RECONOCIDO PILOTO DE NUESTRA CIUDAD

Gabriel Ponce de León: “La adrenalina del automovilismo no la sentís en otro lado”

Fue dos veces tricampeón: en karting y en el TC2000. En el medio, se alzó con el título de la Fórmula Renault. Con casi 30 años de trayectoria, su equipo lo conforman su padre y su hermano y asegura que disfruta trabajar en familia.

Actualmente, como cuando era un chico de pocos años y se pasaba horas en el taller de motos de su padre, Gabriel Ponce de León sigue compartiendo el espacio de trabajo entre los fierros con Roberto, y ahora también con su hermano y dedicado a los autos de carrera.
En el medio, forjó una extraordinaria carrera como piloto, salió tres veces campeón en kartings, una en Fórmula Renault y otras tres en el Turismo Competición 2000. Y aún hoy sigue abrazando esta actividad con la misma pasión del primer día.

“El automovilismo me da esa sensación única de ir rápido”.

Sus inicios
Ponce de León nació en Junín, se crio en el barrio San Antonio e hizo toda su escolaridad en el Colegio Padre Respuela.
Apenas había pasados sus diez años cuando su padre le preparó un karting. Y a partir de sus once años comenzó a probarlo en el kartódromo de Chacabuco. A Gabriel, que había probado con el fútbol y el tenis con más o menos suerte, el karting lo atrapó.
Tenía doce años cuando debutó oficialmente. “Me gustaba mucho –afirma–, el primer año no me fue tan mal, el segundo fue mejor y al tercero ya salí campeón. Fue una escala lógica”.
Entonces subió una categoría de karting, donde también salió campeón, y volvió a subir y repitió campeonato. En total, corrió cinco años y alzó tres copas.

“El día que no quiera ganar o me dé lo mismo, no corro más”.

Fórmula Renault
A los 16 años saltó a la Fórmula Renault.
Si bien de chico decía que le gustaba correr en Fórmula Uno, era consciente de que no iba a ser fácil y no sabía si esto iba a ser su modo de vida. De hecho, se anotó en Contador Público y cursó en el Centro Universitario Regional Junín, pero no se enganchó. Entonces empezó a trabajar en el taller de motos de su padre, donde también estaba su auto.
En la Fórmula Renault estuvo tres años, el tercero fue campeón.

TC2000
Todavía no había ganado su campeonato de Fórmula Renault cuando lo llamaron del equipo de Oreste Berta del TC2000 para hacer una prueba. Según dice, en ese momento “no lo podía creer”.
La prueba fue dos semanas más tarde, en Alta Gracia: “Son momentos que se van dando y uno tiene que subirse al tren. Cuando di la segunda o tercera vuelta ya sentí el auto muy cómodo, no me sentía extraño. Me adapté muy bien y me daba cuenta de que iba rápido. Me hicieron hacer varias tandas de pruebas y me dijeron que había estado bien. Al poco tiempo hice una segunda prueba y quedé en el equipo. Y terminé debutando ese mismo año”.
Era el tercer piloto del equipo en el que también corrían Henry Martin y Daniel Cingolani. En su tercera carrera ya se había subido a lo más alto del podio.
Siguió en la misma condición por dos años y medio. Luego hubo una reestructuración del equipo en la que pasó a tener dos autos: uno conducido por Ponce de León y otro por Walter Hernández.
Ese primer año salió campeón. “Aprendí mucho ahí –comenta–, y lo que se ve es que hay trabajo en equipo. Uno le quiere ganar a su compañero de equipo, como a todos, pero después hay un trabajo en conjunto”.
Permaneció catorce años en el equipo de Berta y ganó los campeonatos de los años 2001, 2003 y 2005: “Más allá de la pasión por el trabajo, el equipo tenía mucha unión. Todos tenían la camiseta puesta y tiraban para adelante, desde el que barría el taller hasta un ingeniero. Y entre los pilotos nos queríamos ganar, pero nos bajábamos del auto y hablábamos sobre lo que hacía cada uno y no nos escondíamos nada”.

“Desde el primer momento en que me subí a un karting ya quería ganar, lo mismo en fórmula y en el TC, y hoy me sigue pasando lo mismo”.

Otras categorías
En 2002 debutó en el Turismo Carretera. “El TC tiene lo popular”, explica, para luego ampliar: “Es una categoría muy antigua y, si bien se hizo mucho más profesional, se sigue trabajando diferente y se puede hacer en la ciudad, en tu taller, y un equipo chico puede competir”. Para Ponce, “correr en TC fue también volver a lo artesanal, a lo del principio”.
Admite que aquí le costó y tuvo altibajos. Le llevó 40 carreras poder ganar en la categoría y recién en 2010 pudo pelear un campeonato.
También lleva varios años en el Top Race, donde terminó subcampeón y tercero pero no pudo salir campeón.
En el año 2014 armó su propio equipo, junto a su padre y su hermano, con el que prepara el auto del TC. Además, sigue en el Top Race con otro equipo.

Balance
Según dice, disfruta mucho el trabajo en familia: “Es lindo, nos divertimos mucho, y después, voy a las carreras con mi hermano, mi viejo, mi vieja y tres chicos que nos dan una mano”.
Con todo, asegura que la pasión sigue siendo el impulso para seguir en la actividad: “El automovilismo me da esa sensación única de ir rápido, esa adrenalina no la sentís en otro lado, es como subirse a una montaña rusa, habrá gente que le gusta y a otros que no. Y también para competir, me gusta ganar, desde el primer momento en que me subí a un karting ya quería ganar, lo mismo en mi primera carrera de fórmula o de TC, y hoy me sigue pasando lo mismo: el día que no quiera ganar una carrera o me dé lo mismo, no corro más. No es fácil ganar, pero sigo teniendo las mismas sensaciones y por eso lo sigo haciendo”.

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