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Aunque los sistemas de comunicaciones colapsen, los radioaficionados están.
HOBBY Y SERVICIO

Club de Radioaficionados: Una actividad que no pierde vigencia, con la intención primordial de la comunicación

Ubicado en Siria 465, en nuestra ciudad, el Club tiene alrededor de 100 socios y según su presidente Marcelo Gualberto, rondan 30 los que se encuentran activos.

La radioafición y su campo de desempeño ha servido siempre para colaborar en distintos ámbitos y situaciones, con la intención primordial de la comunicación y como un servicio a la nación. 
En principio mantuvieron un trabajo conjunto con Defensa Civil, en situaciones en que los sistemas de telecomunicaciones eran precarios o simplemente habían colapsado. A su vez, a lo largo de la historia han sido clave en conflictos bélicos o de catástrofes, como el medio que permitía la comunicación cuando lo demás no funcionaban. 
El 21 de octubre de 1921, un grupo de radioaficionados funda el Radio Club Argentino, que automáticamente se convirtió en el tercero del mundo, luego de Inglaterra y de Estados Unidos. 
Ubicado en Siria 465, en nuestra ciudad, el Club tiene alrededor de 100 socios y según su presidente Marcelo Gualberto, rondan 30 los que se encuentran activos. 
En la sede de dicta el curso oficial de radioaficionados, que permite obtener la licencia y asimismo se han brindado charlas, como es el caso de la escuela Técnica N°1 (ex Industrial).
“Educar y transmitir es también parte de la tarea de los radioaficionados”, destacó el presidente.
La comisión se compone además con Germán Traverso como secretario y Osvaldo Puertas como tesorero.

Una actividad que no pierde vigencia
Con una repetidora VHF ubicada en los cuarteles, lejos de pasar al olvido, el Club continúa trabajando y formando más allá de los avances tecnológicos y la proliferación de celulares.
Lo interesante de esto es que llegado el caso de que haya una emergencia muy grande y los sistemas de comunicaciones colapsen, los radioaficionados están.
En caso de emergencias, de terremotos, se cae todo, pero el radioaficionado aún puede mantener la comunicación.
Para desarrollar la actividad es obligatorio obtener una licencia, lo que según Gualberto una vez obtenida, “habilita al radioaficionado a tener una antena y su estación”. 
Los radioaficionados se manejan a través del código Q internacional especificado, conformado por una serie de palabras en donde la primera letra es la que identifica. 
El código es el número de licencia y es como un documento. 
Gualberto destaca que esta actividad, que es sin fines de lucro, “es muy importante y de hecho todo lo que hoy se conoce comenzó así”.

Cursos
Durante el año se dictarán cursos de radioaficionado, de reglamento y técnica. 
Para más consultas, los interesados pueden visitar la página de Facebook “Radio Club Junín”.

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