None
Los combustibles ya fueron “descongelados” y esta semana sufrieron un nuevo aumento. También se anunciaron subas en otros servicios y tarifas.
PANORAMA ECONÓMICO

Continúa la escalada de precios en el marco de un escenario de incertidumbre

Hubo remarcaciones previo a las elecciones y, según dicen, esto se dio por temor a una devaluación como la posterior a las Paso. Ya se “descongelaron” los combustibles y se anunciaron incrementos en la medicina prepaga, los abonos de celulares y tarifas. Referentes locales esperan medidas para enfrentar esta coyuntura. La influencia del cepo en la comercialización.

En economía, la incertidumbre provoca comportamientos que podrían definirse como preventivos. Esto es: acciones que tienden a tratar de cubrirse ante la eventualidad de un empeoramiento del escenario general. Y los precios configuran una de las principales variables que se mueve de esta forma. El aumento “por las dudas”, es un acto reflejo muy incorporado, luego de años de sucesivas crisis de distinto tipo y calibre.
Esto se vio reflejado en las últimas dos semanas. Y en ese marco, el hecho más influyente fueron las elecciones del último domingo. Ya las primarias habían dejado marcado a fuego el recuerdo de una devaluación de un 30% luego de conocerse el resultado, y como un perro de Pavlov que reacciona ante el estímulo, empresarios de diferentes actividades remarcaron sus precios antes de las generales, previendo que pudiese haber algún cimbronazo cuando se ratificara el triunfo de Alberto Fernández. El de los alimentos fue, tal vez, el rubro que tuvo el retoque más profundo.
Lo cierto es que, ya sea por la ampliación del cepo cambiario, porque el resultado electoral no fue sorprendente o porque ya no hay margen para más ajustes, no hubo debacle en la economía. Sí enfriamiento, sí estancamiento, pero no caos.
Sin embargo, las remarcaciones en los precios ya estaban hechas y ahora habrá que ver si el índice de inflación de octubre cierra, como dijo el presidente del Banco Central, Guido Sandleris, con “una disminución” respecto de septiembre.
Y más allá de los números, la realidad sigue marcando que los precios se convirtieron en una variable clave para este delicado escenario económico. Sobre todo, si se tiene en cuenta que ya se “descongeló” el precio de los combustibles y se implementó un aumento esta semana, que podría haber otros ajustes antes de fin de año, y que ya se anunciaron subas en prepagas, abonos de celulares y tarifas.

“Falta un plan”
El economista Guillermo Fontán, docente de Micro y Macroeconomía de la Unnoba, sostiene que el clima de incertidumbre conspira contra la estabilidad de precios. Según su análisis, la clave es que hoy no hay un plan: “Hoy debería haber un plan económico y de crecimiento, con un programa de estabilización, que debe tener políticas de precios o antiinflacionarias. Esto es complejo, porque entre los precios incluimos el salario –que es el precio del trabajo–, las tasas de interés –que es el precio del dinero–, las tarifas y los bienes, desde los de la canasta básica hasta los de consumo aspiracionales”.
Y en ese contexto, las señales resultan fundamentales, y el economista no las ve. “Acá la clave es el concepto de expectativas –explica– entonces, cuando hay expectativas de aumentos, nada indica que los precios no vayan a subir. Y si no hay señales claras que permitan cambiar esas expectativas, la inercia hace que se siga aumentando, por más medidas de control que se implementen, porque son efímeras, de corto plazo”.
Es por ello que antes de las elecciones se remarcaron precios, principalmente en los alimentos: porque, ante un escenario de incertidumbre, se hizo un retoque por si acaso. Inclusive, en ciertos sectores, el jueves y viernes previo a los comicios no se entregaron pedidos ni se difundieron listas de precios. “Esto ocurre cuando no hay un plan económico”, agrega Fontán, para luego ampliar: “Cuando no hay precios es porque el que tiene la mercadería no quiere vender porque no sabe a qué valor va a tener que reponer. Recién va a volver a vender cuando tenga más certezas. Y eso se da en toda la cadena productiva, porque los formadores de precios no tienen en claro cuáles son las señales”.
El tema de los tropiezos en la planificación o proyección se ve en que los Productos Esenciales pasaron al programa Precios Cuidados pero con un 13% de aumento, que la nafta iba a mantener su precio estable hasta diciembre y fue descongelada esta semana, que se anunciaron nuevos aumentos de servicios y tarifas, algunos para enero, otros para este mes. “Son muchas las variables en juego –señala Fontán– con un gobierno que ya no tiene poder porque perdió las elecciones, un sector que debería ponerse pero no se pone el traje de gobierno, no da señales claras y solo designó un grupo para manejar la transición. Y si bien desde el punto de vista formal Mauricio Macri sigue siendo el presidente, y está bien que sea así, Alberto Fernández debería dar señales más firmes porque el 10 de diciembre queda muy lejos y no se pueden sentar recién allí a diseñar un plan económico”.

