Facsímil de la resolución de cesión de los terrenos ferroviarios, donde especifica que se debe mantener la Cottaj.
INTEGRACIÓN DE LAS TIERRAS QUE DIVIDEN A LA CIUDAD

Predio ferroviario: cuáles fueron los proyectos realizados en otras ciudades

En los últimos años la AABE otorgó numerosos lotes a diferentes municipalidades, a través del programa Preservar, respecto de los cuales las localidades debieron definir su uso. En Córdoba y Mendoza promovieron concursos para elegir la intervención, y en Carmen de Patagones harán un parque central. El acuerdo de cesión en Junín contempla 28 hectáreas y debe respetarse el área de la Cottaj.

El convenio que firmó la Municipalidad de Junín con la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) por la cesión del uso de 28 hectáreas del predio ferroviario establece taxativamente que el área utilizada por la cooperativa ferroviaria debe ser respetada.
En la cláusula sexta del documento, al que tuvo acceso Democracia, se dispone que “respecto a los predios que actualmente utiliza la COTAJ (sic), los mismos deben mantenerse para la operación del taller”. En cuanto a las obligaciones de la municipalidad sobre los terrenos cedidos, el mismo artículo también define que se “deberá conservar y preservar el material ferroviario rodante existente en el inmueble objeto del presente permiso”.
De esta manera, el acuerdo no afecta la zona de trabajo de la cooperativa, como así tampoco el material ferroviario que hay allí.
A partir de estos parámetros, es que deberá definirse el destino que se le da a las tierras que fueron traspasadas a la órbita comunal a principios de mes. Siempre teniendo en cuenta que el permiso sobre el espacio que se encuentra dentro de la Quinta Florida “tiene por objeto destinar el inmueble como espacio verde, recreativo central y equipamiento destinado a práctica deportiva como así también como oficinas de Seguridad Vial y de Defensa Civil”, mientras que, en lo que respecta a las hectáreas ubicadas entre Rivadavia, Primera Junta y Newbery, el destino debe ser “la recuperación de edificios patrimoniales sin uso, para actividades comunitarias sociales de capacitación, formación, de promoción económica, emprendedores, culturales. Asimismo, contemplar el tratamiento de los espacios verdes circundantes”.

Más casos
El de Junín no es un caso único ni excepcional. Es que en los últimos años la AABE otorgó numerosos predios en diferentes ciudades a través del “Preservar”, un programa mediante el cual se cede el uso precario de inmuebles abandonados o subutilizados a comunas, municipios, provincias u ONGs. De esta manera, pueden brindar respuesta a iniciativas locales y revalorizar su función social.
En 2018 fueron firmados 81 permisos. Y, continuando con la misma política, en este año se entregaron más terrenos: en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; en las localidades bonaerenses de La Plata, Avellaneda, Tigre, Ezeiza, La Matanza, Vicente López, Miramar y Junín; en las ciudades santafesinas de Rosario, Funes y Monte Vera; en Córdoba; y en las patagónicas General Roca, Esquel y Carmen de Patagones, entre otras.

Otros ejemplos
En el debate sobre el mejor destino para reconvertir nuestro predio ferroviario puede tenerse en cuenta cómo se resolvieron situaciones similares en otros lugares.
En la ciudad de Mendoza, por ejemplo, se cedió un predio de 24 hectáreas, ubicado en el centro de la ciudad, donde estaba la antigua estación de pasajeros del troncal San Martín que dejó de funcionar en los 90, y hoy está en proceso de recuperación. Para definir el destino de esas tierras se recurrió a un concurso, impulsado por el Colegio de Arquitectos de esa localidad y el municipio.
“El elegido fue un proyecto excelente”, le dice a Democracia el presidente del Colegio de Arquitectos de Mendoza, Hugo Ponce. En su explicación, el profesional destaca que al plan elegido apuntaba a preservar determinados edificios y lugares con interés patrimonial, como algunos galpones, también a revitalizar el área de las vías y el edificio de lo que en su momento era la Estación Central, para convertirlo en un espacio de poliactividades, y además, aprovechar la extensión del terreno para hacer un sector de viviendas que pudiera integrarse a la ciudad.
“Desde el principio estaba claro lo que se quería hacer ahí, con espacios verdes, rescatando un área parquizada, revitalizando también los galpones como edificios patrimoniales, un paseo tipo rambla a lo largo de las vías más la puesta a punto del edificio de la estación”, enumera Ponce.
No obstante, a la hora de implementar el proyecto, surgieron discusiones que todavía están pendientes de resolución. Es que se suponía que del concurso iban a salir, también, los indicadores urbanísticos que pudieran dar la densidad de edificación deseada, cosa que estableció el proyecto ganador, pero que ahora se encuentra en debate. “La idea de un concurso es que esto beneficie a la comunidad y no a los intereses inmobiliarios”, advierte Ponce, teniendo en cuenta que desde la comuna se pretende elevar los indicadores de densidad urbanísticos que estaban en la propuesta original.
Por otra parte, en este predio se pudo abrir la calle Godoy Cruz, que era una necesidad para conectar e integrar los sectores de cada lado de terreno.
Además, se aprovecharon las vías que pasan por allí para que sean utilizadas por el metro-tranvía, que va desde Maipú hasta la ciudad, y la idea es que llegue también hasta el aeropuerto.

