VIAJE DEL PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE SOCORROS MUTUOS AL PUEBLO DE SU PADRE

Cálido y múltiple agasajo de un pueblo de España a un juninense

Armando Luis De Miguel recibió una apabullante cantidad de homenajes y gentilezas de parte de autoridades y vecinos durante su estadía en Benaúla de las Villas (Granada).

El actual presidente de la Sociedad Española de Socorros Mutuos de Junín, Armando De Miguel, trabajó en la parte administrativa del Hospital Regional; luego fue ferroviario durante cuarente años y hoy está jubilado. Acaba de cumplir un hermoso sueño: conocer la tierra de su padre y, como yapa de oro, ser agasajado allí casi como una celebridad.

De Miguel muestra a Democracia uno de los obsequios que le entregaron, una plaqueta que dice «El pueblo de Benalúa de las Villas da la bienvenida al argentino D. Armando De Miguel, deseando que descubra las raíces familiares de sus padres, D. Rafael De Miguel Fernández, benalueño, nacido en 1891».

Recuerdos de infancia


«Desde chico siempre escuchaba a mi padre comentarme sobre el lugar donde había nacido», señala el entrevistado. «Siempre me nombraba un lugar que se llama El Cortijo de las Peñuelas, en España. Benalúa de las Villas era el pueblo, cercano a Granada. Siempre deseé tener noticias de ese lugar».

«Mi padre me contaba muchas cosas. De la abuela, que donde ella lavaba la ropa. Hay una parte en el cortijo donde el agua que brota de la sierra va a una pileta natural, picada en la piedra, donde las mujeres lavaban la ropa».

«Siempre tuve deseos de ir a España, aunque por cuestiones económicas y de otro tipo, no pude. Pero por Internet encontré a un señor que es concejal del lugar, Enrique Pérez Raya. Intercambiamos mensajes, le mandé datos de mi padre, dónde estaba anotado, en fin, hicimos amistad», cuenta.

Invitación


Añade que con motivo de la fiesta de San Sebastián, que se celebra en aquella población la última semana de agosto, lo invitaron a ir. «Yo no creía que esa invitación iba a abarcar tantas cosas», recuerda, asombrado. «Llegué y durante los 23 días que estuve alojado allí, le puedo asegurar que me llevaron a todos lados: a Granada, al lugar donde nació mi padre, y a la casa donde mi padre iba al colegio en Granada. Benalúa de las Sierras está a casi 40 kilómetros de la ciudad de Granada. Los escolares se alojaban toda la semana en un lugar de Granada donde dormían, sin regresar a sus pueblos, por la distancia. El lugar aún está, se llama Ballesteros 16. La casa está en un pasadizo, tal cual como era en la época de la infancia de mi padre. Estuve en su interior, conversé con la gente. También visité La Alhambra».

Agasajos

En su estadía en Benalúa de las Villas De Miguel participó de las fiestas del lugar, con la elección de la Reina, la elección de las carrozas y otros acontecimientos. Cuenta, por ejemplo, que «ellos habían visto en una de las fotos que les envié desde aquí, de la fiesta que habíamos hecho en la Sociedad Española de Junín, donde Mary Torres hizo unos bailes. Nosotros siempre, en la Sociedad Española, durante las fiestas colocamos las banderas de España y de Argentina. Esa foto allá les causó una emoción grande al ver que en la Argentina se colocaba la bandera española en estos actos».

Añade que entonces, las autoridades benalueñas pidieron a la legislatura de Granada una bandera argentina, porque había en Benalúa un argentino que estaba de visita y querían poner esa enseña en la parte más alta del Ayuntamiento, para corresponde con un gesto similar al que se cumple en Junín. «Eso me llenó de emoción», resume.

Mencionado en el pregón

El alcalde benalueño, Luis Garrido García, redactó un pregón, leído allí y en el que señaló que  «este año 2006 quedará marcado en los anales oficiales y privados de Benalúa y los benaulenses, por el acontecimiento especialísimo que supone la presencia entre nosotros de Armando Luis De Miguel, hijo y nieto de este pueblo, que desde su Argentina natal, ha cumplido el sueño de visitar la tierra de su padre, Rafael De Miguel que en 1891, marchó desde el Cortijo de las Peñuelas a la Argentina, en busca de un porvenir venturoso».

«Uno de sus protagonistas»

Tras mencionar que el juninense recorrió sus calles y compartió conversaciones con todos, haciéndolos copartícipes de sus emociones, subrayaron que «lo tienen a él como uno de sus protagonistas. Es hermoso y aleccionador cómo aprecia sus raíces».

Calles angostas

El presidente de la Sociedad Española local ha traído muchas fotografías de allí.

«Prácticamente he fotografiado todo el pueblo de Benalúa; todas sus esquinas, porque es un pueblito hermoso, con sus calles angostas, de tres metros, sin veredas. Son todos pasadizos», comenta.

«La gente es maravillosa. A muchos se les cayeron las lágrimas cuando partí y ya me están invitando para que regrese al año próximo, cosa que no sé si se va a poder ser. Ya les digo, la gente fue una barbaridad de afectuosa y hospitalaria».

Estabilidad económica

«Ese es un pueblo al que en este momento le entra mucho dinero por los olivares, que son muchísimos», dijo De Miguel en otro tramo de la entrevista. «Están todos subsidiados. Para el que tiene una plantación, la Unión Europea le paga 0,63 céntimo de euro por año y por cada planta, produzca o no aceitunas. El sector tiene allí una cooperativa, que es de ellos (son 1.800 socios); también tienen su propio banco. Los alrededor de 1.400 habitantes están muy bien organizados. El que menos tiene es dueño de dos coches. Les puedo asegurar que tienen unas casas hermosas, las han arreglado a todas».

«Allí -continúa- el aceite de oliva está costando 5,50 euros el litro. Saque la cuenta que un euro son cuatro pesos nuestros, con lo cual el litro de aceite sale veinte y pico de pesos el litro. Allá es corriente, no se utiliza otro aceite».

«Así que a los precios de ellos hay que multiplicarlos por cuatro de los nuestros. Pero también allí se gana por cuatro», definió.

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