Presentes ante los monolitos que recuerdan a los héroes fallecidos.
EMOTIVO ACTO

Reinauguraron la plaza Héroes Caídos en Malvinas, en barrio 11 de Julio

Vecinos del barrio 11 de Julio estrenaron la refaccionada plaza Héroes Caídos en Malvinas, con obras realizadas por ellos mismos y la colaboración de la Sociedad de Fomento del lugar.

Ayer, en el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, se realizó la reinauguración de la plazoleta Héroes Caídos en Malvinas, en el Barrio 11 de Julio.
Este espacio fue reacondicionado totalmente por los vecinos del barrio y la sociedad de fomento del mismo. La plaza fue hecha prácticamente a nueva, con los cuatro pilares que contienen placas que recuerdan a los héroes que murieron en la Guerra del Atlántico Sur: Alfredo Jurío, Gustavo Daniel Seitún, Ricardo Gurrieri y Miguel Ángel Soriano (Baigorrita).
Varios de los presentes fueron sorprendidos gratamente por lo lindo que quedó este espacio público dedicado a los Héroes Caídos en Malvinas.
Estuvieron presentes miembros de la comunidad, concejales de Unidad Ciudadana, Frente Renovador y Peronismo juninense, fomentistas, veteranos y vecinos, 

El juninense en Malvinas
Entre los presentes en este emotivo acto llevado a cabo en la Plaza Héroes de Malvinas, estuvo Sergio Bustamante, único juninense sobreviviente que participó de la toma del territorio en  Malvinas el 2 de abril de 1982,
En diálogo con TeleJunín, el veterano recordó la gesta con profunda emoción. Como integrante del Batallón de Infantería de Marina N° 2 (BIM 2 Esc), y de la denominada Operación Rosario, Bustamante, cuando tenía solo 19 años de edad, desembarcó en Malvinas en aquella fecha.
Había partido de Puerto Belgrano, supuestamente dirigiéndose al Canal de Beagle… Solo un día antes de desembarcar en Malvinas, él y sus compañeros del batallón se enteraron de que iban a tomar Malvinas.

Operación Rosario
“Habíamos sido incorporados el 1 de abril de 1981 y en el viaje a b cumplimos el año de soldado. Pero todo arrancó el 27 de marzo de aquel año, cuando después de desayunar y antes de izar el pabellón, nos alistamos. Había trascendido que podría haber un conflicto con Chile nuevamente”, explicó el entrevistado.
“Aquel día estuvimos todo el día en Plaza de Armas, al lado del armamento porque estábamos esperando la orden que nos dieran para subirnos a los camiones que nos llevaban a Puerto Belgrano. Llegó la noche, descansamos pero no desarmamos el armamento. El día  28, a las 10.30 llegó la orden de que teníamos que embarcar a los camiones. Nos llevaron a Puerto Belgrano y embarcamos en el buque de Cabo San Antonio, que era el único buque para desembarco anfibio que tenía Argentina, ahora ya no lo tiene más”, dijo Bustamante.
“Ya estaba toda la flota preparada, el portaviones, etc. A las 11.30, embarcamos, supuestamente íbamos a Canal de Beagle porque nos habían hecho creer que había conflicto con Chile. Empezamos a navegar mar adentro, pero nos parecía raro. Nosotros estábamos muy cerca de la baja, nos quedaban dos o tres meses de soldado”, apuntó.
“Para el 29 estábamos muy dentro del Mar Argentino, con olas de 6 a 7 metros de alto, tuvimos tres días de temporal, navegación, y no nos podíamos ni parar dentro del buque. Nadie sabíamos a dónde íbamos, porque para ir al Canal del Beagle no se podía navegar tan adentro del mar.

Malvinas
Sergio Bustamante continúa con su relato en una operación que lo lleva a Malvinas. “El 1 de abril, a cinco días de navegación, el comandante de la Fuerza de Infantería de Marina, el contralmirante Alberto Büsser, a las 18.30 nos comunica por los altos parlantes del buque que la misión era Malvinas”, recordó.
“A las 18.30, el misterio se develaba, nuestro comandante nos daba una arenga patriótica y nos anuncia que nuestra misión era la de desembarcar y recuperar Malvinas. En ese momento y con un Viva la Patria bien fuerte nos abrazábamos y muchos, con lágrimas en los ojos, comenzábamos a despedirnos, ya que podría ser nuestro último sol. Luego de un rato comenzó todo el alistamiento de mochila, armamento y municiones de guerra real. Esa noche, nadie durmió”, recordó el veterano de Malvinas.
“A las 6 del 2 de abril, con desembarco anfibio, pisamos tierra. El primer objetivo de nosotros, a tomar, fue el Aeropuerto, porque allí es donde la fuerza contraria espera desembarco aéreo invasor. Encontramos la pista llena de pertrechos: camiones viejos, tractores, tuvimos que desalojar la pista, para que estuviera operable. Al igual que nosotros, ellos se enteraron un día antes que íbamos a invadir Malvinas, supuestamente por información chilena”, dijo.

Los nombres
Sergio Bustamante también recordó que en el 2013 volvió a las islas. “Fuimos con compañeros laborales, porque éramos ocho, pago por el sindicato telefónico”, aclaró. 
Respecto a la iniciativa de poner los nombres a las tumbas, de los caídos en Malvinas, Bustamante afirmó: “es lo mejor que hicieron. Porque los que murieron allí no son NN, tienen nombre y apellido”.