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Cristian Girard, director ejecutivo, concedió una entrevista a Democracia, en la que planteó los nuevos lineamientos.
EL PANORAMA ECONÓMICO Y PRODUCTIVO EN LA PROVINCIA

Cristian Girard: “El objetivo es evitar que las pymes cierren”

El director de ARBA afirmó en una entrevista con Democracia que apuntan a “evitar que la fase final de la crisis” económica termine con las pequeñas y medianas empresas bonaerenses. Cómo será la nueva política del organismo.

El nuevo director de la Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA), Cristian Girard, concedió una entrevista a Democracia, en la que afirmó que “el objetivo es evitar que las pymes cierren, evitar que la fase final de la crisis se las lleve puestas y que puedan mantenerse en funcionamiento hasta que la economía retome el crecimiento”. 
Además, el titular del organismo se refirió a la nueva estrategia del organismo para mejorar la recaudación en territorio bonaerense y las medidas implementadas y en estudio. 

Nos encontramos con un organismo que presionaba más a los pequeños  contribuyentes que a los grandes.

Es una provincia que tiene cerrado el acceso al crédito en los mercados de deuda.

-Asumió en un contexto complicado, de emergencia económica y productiva. 
-Sí, nos encontramos con una Agencia que estaba más enfocada en la prestación de servicios que en el rol de fiscalización, control y generación de percepción de riesgo para evitar la evasión; eso fue una decisión deliberada de la gestión anterior. Nos encontramos con un organismo que presionaba más a los pequeños contribuyentes que a los grandes. Por otro lado nos encontramos con un organismo con 4700 trabajadores, mil menos que en 2015, por lo que es un organismo exigido, con cierta conflictividad interna y, sobre todo nos encontramos con una agencia que viene perdiendo recursos para la Provincia por decisiones de política económica que tomó la exgobernadora (María Eugenia Vidal), como lo es, puntualmente, la firma de un pacto fiscal donde se redujo la alícuota de Ingresos Brutos de varias actividades donde hay sectores concentrados, que son los que más ganaron en los cuatro años de Macri y Vidal. Además esto se da en un contexto donde el endeudamiento en dólares acelerado que tomó Vidal en los primeros dos años de gestión se tradujo, en paralelo con la crisis nacional, en un cierre de los mercados. Es una provincia que tiene cerrado el acceso al financiamiento voluntario en los mercados de deuda y con vencimientos por delante para los cuales no alcanzan los recursos, así que la situación es de restricción financiera, de crisis económica, con un organismo de recaudación que estaba apuntado a los servicios y, en los mecanismos de recaudación, a apretar a los pequeños en lugar de apuntar a los contribuyentes más grandes, que son los que tienen mayor capacidad de pago. 

-¿Cómo se hace para encontrar el equilibrio en una economía en crisis?
-En la ley impositiva buscamos darle un poco más de peso a los impuestos patrimoniales. El 70 por ciento de la recaudación de la provincia de Buenos Aires es Ingresos Brutos y el otro 30 por ciento se compone de un 8% de Inmobiliario; 8% de Automotor; 8% de Sellos; y un resto donde están el impuesto a la herencia y los planes de pago. Pero si sumamos Ingresos Brutos y Sellos –que son los que tienen que ver con la actividad económica- estamos hablando de un 78 por ciento aproximadamente. Lo que nosotros buscamos es que en la estructura tributaria de la Provincia tengan más peso los impuestos patrimoniales y menos los impuestos a la actividad económica, porque estos últimos son más distorsivos. Y en particular en lo que son los impuestos patrimoniales, que sean más progresivos, que paguen más quienes más patrimonio tienen, es decir, que paguen según su capacidad contributiva. Por eso en la ley lo que buscamos fue darle progresividad a los incrementos para poder bajarle la carga impositiva a los que tienen patrimonio de menor cuantía, tanto en el Inmobiliario Rural como en el Inmobiliario Urbano. Nos queda pendiente trabajar para el año que viene en un esquema de progresividad en lo que es automotores y en lo que es Ingresos Brutos. Sí lo que hicimos fue actualizar distintos montos, que son pisos de ingreso de los regímenes de Ingresos Brutos, que fueron actualizados y son valores que no se tocaban desde 2016 y que hicieron que muchas empresas pasaran a ser parte del régimen de Ingresos Brutos y eso implica un costo, además del costo tributario, un costo de administración para los contribuyentes, porque el régimen no es nada simple. También tenemos que trabajar en eso, en una simplificación del régimen para los pequeños contribuyentes. Lo que hicimos ahí fue, al elevar el piso para las alícuotas disminuidas, darle un beneficio a las pymes de no ingresar al régimen de Ingresos Brutos con niveles de facturación reducidos. 
Obviamente que hay un camino para transitar. En concreto, lo que estamos haciendo es tratar de retomar el perfil fiscalizador y buscar los recursos en el régimen de Ingresos Brutos, en los sectores más concentrados y en los contribuyentes de mayor capacidad. Y en lo que es impuestos patrimoniales hacerlo de manera más progresiva, un poco esa es la idea en este contexto de crisis; nada muy brusco porque en una caída de la actividad económica no es recomendable tener una política tributaria agresiva. 



