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En el HIGA –como en los otros centros sanitarios de Junín– los pacientes que cumplan los criterios de casos sospechosos se internan con aislamiento por contacto o por gota.
LA RESPUESTA DEL SISTEMA SANITARIO A LA PANDEMIA

Cómo es el tratamiento que se hace a los pacientes con Covid-19 en Junín

El aislamiento y la atención de síntomas conforman la base para atender a los internados que dieron positivo de la enfermedad. Si hubiera casos graves, podría recurrirse al plasma de convaleciente, pero solo con el consentimiento del involucrado o su familia. La internación puede durar entre dos y seis semanas, dependiendo de la gravedad del caso. A medida que se fue conociendo más del virus, fueron cambiando algunas indicaciones.

En la última semana se conocieron cuatro casos positivos de Covid-19 en nuestra ciudad y el sistema de salud, que venía preparándose para el momento en que empezaran a ingresar los pacientes, se puso en marcha para la atención de los primeros contagiados.
El Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) y las clínicas Centro e Imec fueron las instituciones en donde se alojaron a estos infectados, quienes permanecerán no menos de dos semanas haciendo su tratamiento. No obstante, el tiempo de internación puede variar, dependiendo cada caso.
Es que el Covid-19 no tiene un abordaje específico: no hay un medicamento para curarlo. Lo que se hace es un aislamiento del contagiado y un tratamiento sintomático o de sostén, como se lo llama. Aunque los procedimientos varían en relación a la gravedad de los infectados.
¿Cómo se trata, entonces, a los pacientes con Covid-19 en Junín?

Sospechosos
Todo el proceso arranca con la detección de los casos sospechosos. Para eso, tanto en el hospital como en las clínicas de la ciudad, se estableció una mesa de “triage” en donde el personal de salud le hace un breve interrogatorio a cualquier persona que ingresa al centro sanitario sobre sus síntomas y si viajó en los últimos días a algún lugar de circulación viral.
Como todos ya tienen espacios dispuestos para la atención de casos de Covid-19, pasado ese primer cuestionario, los pacientes respiratorios febriles pasan a ese sector en donde el personal, con todas las medidas de protección que corresponde, hace la evaluación de esa persona, a partir de un nuevo interrogatorio, más minucioso, sobre síntomas y antecedentes epidemiológicos.
“Con base en las definiciones del Ministerio de Salud, que son bastante estrictas y muy dinámicas –de hecho, cambiaron hace unos días los criterios–, se califica al paciente como sospechoso o no sospechoso”, explica el médico Gabriel Erbiti, coordinador de la sala de internación de la Clínica Centro.
Una vez que se ratifica que se está frente a un caso sospechoso, debe clasificárselo como un paciente leve, moderado o de alto riesgo, en relación a la gravedad y también al destino que se le va a dar dentro del centro sanitario, es decir, si va a una sala general o a terapia intensiva. “Eso se establece por un criterio clínico, por antecedentes del paciente, por factores de riesgo y demás: no es lo mismo uno de 20 años y sano que uno de 88 años y diabético e hipertenso”, ejemplifica Erbiti. A eso se le agregan otros estudios complementarios.

Positivos
Una vez clasificado, se le da el destino dentro de la institución. El paso siguiente es la toma del hisopado. Para Erbiti, “ese es un momento crucial, hay que hacerlo con todas las recomendaciones y precauciones porque es una acción de mucha exposición para el que lo hace”.
Una vez tomada la muestra, se envía al hospital, donde se acondiciona y se traslada al Centro de Investigaciones Básicas y Aplicadas (CIBA), que es el laboratorio de la Unnoba en el que se hace el análisis.
Hasta tanto haya un resultado oficial, al paciente sospechoso se lo trata como si tuviera Covid, de manera preventiva.
“Hoy por hoy se están internando con aislamiento por contacto o por gota a todos los pacientes que cumplan los criterios de casos sospechosos. Es decir que se los trata como presuntamente positivos y se hace el diagnóstico. Posteriormente, se lo clasifica como paciente leve, moderado o grave. A partir de eso se establece un lugar de internación y un tratamiento a seguir”, resume el doctor Carlos Altamiranda, médico infectólogo del HIGA.
“El sospechoso es positivo hasta que se demuestre lo contrario”, grafica Erbiti. Y luego profundiza: “Al procedimiento se lo llama aislamiento de contacto y de gotas porque es algo que se transmite por gotas que exhala el paciente al toser, al estornudar y demás. Por eso debe hacerse con todas las precauciones”.
Una vez recibido el resultado del análisis, si es negativo se traslada al paciente a otro sector del centro sanitario o se le da el alta, si los criterios médicos así lo indican.
“Podría pasar que un paciente tenga una altísima sospecha –comenta Erbiti– ya sea por síntomas o por contacto estrecho con un positivo y el hisopado da negativo. En ese caso, si el plantel de salud considera que hay muchas sospechas de que podría ser positivo, está recomendado y habilitado a hisoparlo nuevamente”.
Si, en cambio, el resultado del hisopado es positivo, se continúa con el tratamiento.

