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Damián Gutiérrez y Sergio Recupero arrancaron con Los Gringos hace seis años y se ganaron un nombre en el folclore.
RECONOCIDO DÚO FOLCLÓRICO

Los Gringos: “Somos simples, auténticos y no copiamos a nadie”

Sergio Recupero y Damián Gutiérrez construyeron una carrera artística propia que se unificó en el proyecto Los Gringos, un grupo con el que lograron tener un sello propio. Tocaron en Cosquín, editaron cuatro discos y tuvieron su peña.

Los caminos artísticos de Sergio Recupero y Damián Gutiérrez iban por caminos separados. Ambos estaban dentro del folclore, habían compartido un tiempo en el grupo Canay y luego siguieron con sus respectivas carreras solistas.
Más allá de eso, la amistad se fue haciendo cada vez más sólida, hasta que se dieron cuenta de que podían hacer algo juntos. Así nació Los Gringos, un conjunto que en poco más de un lustro de vigencia logró hacerse de un nombre importante en la escena folclórica, que excede a nuestra ciudad y la región y los llevó hasta el escenario mayor de la plaza Próspero Molina, en el prestigioso festival de Cosquín.

“La amistad fue creciendo hasta que decidimos hacer algo juntos”.

Sus historias
Sergio nació en Santa Teresa, un pueblo del sur de Santa Fe. En su casa se escuchaba mucho folclore y empezó tocando el acordeón, algo lógico si se tiene en cuenta que vivía en una zona donde tiene mucho arraigo la música del Litoral. Luego pasó por la danza, primero en el Ballet de Santa Teresa y luego en el Ballet Mayor de Rosario.
A los 16 años arrancó con la guitarra y de a poco se fue animando con el canto. “Yo viajaba a bailar desde mis diez años, pero no lo disfruté tanto como cuando me subí a un escenario con una guitarra”, recuerda. Y enseguida agrega: “Desde entonces, siempre quise viajar con la guitarra, llegar a muchos lugares, y esa era, inconscientemente, una forma de querer vivir de la música. Por eso estaba todos los fines de semana tocando”.
Tenía 21 años cuando se vino para Junín, donde tenía familiares, porque “tenía ganas de volar”. Acá construyó una carrera solista y, en el medio, formó parte del grupo Canay, en el que también estaba Damián.
“Aun cuando incorporaba alguna canción más moderna, mi estilo siempre fue tradicional”, señala al definirse.
Por su parte, Gutiérrez nació en Junín y su vínculo con la música viene de chico, ya que su abuelo tocó la guitarra hasta sus 101 años, y su padre -bombisto y cantor- formó el grupo folclórico Los Junineros.
Damián recuerda que desde chico él “tocaba el bombo, horas y horas”. Acompañó a Los Marchetto, a Gastón Barral, a Juan Carlos César y muchos otros artistas locales.
Más adelante arrancó con la guitarra y formó parte del grupo Amancay, que luego se convirtió en Canay. Posteriormente, siguió como solista.
“La amistad con Sergio fue creciendo, nos dábamos una mano el uno al otro, hasta que decidimos hacer algo juntos”, afirma.

Los Gringos
El debut de Los Gringos fue hace seis años. Por entonces, Sergio tenía una fecha para tocar con Los Marchetto y, hablando con Damián, decidieron hacer un espectáculo conjunto que se llamara “Gringos”, porque así les decían cuando iban a los festivales. “Las canciones salieron naturalmente, lo hicimos bien tradicional y ahí arrancamos”, afirma.
Según dicen, la propuesta “cayó muy bien en la gente”, así que emprendieron una carrera en conjunto.
En ese camino, abrieron “La Peña de Los Gringos” (ver recuadro), tocaron en el parador de la revista Caras en Pinamar, hicieron temporada en el teatro ReFaSi de Mar del Plata, fueron laureados como revelación del Festival de la Sierra de Tandil y luego de varias presentaciones en el circuito callejero de Cosquín, se coronaron como los vencedores de la edición 2018, lo que les permitió subir al Escenario Mayor en 2019, en horario televisado, contratados por el Festival de Cosquín.
Sergio cuenta que allí también presentaron su disco: “Nos abrieron para nosotros el Fogón Criollo, que es su local, y llenamos el lugar, que es para más de 300 personas”.
El grupo, en el que también participa como bombisto Agustín, que es el hermano de Damián, y el bandoneonista de Venado Tuerto Guillermo Mansilla, también editó cuatro discos: “Con guitarra soy cantor”, “Un tiempo de madrugada”, “Un canto perdido” y “Por el gusto de cantar”. Tres de esos discos fueron grabados en vivo. “De esa manera logramos el color que nosotros queremos”, asevera Damián.
Todos estos son, en definitiva, mojones de una historia que se está escribiendo, que lleva no tantos años, pero sí muy intensos, para un conjunto que tiene un sello propio: “Somos muy simples, hacemos folclore tradicional y le dimos una forma a nuestra imagen, con saco, pañuelo y poncho pampeano, porque nos parece que es una forma de identificarnos y de respetar el escenario”.

“También somos muy luchadores, metedores y corajudos”.

Actualidad
Para Los Gringos es un momento complejo el de la cuarentena. “Hacemos todo lo que está a nuestro alcance para estar cerca de la gente y mantenernos vivos, para luego poder seguir trabajando cuando tengamos la oportunidad”, afirma Damián, quien remarca que todo esto lo hacen sin perder su esencia: “Somos simples, auténticos y no copiamos a nadie. Y también somos muy luchadores, metedores y corajudos, porque siempre emprendemos con nuestros proyectos”.
Y Sergio concluye: “Cuando uno es chico quiere ser reconocido y famoso. Hoy lo que queremos es la continuidad de trabajo, antes que ir a Buenos Aires preferimos andar por todo el interior, sería bárbaro poder recorrer el país cantando”.

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