“Relativamente estable”
El empresario Oscar Bringeri, dueño de la cadena de casas de electrodomésticos que lleva su apellido, observa que se está atravesando un periodo “relativamente estable” en lo económico: “Se vendió bien en los días anteriores a la elección, después bajó un poco. Hubo cierta expectativa a otra corrida del dólar, por eso la gente compró los últimos días de la semana pasada”.
Según dice,  en las últimas semanas hubo un aumento de precios de alrededor de un 5% en su rubro. Además, recuerda que antes de los comicios, durante algunos días no había precios. “Quisimos comprar algunas cosas y estuvieron las ventas suspendidas”, comenta, aunque esto ya se revirtió en esta semana.
Otro punto que destaca Bringeri, es que debieron achicar los plazos de venta, dado que solían extenderse hasta 18 meses y ahora el máximo es de doce. “Por el momento no tenemos pensado hacer más modificaciones, pero esto depende del comportamiento del dólar”, añade.
Es que a la firma también se le achicaron los plazos, porque las tasas están demasiado altas, y eso los obliga a comprar al contado la mercadería que luego venden a doce meses. “Ese es uno de los problemas que tenemos en este momento, pero por ahora lo estamos sorteando”, puntualiza.
Y en cuanto a las expectativas, señala: “Hay incertidumbre, se escuchan o leen ciertas versiones sobre que la situación se podría complicar con el dólar o con la deuda, pero hasta ahora nadie puede dar una respuesta cierta a lo que puede pasar con el nuevo gobierno. Creo que no va a ser fácil. Ojalá que acierten con ciertas medidas para que mejore la situación”.

Aumento y vuelta atrás
En la industria textil también se notó que la votación del domingo tuvo incidencia en el comportamiento de algunos actores. “El viernes anterior a la elección hubo un aumento de precios de las telas, pero el lunes ya se recuperó la normalidad”, resume Sebastián Casanueva, propietario de la fábrica de indumentaria deportiva Fryda Sport.
Casanueva observa que en esta oportunidad “no hubo tantas especulaciones como sucedió en las primarias”. Y, según su análisis, esto tiene una explicación: “Es por el resultado de la elección, porque en nuestro rubro tenemos mejores expectativas con esta nueva administración”.
El titular de Fryda considera que la industria textil “no viene bien, como la mayoría de las actividades” y que el mercado viene “planchado” desde el año 2018: “Ahora esperamos que las nuevas políticas y las medidas que se tomen beneficien a nuestro sector. Es algo que veo en todos mis colegas, en general; la semana pasada estuve en San Martín, que tal vez sea el polo textil más grande, y vi que hay buenas perspectivas”.

Precios dolarizados
Consultado por Democracia, el empresario Claudio Perkusic señala que en el rubro metalúrgico y de la construcción, donde él se desempeña, los valores de la mayoría de los precios están atados al dólar. Y si bien hubo rumores de que en las últimas semanas no había listas de precios en esta actividad, afirma que él siempre las tuvo. Aunque dolarizadas, claro.
“Nosotros pagamos en pesos, pero al valor del dólar del día en que ingresa el pago. Esta actividad está muy dolarizada y las listas son en esa moneda”, explica. Esto se da la mayoría de los artículos, principalmente en lo que tiene que ver con hierros, caños, chapas, y demás productos siderúrgicos.
Lo cierto es que esto les impide, prácticamente, acceder al financiamiento y también otorgarlo a sus clientes. “Se hacen muy difíciles las ventas con cuentas corrientes o con cheques a plazos –afirma– porque si recibimos un cheque a veinte días no sabemos cómo va a estar el dólar en esa fecha y cuánto vamos a tener que pagar la mercadería en pesos. Con la devaluación posterior a las Paso perdimos mucho dinero, porque nos encontramos con una suma importante en cheques y de materiales facturados en cuenta corriente, que habíamos vendido a un dólar de 44 pesos y tuvimos que reponer con un dólar a casi 60. Es muy complicado este rubro en épocas de tanta inestabilidad”.
Eso los obligó a cambiar la forma de comercialización, sobre todo en los plazos, por eso están tomando cheques a no más de quince días y las cuentas corrientes tienen una diferencia con el precio de contado porque no se puede prever a qué precio van a tener que reponer el día que cobremos esa factura.
Con todo esto, Perkusic advierte que en lo que va del año la empresa tuvo una caída en las ventas de un 30%, aproximadamente.
Además, la firma tiene una parte industrial metalúrgica, que se vio afectada por la imposición del cepo cambiario: “Cuando nosotros exportamos algo y sobre eso antes podíamos tener los dólares pero ahora debemos retirar el equivalente en pesos”.
Finalmente, respecto del futuro, analiza: “Se ve complicado. Dependerá de las medidas que tome el nuevo gobierno, si logra frenar la inflación y tener un dólar más estable, y en ese caso las perspectivas serán mejores, pero hoy hay un gran desconcierto. También habrá que ver qué pasa con el campo porque en nuestra zona dependemos mucho de cómo le vaya a la actividad agropecuaria, que es la actividad que mueve la economía. Ojalá que en pocos días podamos decir que la economía arrancó, pero hoy por hoy lo que tenemos es incertidumbre”.

Incertidumbre rural
En referencia a la actividad agropecuaria, el presidente de la Sociedad Rural de Junín, Gustavo Frederking, también advierte que hay un escenario de incertidumbre.
“Los insumos nuestros están dolarizados y, a una semana del cepo ampliado, seguimos igual. Porque nuestra facturación es en dólares”, asevera.
Sobre el escenario actual, considera que “el productor está tratando de cerrar todo lo posible, de calzar las operaciones, por la incertidumbre que se está viviendo”.
Y respecto del futuro, Frederkin subraya su deseo de que Alberto Fernández “sea un gran presidente, porque si eso sucede nos va a beneficiar a todos”. Y concluye: “Ojalá que haya un gobierno de unidad, que se convoque a todos y que nosotros, como sector, estemos incluidos para ser parte de las decisiones. Y que no haya modificaciones ni agravamiento de impuestos, porque nuestra capacidad contributiva está muy al límite. Sobre todo, porque este sector es el motor de la economía, podemos dar puestos de trabajo genuino y darle valor agregado a la materia prima”.

COMENTARIOS