Tratamiento
Hay que decir que no hay un tratamiento específico para el Covid-19. Es decir, no hay un medicamento que esté probado que lo cure. Entonces, el procedimiento tiene medidas generales y otras específicas. Respecto de las primeras, el aislamiento es una ellas.
“En general, a esta altura el paciente ya está estratificado, se le hizo un laboratorio, alguna radiografía de tórax o imagen pulmonar y demás, para ver si tiene neumonía –indica Altamiranda–; a un paciente leve, sin factores de riesgo, se le hace un tratamiento sintomático, de sostén. Básicamente: se lo cuida y controla, manteniéndolo en aislamiento hospitalario”.
Otra medida general es la de evitar nebulizar al paciente –a menos que sea estrictamente necesario– porque esta acción aerosoliza el virus dentro de la habitación.
“También están las medidas específicas y, en la actualidad, no hay ningún tratamiento definido para el Covid-19. Hubo muchas idas y vueltas con esto, pero actualmente las guías del Ministerio no recomiendan ninguna droga en particular”, puntualiza Erbiti.
Es decir que se trata con los medicamentos y los protocolos que se utilizan para las enfermedades respiratorias.
El doctor Héctor Lorenzo, director de la Clínica IMEC, lo sintetiza: “Con el fin de cumplir con el tratamiento de su patología, al paciente se lo aísla en la unidad y servicio asignado, sin contacto con familiar ni cuidadores, con un monitoreo constante y asistido las veces que sean necesarias. De esta manera, se realiza un seguimiento permanente de él y de sus necesidades”.
El caso puede ser un poco más complejo si el paciente tiene una neumonía. En ese caso, se sugiere hacerle, además, un tratamiento antibiótico.
Esto es, los cuatro casos que, hasta el momento, se están tratando en Junín pueden abordarse todos de manera distinta o similares, porque no hay un tratamiento específico para el Covid-19. “Si hay un positivo que tiene neumonía es probable que le estén dando antibióticos, que es como se trata cualquier neumonía. Y a otro positivo por ahí no se le está suministrando. Son medidas generales y tratamientos específicos, dependiendo del cuadro del paciente. Hoy no hay nada específico para el virus per se”, ratifica Erbiti.

Casos graves
Finalmente, están los pacientes graves. En esos casos, “se discute el tratamiento específico para coronavirus”, señala Altamiranda. Y añade: “Inicialmente existían algunos tratamientos que se fueron recomendando, pero la última norma del ministerio de Salud de la Nación tomó ciertos resguardos respecto de estas alternativas, debido a que no hay evidencias tan claras de beneficios”.
Medicamentos como la hidroxicloroquina, o lopinavir y ritonavir fueron aconsejados y luego puestos en duda, por lo que no hay criterios médicos establecidos para aplicarlos. Aunque, en caso de hacerse, debe ser sobre pacientes graves y con el consentimiento suyo o de su familia.

Plasma de convaleciente
La otra técnica que abrió esperanzas es el uso de plasma de convaleciente, un procedimiento que en Junín se conoce muy bien ya que fue utilizado varias décadas atrás para el tratamiento del mal de los rastrojos.
Sobre esta alternativa, los profesionales son cautos para no generar falsas expectativas. Es que se trata de una técnica cuyos resultados positivos no están comprobados.
De hecho, su utilización está ligada a procesos de investigación vigentes.
No obstante, podría apelarse a ella, solo en pacientes graves y cumpliendo algunos criterios específicos prestablecidos por las autoridades sanitarias nacionales. Aquí también es indispensable el consentimiento expreso del paciente o sus familiares.
En definitiva, esta es una posibilidad que define el equipo médico. “Siguiendo las líneas de investigación del ministerio de Salud de la Provincia, en casos puntuales, graves, siendo consensuado con todos los actores del servicio de salud del Hospital, y con el respectivo y estricto consentimiento informado, se podría utilizar el plasma de convaleciente”, confirma el director del HIGA, Sebastián Meneses.
“Es bueno no crear falsas expectativas y remarcar que el médico no tiene un libre albedrío para hacer determinadas cosas cuando no hay un tratamiento estandarizado”, aclara el doctor Lorenzo, para luego profundizar: “Para hacerlo hay que cumplir requisitos, hay criterios para el uso de diferentes medicamentos en distintos estadíos de la patología en determinados pacientes. El uso de suero de convaleciente en pacientes con Covid positivo tiene categorías, de acuerdo al paciente que tenga síntomas graves asociados, a que tenga comorbilidad asociada (es decir, patologías agregadas como obesidad, hipertensión, tabaquismo, Epoc, diabetes, inmunodeprimidos), o sea personal sanitario. Entrando en algunas de esas categorías, puede ser un paciente pasible de que se use suero de convaleciente”.

Los tiempos
En términos generales, los tiempos de tratamiento e internación por Covid-19 son no menos de dos semanas. Puede ser ese lapso para pacientes leves, y llegar a cuatro o seis semanas si hablamos de casos graves.
Para ello, existen recomendaciones de alta: se deben esperar al menos diez días después de la aparición de los síntomas, y tres días sin fiebre para volver a hisoparlo. Esa muestra deberá dar negativa para que se le autorice el alta.
“Eso también ha cambiado y los criterios de alta son muy minuciosos –explica Erbiti–, nosotros hemos adoptado protocolos, que tenemos escritos y seguimos las recomendaciones. No obstante, así esté clínicamente bien, el paciente debe quedarse internado hasta esperar que se cumplan los criterios de alta”.
A partir de ahí, puede hacer su vida dentro de la normalidad general, puesto que, con el alta, ya quedan fuera del período de contagio.

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