Un parque central
La localidad de Carmen de Patagones cuenta con un predio ferroviario en desuso. Ya sin trenes que pasen por allí, las catorce hectáreas de la vieja estación quedaron sin actividad, dentro de una zona clave y aprovechable, rodeada por el aeródromo provincial, la Escuela Agropecuaria Carlos Spegazzini, un complejo de viviendas Procrear y algunos de los tradicionales barrios de la ciudad.
A través del programa Preservar, la AABE le cedió a la municipalidad el uso de esas tierras. “Nuestro proyecto fue el diseño de un parque central, es decir, un lugar en el que pudiésemos extender la actividad recreativa de la ciudad, que hoy está centrada en el río, que es utilizado por toda la ciudad, pero nuestra idea es aprovechar ese terreno para tener más opciones” cuenta a este medio el subsecretario de Planificación y Patrimonio Histórico municipal, Juan Carlos Ricca.
La propuesta pasa por recuperar, también, los antiguos galpones del ferrocarril para hacer actividades recreativas y culturales. “Por el momento –agrega Ricca– se tomó lo que era la estación y se instaló una escuela de formación laboral, a partir de fondos educativos, que nos permitió recuperar ese edificio”.
Pero la propuesta comunal también tiene una finalidad específica. Cada 7 de marzo se celebra en esta localidad la ya tradicional la Fiesta de la Soberanía Patagónica, que convoca a más de 40 mil personas durante cinco días. Y la intención de las autoridades es acondicionar el predio para que la fiesta se haga allí. “Instalando la fiesta y la escuela, estamos promocionando el uso del parque”, señala Ricca.
Al mismo tiempo, se seguirá interviniendo para que el espacio guarde relación con los circundantes como, por ejemplo, la escuela agraria: “Ahí se obtienen productos vinculados a ese rubro, entonces queremos que la feria municipal de venta de verduras esté en un sector del predio, para unirla con la actividad productiva de la chacra Spegazzini”.
A la espera de la llegada de recursos que les permitan avanzar en su proyecto, Ricca explica que lo que se busca, en definitiva, es “que la gente empiece a mirar ese sector de la ciudad”.

“La idea de un concurso es que beneficie a la comunidad y no a los intereses inmobiliarios”.

Otro concurso
Córdoba es otra ciudad que lanzó un concurso, en este caso, para formular un plan maestro de urbanización de los predios ferroviarios de los barrios Alta Córdoba y Talleres.
Para la recuperación de estas 61 hectáreas se plantearon seis estrategias generales de intervención: reestructuración urbana, espacio público, movilidad y conectividad, gestión ambiental, habitabilidad, y densidad y edificabilidad.
El proyecto ganador fue el del equipo encabezado por el arquitecto Alberto Baulina, que buscó generar un sistema articulado entre lo público y lo privado.
Entre sus propuestas, figura: un sistema a través de la continuidad de una traza de flujos peatonales y vehiculares, un generoso espacio de plaza urbana que incluye actividades públicas abiertas y cerradas, programas mixtos (tiendas, minimarkets, sedes terciarias de oficina, vivienda colectiva, estacionamiento, entre otros), pequeñas infraestructuras de corredores peatonales, ciclovías, playones lúdicos, más juegos y recorridos aeróbicos.
Asimismo, se proyectó la localización de 80 viviendas de promoción social, una alta edificabilidad en una zona lateral –en una segunda etapa– con siete torres de 60 unidades, una calle de futura conexión con otros ejes provenientes de los otros sectores, un sistema de pasos peatonales mediante rampas, y la apertura de un mercado municipal.
Sobre su proyecto, al arquitecto Baulina señaló: “Entendemos que los grandes predios públicos tienen que estar controlados socialmente. Por lo tanto, tiene que haber familias, personas que permanentemente estén abordando esos espacios, para que puedan ser, verdaderamente, tomados y ganados por toda la ciudad”.

Universidad de Lanús
La Unnoba no es la única universidad que cuenta con dependencias dentro de un predio ferroviario. De hecho, la Universidad Nacional de Lanús (UNLa) cuenta con su edificio “José Hernández” en un sector que había sido el emplazamiento de los almacenes del Ferrocarril en Remedios de Escalada.
Se trataba de unas doce hectáreas que habían quedado ociosas en donde, luego de un cuidadoso proceso de restauración para rescatar lo originario del trabajo arquitectónico, comenzó a funcionar la UNLa.
En el lugar se hicieron algunos edificios nuevos y se recicló la parte histórica donde funcionaba la administración de los almacenes, manteniendo la fachada y el estilo que tenía, conservando su arquitectura.
Además, las vías que estaban en esas diez hectáreas fueron levantadas ya que, de todas maneras, no se utilizaban.
La edificación, que data del año 1901, había sido sede de los archivos y almacenes del Ferrocarril del Sud así como, más adelante, del Archivo General. Gracias al trabajo de reciclaje hoy cuenta con aulas, sectores administrativos, el Aula Magna, oficinas de laboratorio, dos salones para carreras de audiovisión, cuatro grupos sanitarios, galerías y dependencias de servicios.
Asimismo, el proyecto de la UNLa sigue con el Comedor Universitario, que posee dos salones comedores, cocina, sanitarios, vestuarios para personal y deposito; y los Playones Deportivos que ocupan una superficie de 3000 metros cuadrados, cuyo proyecto incluye dos canchas de básquet, tres de vóleibol y dos de fútbol.