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La zona núcleo podría terminar aportando 7 de las 21 millones de toneladas de trigo que se proyectan para el país.
LA SIEMBRA DEL CULTIVO SE DESARROLLA CON NORMALIDAD

Calculan que la Zona Núcleo aportará siete millones de toneladas de trigo a las proyectadas para el país

Así lo consignó un informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Desde la Sociedad Rural y Federación Agraria de Junín aseguraron que los trabajos recién comienzan y conviene ser prudentes al hablar de rindes.

En los primeros días de la siembra de trigo, informes ya estiman que de la zona núcleo, que comprende, además de nuestra ciudad, Salto, Pergamino, Rojas, Chacabuco, General Arenales, Ferré, Carmen de Areco, Arrecifes y en Santa Fe, la zona de Rosario, Villa Constitución y General López, saldría la tercera parte del trigo argentino, ya que arrancó el ciclo triguero 2019-2020 con un nuevo récord de siembra de 1,6 millones de hectáreas, por lo que la zona podría terminar aportando 7 de las 21 millones de toneladas que se proyectan para el país.
Así lo consignó un informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) sobre el estado de los cultivos de parte de Santa Fe, el sur de Córdoba y el norte de Buenos Aires. 
También remarcó un inicio de la campaña con alta humedad y los autores del reporte consideraron que "la región núcleo es un bastión triguero que resiste y crece". 
Democracia consultó al presidente de la Sociedad Rural de Junín, Gustavo Frederking y la presidenta de la Federación Agraria, filial Junín, Rosana Franco, quienes no negaron el buen comienzo de la siembra pero se muestran prudentes a la hora de hablar de números de cara a los próximos meses. 

Todas las expectativas
“El trigo tiene una ventana más amplia que los demás y puede terminar de sembrarse incluso en julio”, explicó el presidente de la Sociedad Rural de Junín, Gustavo Frederking.
“Recién se está arrancando, los ciclos son largos. Hay alguna incertidumbre en algunos casos respecto de lo electoral, pero en general hay mucho interés en el trigo”.
Si bien el año pasado fue récord, con una cosecha de 19 millones de trigo, Frederking muestra cautela.
“El año pasado hubo alta rentabilidad de soja y trigo. A priori,  la soja de segunda y el trigo irían por ese camino pero es prematuro hablar de números”.
Por su parte Rosana Franco, presidenta de la Federación Agraria también consideró que la siembra “viene bien”.
“Hay trigos de ciclo largo así que el que puede  ya arrancó. Para junio se va a estar todo el mes sembrando trigo y cebada”, estimó. 
En líneas generales, indicó: “se habrá sembrado un 10 o un 15% de lo proyectado. El productor está buscando financiamiento y no hay, eso está retrasando un poco. En diciembre hay que pagar alquileres, impuestos. Pero sin dudas es la apuesta fuerte, ya se cosechó todo y empiezan los vencimientos”.
Sobre las consideraciones económicas, al igual que Frederking, guarda reservas: “Esos números se hacen en el aire, acá hay seis meses de trabajo y a ver cuándo se va a sembrar exactamente. Además somos una fábrica a cielo abierto, hay que ver qué pasa también con el clima, ojalá acompañe bien”.

Más hectáreas y más rindes
El informe remitió también al fatídico martes 2 de octubre del 2018, en que una helada se llevó por delante a los lotes de trigo que tenían la espiga emitida. 
"A pesar de pasar sin agua las etapas críticas y 105 mil hectáreas pérdidas, en gran parte por masivos eventos de granizo, se produjo 4,7 millones de toneladas de trigo. La siembra fue récord, pero los rindes estuvieron lejos de serlo", sostuvieron. 
En los dos ciclos anteriores, los rindes fueron excelentes pero el área cultivada apenas se despegó del millón de hectáreas. 
"Finalmente, en este nuevo ciclo podría unirse mayor hectareaje con mayores rindes. Con 140 mil hectáreas más que el año pasado, se apunta a una siembra de 1,6 millón de hectáreas. Aparte, habrá más recursos que el año pasado: la inversión y la tecnología a aplicar serán mayores", manifestaron. 
Los técnicos de GEA precisaron que "el potencial es enorme para el trigo de la región, todo está dado para alcanzar siete millones de toneladas en un ciclo que Argentina proyecta 21 millones de toneladas".
Así con el pie derecho arrancaron a sembrarse los primeros lotes de trigo, no obstante hay sectores que necesitan algunos milímetros más para completar el perfil del suelo y asegurar las primeras etapas de crecimiento del cereal de invierno, como en el extremo sur de Santa Fe.
De todos modos no descartan la siembra; los ingenieros consultados por GEA confirmaron que "se baja la tecnología y se siembra igual. Si luego llueve, se re fertiliza con nitrógeno", al revelar que buscan diferentes estrategias para mantener al trigo en la rotación de cultivos.

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