RECONOCIDO MUEBLERO DE NUESTRO MEDIO

Horacio Bucalá: “Con esto siento que estoy dejando algo a los juninenses”

Junto con su hermano y acompañado de su hija está al frente de la mueblería que abrió su padre hace 70 años. Además, fue un fuerte impulsor de los centros comerciales a cielo abierto en Junín.

El padre de Horacio Bucalá era un inmigrante italiano que trabajaba como artesano del ferrocarril, yendo de una ciudad a otra arreglando las estaciones, que se quedó en Junín cuando se puso de novio con la que sería su esposa, luego de hacerle unos muebles para la casa.
Instalado acá, en 1948 abrió una carpintería y mueblería. Setenta años después, el nombre Bucalá sigue fuertemente vinculado al rubro y al comercio juninenses, de la mano del esfuerzo con el que Horacio, junto con su hermano y su hija, lleva adelante esta empresa familiar.

“Hay muchísimos hogares de Junín que tienen un mueble nuestro”.

Inicios en la actividad
Bucalá se crió en Pueblo Nuevo, donde su padre tenía la mueblería. Hizo la primaria en la Escuela N°2 y la secundaria en el Comercial. Luego de un intento por seguir la carrera de contador, ingresó al emprendimiento familiar.
Arrancó en la carpintería. “Fui aprendiendo toda la parte técnica y de confección de muebles –explica– siempre fabricamos juegos de dormitorios, placares, líneas juveniles”.
Eso fue así, hasta que un comerciante de Buenos Aires le recomendó a su padre que sacara a sus hijos de la carpintería y los pusiera a trabajar en el salón de ventas. “Los hijos tienen que estar atrás del mostrador”, les dijo. Bucalá vio que tenía razón.
“Ahí nos enseñó todo lo que tiene que ver con la atención al cliente –cuenta–, eso fue clave porque hay negocios que, más allá de desarrollar bien la parte técnica, fracasan porque fallan en la comercialización, y así muchos se funden o terminan mal”.

“Siento que, además de brindar un servicio, estoy dejando algo”.

Vaivenes
En todos esos años atravesó los altibajos que sufrió el país.
Según dice, en la hiperinflación del gobierno de Raúl Alfonsín “vivía con el teléfono en la mano”. Y ejemplifica: “Para hacer una venta, llamábamos al fabricante con el cliente presente, preguntábamos el precio y si estábamos todo de acuerdo, se hacía la operación. Por ahí hacíamos lo mismo al otro día y el valor había aumentado un 50 por ciento. Así se trabajaba”.
Luego, durante la presidencia de Carlos Menem, “entraron los muebles brasileros y eso hizo fundir a muchas carpinterías”. Por eso debieron reconvertirse y dedicarse a la comercialización.
La crisis de 2001 también les pegó fuerte: “Teníamos bastante plata en la calle porque en la época de Menem se daba mucho a pagar a plazos, y en un momento el dólar pasó de uno a tres pesos, entonces yo cobraba las cuentas a uno y las reponía a tres. Tuvimos que aguantar ese cimbronazo”.
A eso le siguió “un veranito con Néstor Kirchner, ayudados por el precio internacional de la soja”, pero a partir del 2009 o 2010 “empezó a decaer hasta lo que vemos hoy: no es una merma brusca, pero es como una agonía”.
En la actualidad está volviendo a poner en marcha la carpintería. “Es lo que a mí me gusta, por eso quiero retomarla”, dice Horacio, para luego ampliar: “Me sirve para hacer cosas que no hacen las fábricas, por ejemplo, viene alguien y pide una mesa grande, estilo campo, entonces podemos hacerla. Además, es un beneficio como garantía de lo que vendemos, porque si hay algo roto, lo cambiamos, y lo podemos reparar”.

Centros comerciales
Bucalá es uno de los principales impulsores de los centros comerciales en Junín. Estuvo en la creación de Capynoba y participó del grupo Creo, iniciativa que permitió la remodelación de Sáenz Peña.
“A veces ni los intendentes ni los concejales alcanzan a entender la importancia de los centros comerciales –asegura–, Junín es una ciudad eminentemente comercial, hay más de 10 mil personas que viven de esta actividad”.
Por eso cree que es imperioso estimular este rubro y sostiene que podrían hacerse no menos de diez centros comerciales. A Sáenz Peña, Benito de Miguel y República podrían sumársele las colectoras de la Ruta 7, Intendente de la Sota, Rivadavia del lado de barrio Belgrano, Primera Junta y otras: “Esto generaría una sana competencia entre los centros comerciales, respetando la idiosincrasia de cada uno. Para eso deben hacerse obras de mejora, iluminación, accesibilidad, seguridad, y después fomentar acciones conjuntas, como sorteos y promociones. Hay que entender que la unión de todos beneficia a cada uno”.

“Somos muy familieros y nos gusta esto, el amor por la madera, el cariño por la atención, y eso, que se logra con los años, te va penetrando y no se te va más”.

Balance
Hoy Muebles Bucalá sigue siendo una empresa familiar que, después de 70 años de presencia en la ciudad, Horacio comparte con su hermano Gustavo y su hija.
“Todavía me sigue gustando –afirma–, con esto siento que, además de brindar un servicio, estoy dejando algo a los juninenses, es como decir ‘bueno, Bucalá está acá, en esta casa’. Hay muchísimos hogares de esta ciudad que tienen un mueble nuestro y pienso que esto no es solo una transacción comercial, sino que le estás dando cariño a la gente; estamos felices si se queda conforme, si le solucionamos un problema”.
Finalmente, al momento de hacer un balance, concluye: “Nosotros somos muy familieros y a todos nos gusta esto, el amor por la madera, el cariño por la atención, y eso, que se logra con los años, te va penetrando y no se te va más”.

COMENTARIOS