EN LA HABANA

Estuvo 20 días en aislamiento en un hotel, antes de ser repatriado desde Cuba

Se trata del juninense José Luis Crosetti quien había viajado con su pareja. “La Embajada se portó muy bien”, aseguró, ya en Junín, donde cumple la cuarentena obligatoria.

El 11 de marzo pasado, José Luis Crosetti partió de vacaciones junto a su pareja, rumbo a Cuba, sin pensar en lo que poco después se desencadenaría a nivel mundial y en el país, con la cancelación de vuelos debido a la pandemia de coronavirus.
Consultado por Democracia, el juninense dio detalles de sus días en el hotel, en cuarentena y esperando poder volver hasta que lograron ser repatriados.
 


Suspensión del vuelo
“Teníamos que volver el 22 y fue el día que se suspendieron vuelos. Me repatriaron el 10 de abril”, cuenta a modo de resumen, luego de reencontrarse con sus cosas, su casa y tratar de volver a la normalidad, aunque por el momento solo tenga que cumplir con la medida, por la que recibe distintos llamados y controles para confirmar que esté cumpliendo el aislamiento obligatorio.  
“Habíamos estado en los Cayos y los últimos dos días en La Habana, junto a los padres de mi pareja, que son de Ucrania, cuando nos enteramos de que se cancelaban los vuelos”, cuenta. 
A raíz de la suspensión debieron permanecer en el hotel por veinte días.
“El 26 de marzo salió el vuelo de la vicepresidenta, el único que se hizo”, destaca.

Aislamiento en el hotel
José Luis no reniega de los días en el hotel, aunque no fueron como estar en casa.
“Primero te dejaban salir un poco, pero ya los últimos días no. Podíamos estar en el lobby también y en algún momento habilitaron la zona de la piscina para poder estar al sol, tomar aire”, destaca.
En el hotel compartían la atípica situación con otros noventa argentinos y turistas de Francia e Inglaterra.
“Al suspender los vuelos, los que no podían pagar ese hotel iban a otro, que consiguió la Embajada. De hecho, se portó muy bien la Embajada”, destaca José Luis.
Actualmente, los padres de su pareja continúan en Cuba y según José Luis, hasta el 20 de mayo, deberán estar ahí.
Uno de los problemas que más complica la situación, según indicó, es la conexión a internet.
“No te comunicas fácilmente, internet allá es malísimo y caro. Están 60 años atrasados en esas cosas”.

A casa
Finalmente el sábado pasado, José llegó a Junín y fue controlado por Policía y recibe llamadas desde Sanidad, para chequear el cumplimiento de las medidas.
“Cuando salimos, en Cuba nos dieron barbijos y vinimos a Argentina”, explica. “Al aterrizar el avión, quienes eran de Capital permanecieron arriba y a las personas del interior nos hicieron bajar. Nos tomaron la fiebre, los datos, nos agruparon y luego nos permitieron tomar colectivos o taxis autorizados. A las personas de Capital se les asignaban hoteles”.
Consultado sobre el regreso a Junín, José Luis aseguró que lo mejor fue volver a  estar con sus cosas, en su lugar. Volver a casa.

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