None
Carolina y Carlos, listos para emprender un viaje sin tiempo ni límites.
EN LAS PRÓXIMAS SEMANAS

De Junín a Alaska, un viaje en combi para romper con la rutina, sin tiempo ni límites

Un matrimonio juninense, Carolina López (44) y Carlos Nazer (53), comenzará a recorrer el continente americano y su objetivo es llegar al extremo norte para conocer nuevos horizontes y culturas. Subsistirán con la venta de panificados que ellos mismos producen.

Más que la meta, la idea de Alaska fue la gran excusa del matrimonio juninense conformado por Carolina López (44) y Carlos Nazer (53) para recorrer el continente americano y viajar a través de su gente, las distintas culturas y los múltiples paisajes; romper con la rutina, sin tiempo ni límites.
Tras dos años de acondicionar una Volkswagen Combi, adaptada con piezas fabricadas artesanalmente y con autopartes de otros vehículos, en pocas semanas los aventureros emprenderán el viaje hacia el sur argentino para luego encarar hacia el norte americano.
Primero decidieron hacer varios viajes en moto y luego abandonaron las ocho horas de trabajo. Después, eligieron la combi como medio de transporte para ir por la gran travesía. Carolina tenía su trabajo en el Sanatorio Junín y Carlos se dedicaba a la metalúrgica desde hacía 30 años.

“Un cambio de vida”
“Siempre tuve estas ganas de salir a viajar. Me gustaba hacerlo en moto, y una buena parte de esas ganas de hacerlo lo pude cumplir con Carolina con quien estoy casado desde hace seis años”, afirmó Carlos a Democracia.
 “Como a Carolina mucho no le gustaba la moto, buscamos una alternativa. De esta manera surgió la idea de comprar una combi. El viaje que teníamos pensado, se modificó en hacer un cambio de vida, por lo que después de hacer un par de viajes con el nuevo vehículo, decidimos transformarlo totalmente a una casilla rodante autónoma”, dijo.
“Con mis conocimientos, durante dos años,  desandamos un proyecto de transformación de la parte mecánica y todo lo que me parecía beneficioso. En mi taller se hizo toda completa: chapa – pintura y reformas; tiene otro motor y nueva mecánica”, destacó.
“Otra de las motivaciones tiene que ver con que en los últimos dos años hemos recorrido bastantes provincias, lugares y hemos llegado a Chile, por lo que siempre nos quedó esa sensación de no querer volver al lugar donde se mantiene prácticamente la mayor parte de la vida. Esa sensación nos motivó a viajar por un tiempo indeterminado”, apuntó. 
Esto también implica un cambio de vida. “Hoy queremos estar desvinculados de la rutina diaria, como para tener la tranquilidad y mentalidad puesta para desarrollar este proyecto que no es fácil, más allá de creerse uno que está preparado”, destacó.
Aunque el alejamiento genera ausencia, también hace fortalecer muchos lazos y valorar a las personas. 
“Yo hace dos años, cuando estábamos arrancando con la combi, tenía una hija internada en La Plata. El 20 de junio último hizo dos años que Luciana se fue y por ese motivo decidimos ponerle ‘Lula’ a la combi, para que ella sea parte del viaje y vaya con nosotros a todos lados. Quiero agradecer a las personas que nos han ayudado, y a mi familia y a mis hijas Luciana, Gisela y Florencia.

“Conocernos interiormente”
“Si fuera por Nazer, ya se iría a la luna. Pero si bien tengo muchas ganas de encarar este desafío, también tengo hijos que me apoyan muchísimo, más allá de que la mamá se va”, dijo Carolina a este diario.
“Primero pensamos en ir derecho al norte, pero lo mejor es empezar de a poco hacia el sur para que el viaje funcione bien con una adaptación de mi lado, ya que para una madre no es fácil”, 
En el viaje buscamos salir, conocer y salir un poco de la estructura; conocernos interiormente, ya que hoy por hoy se vive a mil todo el día  haciendo todo mecánicamente. Quiero conocer todo lo que es interior, las costumbres de cada lugar y comidas; ir a los hospitales, asilos y a los lugares donde la gente realmente necesita apoyo”. 
“Para mí es muy importante agradecer a Catalina, Jazmín y Darío  por apoyar y dejar a mamá como a volar, y dejarme cumplir mi sueño. Porque siempre son los hijos los que se van y no los padres”, apuntó.
En relación a la solvencia del viaje, Carolina se destaca en comidas vegetarianas, veganas y panificaciones, un abanico grande en relación a la alimentación, en la que ambos contribuyen. 
“Como siempre trabajé en metalúrgica y haciendo mantenimiento en empresas, conozco en rubros generales; puedo hacer algún voluntariado o mantenimiento y muchas cosas más”, finalizó Nazer.

COMENTARIOS