Tras el boom de la cerveza, el "Gancia" artesanal toma protagonismo en Junín

El aperitivo es hoy una opción al vino y la cerveza. Es ideal para el verano y además rescata algo muy argentino, que es sentarse y reunirse en la previa a la comida, sea en una casa, en un bar o restaurante.
Luego del boom de la cerveza artesanal, en Junín ya están elaborando el Americano de manera casera, más conocido como “Gancia” por ser la marca líder en su producción industrial y comercialización. 
Rafa Molina, un fabricante de nuestra ciudad, reveló a Democracia que esta práctica “viene por herencia. Mi viejo lo hacía y siempre le mangueaba, hasta que un día me enseñó”. 
Se trata de una bebida muy particular, y sobre todo en combinaciones con frutas, jugos e incluso otras refrescos. El sabor amargo de las hierbas se mezcla con el dulzor del azúcar logrando un coctel amable, agradable de beber, equilibrado y de gran personalidad. 
Tiene la particularidad de extenderse más allá de las fronteras del aperitivo, ya que también se lo consume en diferentes tragos. El famoso “Gancia batido” con hielo y limón es un claro ejemplo de esto. Allí es donde reside su valor: en la versatilidad para adaptarse a distintos momentos y ocasiones.

“Lo preparo en damajuanas de 5 litros, con 2,25 litros de agua mineral, cuatro clavos de olor, 750 gramos de azúcar, medio litro de alcohol para elaborar licores, tres cuartos de naranja, pomelo y limón”, indicó Molina.
“Luego lo dejo reposar 35 días, batiéndolo dos veces por jornada: a la mañana y cerca de la noche. Al momento de sacarlo, utilizo una remera como colador y lo vuelco en una olla. Después a la botella y a la heladera”, informó.
Para tomarlo, al trago “yo lo preparo en la batidora, con hielo triturado, americano, limón, Sprite y vodka”, explicó.
En esta línea, otro productor, Nicolás Rebottaro dijo: “Me invitó un amigo a comer a la casa, donde me hizo probar un Gancia hecho por su suegra y desde ahí empecé a buscar recetas en internet, comencé a probar y a ajustar los sabores. Lo hago para consumo propio”.
“Lo preparo en damajuana por una cuestión de cantidad, ya que dejar fermentar en una botella no tiene demasiado sentido. Tener que meter las frutas cortadas por el pico de una botella es demasiado trabajo para el resultado que uno tiene”, aseguró.