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Para visibilizar su malestar, un grupo de autoconvocados pintó en las vidrieras de los negocios la leyenda “Necesitamos trabajar”.
ACUCIADOS POR LA NECESIDAD DE TRABAJAR

Comerciantes piden abrir sus negocios como están haciendo en otras ciudades

Ponen como ejemplo a localidades como Pergamino, Lincoln, Tandil y Carmen de Areco, que habilitaron otros rubros no esenciales. Mientras tanto, Junín envió protocolos para autorizar más actividades y espera la respuesta provincial. Esta semana mandará otras propuestas. Los mayores reclamos son en el rubro indumentaria. Comercio e Industria organiza un Cyber-Shop para estimular ventas por internet.

Con el paso de los días de aislamiento social, preventivo y obligatorio, el malhumor de los comerciantes que no pueden abrir sus negocios crece más y más. Producto de ese ánimo, el viernes pasado un grupo de autoconvocados organizó una actividad para pintar en las vidrieras de los negocios del centro –y de otras zonas también– la leyenda “Necesitamos trabajar”, con el objetivo de visibilizar la demanda de los comerciantes que hace 45 días que no pueden abrir las puertas de sus locales.
Ese malestar se ve reflejado en los numerosos grupos de WhatsApp que los agrupa, en donde surgió esta movida y se hacen reclamos cada vez más airados ante una situación que es acuciante. 
En los últimos días se ve más gente en las calles y algunos supermercados, lo que incrementa el malestar de los que ven cómo la ciudad recobra parte de su movimiento y ellos siguen sin poder abrir. “Junín funciona con normalidad. Los únicos castigados somos los que tenemos locales en el centro a los cuales, si vamos a trabajar, nos van a multar. Andan todos como un día normal, coches con familias, sin tapabocas”, se quejaba una comerciante.
“Desde el lunes veo lo mismo: vida normal –respondía otro audio en el mismo grupo–, me da mucha indignación porque uno respeta todo por una cuestión de salud y de resguardo”.
Una mujer indignada calificaba la situación como “insostenible” y se preguntaba: “¿Ustedes creen realmente que cada paquete de yerba que uno agarra en el supermercado y que tocó otra gente está desinfectado? No ponen límites para el ingreso, solamente hay una policía con un difusor de agua con alcohol para que se lo ponga en la mano el que ingresa. Ese es el control del super. Entonces, yo con un local no puedo hacer entrar de a una persona cumpliendo un protocolo de higiene, no puedo trabajar, y el resto sí puede”.

Diferencias que molestan
Precisamente, el tema de los supermercados es uno de los que más molestan a los comerciantes que no pueden trabajar. Algo que los representantes e la Sociedad Comercio e Industria de Junín (SCIJ) les plantearon a las autoridades municipales en la última reunión que mantuvieron, el viernes pasado.
Es que las grandes cadenas, autorizadas por ser consideradas actividades esenciales, además de alimentos y productos de higiene y limpieza, también venden ropa, calzado y hasta televisores o equipos de audio, mientras que los comercios de indumentaria y los de electrodomésticos están inhabilitados para trabajar.
Más allá del malestar por estas diferencias en los criterios, esta situación escapa a la Municipalidad, ya que los supermercados fueron habilitados desde el primer día por el decreto presidencial que estableció la cuarentena.

Reclaman la apertura
Es en ese marco que los comerciantes de los rubros aún excluidos reclaman la apertura de sus negocios. Lo están haciendo hace semanas y cada vez con más fuerza. Para colmo, esta semana deberán volver a empezar a pagar sueldos, alquileres, impuestos, con lo que puedan recaudar por ventas online, por WhatsApp o de manera telefónica.
Hasta ahora, el municipio obtuvo la aprobación provincial para reactivar nueve rubros: los que desarrollen actividades de cobranza de servicios e impuestos; oficinas de renta; actividad registral nacional y provincial; venta de mercadería ya elaborada de comercios minoristas a través de mecanismos que no requieran contacto personal con clientes; atención médica y odontológica programada con sistema de turno previo; laboratorios de análisis clínicos y centros de diagnóstico por imagen también con sistema de turno; lo mismo que las ópticas; peritos y liquidadores de siniestros de compañías aseguradoras sin atención al público; y establecimientos para la atención de personas víctimas de violencia de género. 
Pero aún quedan rubros pendientes. En tal sentido, en la SCIJ estiman que entre un 60 y un 65 por ciento de los comercios todavía permanecen cerrados.
¿Qué se necesita para su apertura? Que la mesa de salud apruebe un protocolo sanitario y dé puesta en marcha de esas actividades, para que luego sea enviado a la Provincia, que es quien tiene la última palabra.
El sector de indumentaria es uno de los que más está presionando para poder reabrir sus locales. Ya presentaron un protocolo que no fue aprobado por la Mesa Sanitaria, por lo que mañana entregarán una nueva propuesta con las modificaciones sugeridas por las autoridades.
Mientras esto sucede, en otras ciudades sí se están autorizando aperturas de otros negocios no esenciales. Pergamino, Lincoln, Tandil, Carmen de Areco y Chivilcoy son ejemplos de esto, algunas con habilitación provincial y otras solo con el permiso de la Intendencia.
“Tuve la oportunidad de ver el protocolo que se presentó en Pergamino para habilitar la venta de indumentaria y es muy general, el nuestro era mucho más específico, más claro, y no lo aprobaron. No importa, vamos a hacer uno nuevo con las modificaciones que nos dijeron y lo vamos a entregar el lunes (por mañana) al municipio”, señala una persona que está entre quienes arman ese documento. “Se pasó una semana y se va a pasar la semana próxima y nos siguen entreteniendo con esto”, se quejaba en otro grupo de WhatsApp una comerciante del centro el 1° de mayo. Y otro le respondía: “A mí me parece que están dilatando las cosas con excusas para llegar al 10 de mayo a ver qué pasa”.

