Desde hace 10 años, el juninense Luciano Menghini se encuentra radicado en España, desde donde proyecta encarar nuevas travesías por el mundo.
Tras su último viaje, a bordo de una bicicleta, por Asia y Europa, el profesor de educación física se encuentra en Junín y visitó la redacción de Democracia para dialogar sobre sus inicios, presente y futuro, en el que busca unir África y América, a bordo de un velero. “No es fácil terminar un viaje y volver a la rutina”, apuntó.
“Yo estudié educación física en Junín y a España me fui en 2008. Antes estuve en Pinamar trabajando los veranos de guardavida y los inviernos en un gimnasio en Bariloche”, comentó acompañado de su amigo y mochilero Diego Herrero.
“Cuando me llegó la ciudadanía italiana me fui para Europa por curiosidad. Había enviado un curriculum por Internet y me llamaron de Mallorca para trabajar de guardavida, donde me quedé cuatro veranos y después me fui a Pirineo donde estoy ya estable en todas las estaciones del año, como guardavidas, doy clases de natación y trabajo en un refugio de montaña. Hasta ahora era eso y ahora cambia todo”, indicó.
“Tuve que modificar el viaje”
El viaje en dos ruedas había iniciado este año y el objetivo del juninense era unir Asia y Europa, a través de la Ruta de la Seda.
“La idea de la travesía en bicicleta empezó hace 10 años cuando recorría la zona de la Patagonia argentina. En Europa pedaleaba tres semanas, pero siempre tenía que volver a trabajar, por lo que fui en busca del año sabático”, recordó el pedalista.
“Primero volé de Madrid a Singapur donde me quedé un mes con un amigo e hicimos de mochileros en Borneo y Filipinas. Luego comencé el viaje en bici por el sudeste asiático. La idea era hacer los países de Asia central, pero tuve que modificar el viaje” explicó.
“La idea era pedalear por cinco o seis meses y terminar en Vietnam, volver a trabajar en verano y seguir mi vida normalmente. Pero conocí gente en el camino que motivó a seguir y me fui para Mongolia, un país que siempre quise conocer”, afirmó.
Los lugareños lo fueron guiando hacia los caminos para atravesar países como Malasia, Borneo, Tailandia, Vietnam, Camboya y China, donde visitó a los Guerreros de Terracota, que se encuentran dentro del Mausoleo Qin Shi Huang -autoproclamado primer emperador de la Dinastía Qin- y recorrió la Gran Muralla.
“Finalmente hice diez meses en Asia y de Uzbekistán viajé a Frankfurt, Alemania donde con la bici me fui hasta Brujas, por el sur y bajé por la costa atlántica por Francia y terminé en España”, expresó.
“En Mongolia me enteré de que mi madre había tenido algunos problemitas y decidí cambiar, por lo que me salté parte de la Ruta de la Seda hasta Estambul. Mi idea era cruzar el Mar Caspio hacia Georgia y Armenia. Desde ahí entraba a Turquía, Grecia, Italia y España”, reconoció.
Cruzar el Atlántico
“La próxima idea la tengo más o menos vista, que es salir de España, ir por África y cruzar hacia América en barco pasando por Canarias, Cabo Verde, utilizando los vientos alisios que atraviesan el Océano Atlántico”, resaltó.
“Hay unas corrientes marinas que pasan entre Canarias y África que utilizaba Colón, entre agosto y octubre, junto a los vientos alisios, que usan los barcos para cruzar hacia América y llegar a Brasil”, agregó su compañero Herrero.
“Mi idea es luego ir a México, para conocerlo, ya que me llama mucho la atención las antiguas civilizaciones”, subrayó Menghini.
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