-Muchas veces los que más tienen son los que más evaden, ¿cómo se revierte esa situación?
-En primer lugar, eso configura, desde nuestro punto de vista, una injusticia. Que haya una parte de los bonaerenses que pague impuestos y que haya una minoría que no lo hace. Ahora esa minoría se va a componer, para nosotros, de dos grupos distintos. Por un lado vas a tener lo que es la economía informal, vinculada con actividades de baja productividad. En general suelen ser pequeñas empresas, pequeños comercios que desempeñan su actividad económica en la informalidad. En esos sectores lo que tenemos que hacer es un trabajo de educación tributaria, o sea, una cuestión cultural. Es importante concientizar con respecto a qué son los impuestos, qué implica pagarlos o no pagarlos, qué responsabilidades se asumen. Al mismo tiempo, tenemos que trabajar en una simplificación de los regímenes, porque que a un kiosco le hagas contratar un contador porque no actualizaste los montos de ingreso al régimen de Ingresos Brutos, le estás complicando la vida al dueño de ese comercio, que es un comercio de barrio, no cuenta con un departamento contable para que alguien se ocupe de hacerle la liquidación de Ingresos Brutos. Entonces hay un doble trabajo ahí, la concientización y la educación tributaria, y buscar una simtplificación de los regímenes para que ese tipo de contribuyentes pueda pagar con mayor facilidad. Por otro lado tenés otro tipo de contribuyentes que evaden o eluden el pago de los impuestos, que son los que tienen muchos recursos. Ahí lo que hay que hacer es, por un lado, aumentar la percepción de riesgo y eso se logra a través de un fortalecimiento de la fiscalización. Que vean que el organismo está dispuesto a fiscalizar, a controlar, a hacer un seguimiento inteligente del cumplimiento de las obligaciones tributarias de esos grandes contribuyentes. Y, por otro lado, también, hay que hacer un trabajo de concientización y fortalecimiento de la cultura tributaria, hay que explicar cuál es la importancia de pagar los impuestos, porque hay que pagar los impuestos, sobre todo en una provincia como Buenos Aires, donde hay tantas desigualdades económicas y sociales, y en este contexto de crisis más todavía. Necesitamos infraestructura, necesitamos escuelas, hospitales, seguridad, y todo eso necesariamente se traduce en recursos. Y la forma más genuina que tiene la Provincia de generar recursos es con su recaudación propia. Por eso es muy importante que los que más tiene sean conscientes de la necesidad que tiene el Estado provincial de contar con esos recursos. 

Buscamos darle un poco más de peso a los impuestos patrimoniales.

-¿Cuáles son los planes de pago existentes?
-En el marco de la emergencia económica, el Gobernador (Axel Kicillof) planteó la necesidad de contar con una serie de instrumentos para dar una ayuda a las pymes, que están atravesando una crisis muy fuerte desde los últimos años. En ese contexto estamos trabajando en conjunto con el ministerio de Producción, de Desarrollo Agrario, de Trabajo, en un plan especial para micros, pequeñas y medianas empresas, donde evaluamos una quita importante de los intereses resarcitorios por moras y multas. Todavía no está definida bien la cuantía de esa quita. Tendremos una reunión con el gobernador probablemente la semana que viene, para definir esos detalles. Y por otro lado buscamos habilitar la posibilidad de financiar el capital adeudado en hasta 120 cuotas, es decir en diez años. Con eso buscamos descomprimir financieramente un poco la carga a las pymes, para que puedan regularizar su situación y, al mismo tiempo, al ingresar en los planes de pago, levantar embargos. 
Hay 600 mil pymes que están con deudas con la provincia de Buenos Aires, por un monto de 13 mil millones de pesos. Así que entendemos que el alivio va a ser importante. El objetivo es evitar que las pymes cierren, evitar que la fase final de la crisis se las lleve puestas y que puedan mantenerse en funcionamiento hasta que la economía retome el crecimiento, a medida que maduren las políticas que se vienen desplegando a nivel provincial y nacional.

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