“Vamos hacia la apertura”
El secretario de Producción comunal, Eduardo Albarello, sostiene que no existe intención de dilatar nada, sino que “hay un mecanismo para la apertura de actividades mediante el cual, la municipalidad le sugiere a la provincia cuáles se pueden ir flexibilizando, de acuerdo al estado epidemiológico de la ciudad”. 
Y en Junín, la Mesa Sanitaria, conformada por el municipio, el hospital, Región Sanitaria III, las clínicas, la Unnoba y todos los actores involucrados en la salud, es la que aprueba los protocolos para enviar a la Gobernación.
“Vamos hacia la apertura de las actividades, siempre entendiendo que todo depende de lo sanitario y que tenemos estas posibilidades porque Junín está libre de casos. De lo que nosotros pedimos, todavía no tenemos respuesta. Los protocolos comenzaron a volver a los municipios a partir del viernes pasado y en el transcurso de la semana seguirán llegando. Ahora que la metodología está un poco más clara, creemos que Provincia va a ir habilitando de manera más ágil”, se entusiasma Albarello.
Y en relación a las habilitaciones que tienen otras ciudades y que aquí no llegan, agrega: “El municipio no tiene la facultad de autorizar una actividad, solo puede sugerir cuáles pueden funcionar de acuerdo a su actualidad epidemiológica. Quien da el ok para que se puedan desarrollar es Provincia”.
Es cierto que en alguna localidad fue el jefe comunal que tomó la decisión. Pero para ello tomó su propio riesgo, ya que los negocios habilitados por un intendente quedan sin cobertura legal ni de ART, puesto que estaría contradiciendo la cuarentena dictada por la Nación  y la implementación realizada por la Provincia, con lo que el comerciante estaría sin amparo.

“Grandes novedades”
El vicepresidente de SCIJ, Juan Manuel Dos Reis, coincide en que la municipalidad “no tiene la capacidad de tomar una decisión de ese tipo” y autorizar de manera unilateral podría acarrear consecuencias: “Además, cada ciudad tiene sus particularidades, no es lo mismo Lincoln que Junín o que Pergamino, todos tienen sus idiosincrasias y sus formas. Y cada uno presenta sus pedidos de acuerdo a lo que dicen sus autoridades sanitarias”.
Con todo, luego del encuentro de los comerciantes y el municipio del viernes, y de la reunión de la Agencia de Desarrollo de ayer, Dos Reis es optimista respecto de lo que se viene. “Estamos trabajando en conjunto con la Intendencia. Creo que va a haber cambios en la ciudad, que va a venir un proceso de cuarentena segura y administrada, pero tenemos que tomar conciencia de que está en uno mismo cumplir con las medidas de prevención. En poco tiempo pueden haber grandes novedades”, señala.
Asimismo, Dos Reis destaca que en este tiempo de SCIJ, junto con la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y con la Federación Económica de la provincia de Buenos Aires (FEBA), se están realizando talleres de formación en e-comerce: “Desde la cámara se trabajó para sostener la venta online, es una adaptación que se debería ir haciendo de a poco, pero se tuvo que dar de golpe. Comenzamos a hacer cursos sobre mercado pago, billetera virtual, capacitaciones pasa sacar fotos para Instagram, y ahora estamos lanzando una campaña del 20 al 23 de mayo, que se llama Cyber-Shop Junín, donde van a estar los centros comerciales de Junín para tratar de traccionar la venta por internet, un mercado que se va ampliando”.
Para el vicepresidente de SCIJ, a pesar de las dificultades, “se está yendo por buen camino” en esta situación: “Nosotros fuimos el primer municipio de la Provincia que permitió la venta online, hace una semana en algunas festejaban que se había autorizado este tipo de comercialización, que nosotros podemos hacer desde hace mucho más. Ahora vamos por la segunda parte, con la campaña Cyber-Shop Junín”.

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