por ciento. Además, algunas frutas y verduras también tuvieron incrementos importantes que, inclusive, exceden a las cuestiones estacionales. Azúcar, fideos y arroz son los productos con mayores alzas en el súper. Se advierte una marcada dispersión de precios en algunos artículos.

Las últimas informaciones a nivel nacional dan cuenta de que la inflación está empezando a retomar la curva ascendente del año pasado. Al analizar los números que se prevén para agosto, ya se habla de “fin del veranito” o de que “empiezan a despertarse” los precios. Aunque la realidad es que la suba, principalmente en los alimentos, nunca se detuvo: ni siquiera la pandemia, que trajo aparejada una fuerte retracción de la economía, logró frenar las remarcaciones. Y si bien es cierto que hubo una desaceleración en la curva, esta nunca dejó de ser ascendente.
En efecto, de acuerdo al Índice de Precios al Consumidor (IPC) que publica mes a mes el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), el segundo semestre del año pasado acumuló más de un 23 por ciento de inflación, mientras que en la primera mitad de 2020 “apenas”  superó los 13 puntos porcentuales.
Inclusive, en el desagregado, se advierte que a excepción del salto del 3,3% de marzo, los índices mensuales de 2020 estuvieron más cerca del 2%.
En tanto, en el marco de la pandemia, las cifras gubernamentales dan cuenta de que, desde que arrancó el aislamiento, la variación entre marzo y julio (último mes computado por el Indec) fue de 7,29%. Y si se ajustara la misma medición al rubro “Alimentos y bebidas no alcohólicas”, el organismo estadístico marca que el índice de ese cuatrimestre fue algo menor: 6,2%.
Más allá de los números oficiales, en los supermercados y comercios de Junín se observa que la inflación no da tregua. Tal vez no presione como el año pasado, pero paso a paso, los precios siguen subiendo.

Medición propia
Hace tiempo que Democracia viene realizando un relevamiento de algunos alimentos en los supermercados de Junín y lo que se observa es que, en efecto, la inflación en ese rubro es importante. En esta oportunidad, se comparó el comportamiento de los precios en los últimos dos meses y allí se advierte que artículos como azúcar, fideos, aceite y algunas marcas de arroz sufrieron subas superiores a los números del Indec, mientras que otros tuvieron saltos similares.
Además, este medio hizo una comparación de las variaciones del último mes en la carne y allí estableció que en algunos cortes hubo incrementos de entre 5% y 11%.
También se relevaron los precios de frutas y verduras, que muestran oscilaciones muy marcadas. Tanto que, inclusive, van más allá de cuestiones estacionales.

El relevamiento
La metodología del relevamiento que realiza este medio en los supermercados locales consiste en tomar la misma lista de productos alimenticios básicos para hacer el comparativo mensual. Se trata de una nómina que incluye artículos de marcas conocidas, de manera que fuese más factible que estén presentes, en general, en las góndolas de todas las tiendas registradas.
Aceite, arroz en distintas presentaciones, fideos secos tirabuzón, polenta, puré de tomates, yerba, azúcar, galletitas, bizcochitos, leche, manteca y yogurt fueron los alimentos verificados.
El criterio que se estableció para la comparación fue el de promediar las diferencias del mismo producto en todas las tiendas.
Como quedó dicho, en esta oportunidad también se incluyeron cortes de carne, frutas y verduras.

Alimentos
Entre los productos relevados, el azúcar es uno de los que tiene mayores diferencias con el Indec. Lo curioso es que, en la medición del organismo estadístico nacional, bajó un 1,7% en los últimos dos meses, mientras que en las tiendas de Junín las marcas Chango y Ledesma subieron hasta un 19%.
Los fideos también tuvieron saltos mayores a los del índice oficial. Los informes del Indec muestran que sufrió un aumento de apenas 0,8% en el último bimestre, pero en los súper, las marcas Lucchetti y Matarazzo fueron ajustadas entre un 4 y un 18%.
Para el Instituto de Estadísticas, el aceite subió en ese tiempo menos de un 2%, aunque en las góndolas locales el Cocinero y el Natura se incrementaron, en promedio, un 4% en el mismo período.
El arroz es otro producto a considerar. El Gallo Oro de 500 g. sigue dentro del programa nacional Precios Cuidados, con un valor que fue actualizado a $48,15, casi un 7% más que los $45,02 que estaba antes. Otros, como el Molinos Ala verde o el Dos Hermanos amarillo tuvieron incrementos de entre el 4% y el 11%. Para el Indec, el kilo de arroz subió 4,3% en dos meses.
Las galletitas de agua también aumentaron en Junín más que las cifras oficiales. El pack x 3 Criollitas (también en Precios Cuidados) cuestan $78,10, un 7% más que los $73 que valían antes. Las Traviata, en su pack x 5, tuvieron un aumento en torno al 4%. Mientras que el Indec consigna que la suba debería haber sido del 2,9%.
La yerba es un artículo cuyo incremento es similar al oficial, que es del 5,2%. En las marcas Taragüí, Nobleza Gaucha y Playadito en presentaciones de medio y un kilo, las variaciones oscilan entre 2,5% y 9%, por lo que se puede promediar en un 6%.
El puré de tomates, que no es medido por el Indec, tuvo subas de alrededor de un 3% en las góndolas locales.
En cuanto a los productos de heladera, el organismo estadístico señala que la leche en sachet saltó un 2,4%, y aquí, la marca La Serenísima está un 3% más arriba, un comportamiento similar a las segundas marcas. La manteca, que casi no tuvo variaciones para el Indec, en Junín se incrementó entre un 3% y un 5%. Finalmente, el Yogurísimo firme por 190 g. aumentó casi un 20%, aun cuando los números oficiales muestren un incremento para ese rubro de solo el 0,4%.

