PIDEN RESPUESTAS AL MUNICIPIO

San Antonio: “El vecino siente que es un barrio abandonado”

Si bien en el último tiempo se arregló la única arteria con base estabilizada, señalan que sus reclamos no son atendidos. Las principales demandas pasan por el arreglo de calles, mejoras en el alumbrado público, recolección de ramas, y medidas que permitan reducir los riesgos en el cruce de la Ruta 188.

Hace tiempo que los vecinos y fomentistas del barrio San Antonio reclaman que sus pedidos no son escuchados. Y si bien en el último tiempo se hizo una obra de mejoramiento sobre la única calle que tiene base estabilizada, lo cierto es que consideran que, en general, no obtienen respuestas por parte del municipio en los temas que consideran prioritarios.
“El barrio sigue igual desde hace tres años, con las mismas falencias. A mí me gustaría invitar a los funcionarios del Gobierno de Junín para que se acerquen al barrio y caminen las calles”, señala la presidenta de la sociedad de fomento, Mariana Sánchez. Y enseguida agrega: “También estaría bueno que lleguen los servicios porque el vecino siente que es un barrio abandonado”.

El barrio sigue igual desde hace tres años. Estaría bueno que lleguen los servicios porque el vecino siente que es un barrio abandonado. Mariana Sánchez. Presidenta de la Soc. de Fomento.

Las principales demandas de los residentes de este sector pasan por el arreglo de calles, mejoras en el alumbrado público y la recolección de ramas, y alguna acción que permita reducir los riesgos en el cruce de la Ruta 188.

Las calles
Uno de los temas centrales para los vecinos de este sector delimitado por la Ruta 88, la avenida República, Camino del Resero e Italia es el de las calles. Aquí solamente hay base estabilizada en Necochea, que es la entrada del barrio, y sobre esa capa se hizo un arreglo en el último tiempo. “Eso lo fuimos a agradecer personalmente a Mariano Spadano –explica Sánchez–, y también le pedimos si se podía estirar un poco más el mejorado y hacer una ‘U’ para que haya otra salida para los vecinos. Serían seis cuadras más, no es tanto, y ni siquiera estamos solicitando asfalto. Nosotros propusimos que lleguen por Necochea hasta Camino del Resero y desde ahí, hasta Paso, Laprida o alguna otra, para tener dos calles hacia la ruta”.
Sobre este pedido, no obtuvieron respuestas por parte del Municipio. La dirigente fomentista señala que en el resto de las calles “pasan el rabasto”, algo que consideran insuficiente: “Lo que necesitaríamos es que se haga un zanjeado a los bordes para que el agua corra y se desagote. Cuando llueve algunas calles son intransitables”.
Asimismo, solicitan la extensión del transporte público a esta zona, muy alejada del centro de la ciudad.

Mantenimiento
Los lugareños también advierten por temas de mantenimiento. Uno de ellos tiene que ver con la recolección de ramas y montículos, un servicio que –según dicen– no se cumple como corresponde, por lo que se pueden ver acumuladas en las veredas.
El alumbrado público, en tanto, es otro asunto que preocupa a los vecinos de esta zona. “Hay que reclamar permanentemente sobre esto –afirma Sánchez– porque cuando se queman las lámparas se tarda mucho en cambiarlas, me gustaría que se recorriera este barrio, que no tengamos que insistir una y otra vez para que vayan a hacerlo. Hay zonas oscuras en San Antonio”.

Tránsito y seguridad
Para llegar a este barrio hay que cruzar la Ruta 188, lo que genera no pocos peligros para los que tienen que entrar o salir. La presidenta de la sociedad de fomento cuenta que hace dos años pidieron que se coloque un semáforo en alguna de las intersecciones. “Ni siquiera nos contestan ese expediente”, asevera, para luego añadir: “Para nosotros es muy importante tener una respuesta, por sí o por no. Sería una lástima esperar que pase algo para poder implementarlo. En esa zona tenemos iluminación y señalización en República, pero desde ahí hasta Necochea los autos nuevos en la ruta levantan mucha velocidad”.
Finalmente, en referencia a la seguridad, Sánchez asegura que hicieron reclamos a las autoridades policiales para que circule más seguido el patrullero “porque en un momento, no se sabe por qué, había dejado de pasar”. Y en ese tiempo en que disminuyó la presencia de los efectivos de seguridad, “hubo algunos robos de motos, de garrafas, quisieron abrir puertas, y el barrio dejó de estar tranquilo”.
El responsable de la Comisaría Segunda atendió el pedido y, posteriormente, volvieron las recorridas. “Aunque seguimos pidiendo más frecuencias”, concluye Sánchez.

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