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Una guitarra eléctrica, en proceso de pintura.
LUTHERÍA EN NUESTRA CIUDAD

Un juninense en el arte de hacer y restaurar instrumentos musicales

Se trata de Oscar “Cooters” Acosta. El oficio del luthier, caracterizado por la construcción y reparación, resulta difícil encontrarlo en su estado más puro frente a la fabricación en serie. Sin embargo, la tarea se basa en mantener su esencia y espíritu artesanal.

En los últimos años, en la Argentina se ha vivido un fervor relacionado a la luthería. Muchos son los que han optado por tomar cursos, clases particulares, o llegando más lejos, han realizado la carrera de luthería en la provincia de Tucumán, sede reconocida mundialmente por su excelencia en la materia.
En Junín, Oscar “Cooters” Acosta, además de ser un reconocido músico de nuestro medio, realiza el trabajo fino de reparación, calibración y construcción de instrumentos musicales a pedido desde hace unos 30 años: realiza el traje a medida del músico.
“Hasta el año 92, los únicos y pocos instrumentos que había eran las viejas guitarras y bajos Faim en su mayoría. En ese período yo trabajaba en el taller de mi viejo de chapa y pintura junto con mi hermano, donde comencé a pintar y arreglar los instrumentos de mis amigos, como los herrajes de las baterías”, afirmó el juninense.
De esta manera, a Oscar se le despertó curiosidad y empezó a desarmar los instrumentos eléctricos, para copiar en una hoja el diagrama de los circuitos para después poder armarlos. “Me fui comprando algunas herramientas y así empecé”, recordó.


Luego, empezó con la etapa de fabricar cuerpos o construir algún mango, una labor que fue en crecimiento. “De boca en boca se fueron enterando y llegaron las guitarras criollas por clavijeros quebrados o cajas despegadas”. 
Ese punto establece un común denominador del oficio: lo artesanal como base indispensable en el arte del luthier.
Cuando se abrió la importación masiva proveniente de Asia en la década de 1990, Cooters comenzó a calibrar y cambiar algunas partes por mejor calidad. “Comenzó el tuneo de los instrumentos que es mayormente con lo que se siguió hasta el día de hoy”, pasando por la construcción de varias guitarras y bajos a pedido.
La llegada de Internet “nos dio el acceso a más conocimiento y poder investigar y ver cosas que antes no podías. También, el hecho de comprar materiales afuera contribuyó a que la experiencia se enriquezca más aún”, confirmó.
“También, no hay mejor escuela que comenzar a tener instrumentos en las manos para mantenimiento o reparación, como guitarras y bajos Fender o Gibson para observar su construcción. Es la base de todo instrumento de cuerda moderno”, subrayó.

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