Carnes
En esta oportunidad, también se compararon los precios de diferentes cortes de carne en el último mes.
Lo que más aumentó fue el matambre, que tuvo un salto en torno al 11,5%. Además, se observó una suba del 10,5% del peceto, un 10% la tapa de asado, un 7% el azotillo, y un 5% la cuadrada y la bola de lomo, dos cortes clásicos para hacer milanesas.
Otros, como la tapa de nalga, el espinazo, la chiquizuela y la carne picada no sufrieron grandes modificaciones.

Frutas y verduras
Es probable que el de las frutas y verduras sea el rubro, dentro de los alimentos, más difícil de medir, porque las variaciones de precios no solamente están atadas a cuestiones estacionales, sino que las condiciones climáticas suelen influir fuertemente en los precios.
Así se puede observar que, en los lugares relevados por este medio, las naranjas tuvieron aumentos de hasta un 40%, aun cuando todavía es su época. La mandarina, en cambio, apenas subió un 3% en este mes.
Otras frutas que tuvieron ajustes fueron las manzanas (11%) y las bananas (10%).
En cuanto a las verduras, los zapallitos redondos fueron los que dieron el gran salto, aumentando cerca de un 100% solamente en un mes.
Los pimientos rojos con un 65% de aumento, las cebollas con un 50% y las berenjenas con un 36% son otras verduras con grandes variaciones.
Un escalón más abajo están el pimiento verde, con una suba del 25%, un 20% las batatas, un 12% las papas y un 6% los tomates redondos.
Finalmente, casi no hay cambios en la coliflor, el brócoli y la cebolla de verdeo, y hasta una pequeña baja en el repollo blanco.

Dispersión de precios
El relevamiento hecho por Democracia confirmó lo que viene mostrando en los anteriores: que sigue existiendo una gran dispersión de precios en Junín.
De acuerdo a su definición clásica, se habla de dispersión de precios “cuando en un mismo mercado las empresas venden simultáneamente un mismo producto a distinto precio”.
Es cierto que un mismo artículo ofrecido en bocas de expendio distintas se transforma, de alguna manera, en un producto diferenciado puesto que en el contexto de su comercialización incorpora características del establecimiento que lo ofrece: localización, servicios, publicidad y demás. Sin embargo, no se puede hablar de un lugar que sea caro de por sí u otro que sea más económico. Una revisión sobre los productos analizados muestra que una tienda puede tener el aceite más barato y la yerba más cara, otra puede presentar los fideos con el valor más bajo y el azúcar con el costo más alto, inclusive una misma puede tener algunas marcas de arroz entre las más elevadas y otras entre las más económicas.
Esto se ve claramente en que, por ejemplo, a la polenta Presto Pronta de 500 g. se la puede adquirir a $45 en un súper y $74,94 en otro. Es decir que se puede encontrar una diferencia de casi el 65% en el mismo producto.
Y hay más ejemplos. El pack x 5 de galletitas Traviata está a $109,94 en un supermercado y a $130,69 en otro (18,9% de diferencia); al arroz Molinos Ala verde de un kilo pasa de $60 en una tienda a $70,72 en otra (17,9%); la polenta Presto Pronta de 750 g. se encuentra a $76,96 o a $92 (17%).
Esto también se advierte en la carne, aunque ahí se podría argumentar que tiene que ver con la calidad. No obstante, hay espinazo a $111 y a $160 (más de un 44% de diferencia), hay matambre a $359 y a $490 (36%), hay chiquizuela a $200 y a $249 (24,5%), hay tapa de nalga a $380 y a $450 (18%), y hay tapa de asado a $380 y a $430 (13%).
Algo similar ocurre en las verdulerías. Se venden zanahorias por $49 y por $89 (un 78% de diferencia), cebollas por $90 y por $72 (25%), coliflor por $130 y por $159 (22%), manzanas por $120 y por $100 (20%), o batatas por $52 y $60 (15%).