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LA CIENCIA Y LA CULTURA DE PUEBLOS ORIGINARIOS

«Plantas que curan», un trabajo que investiga la medicina mapuche

Alumnos de la Escuela Media Nº 5 participarán de la Feria Provincial de Ciencia y Tecnología, a través de la presentación de un interesante trabajo de investigación.

El trabajo denominado «Plantas que curan», realizado por alumnos de la Escuela Media Nº 5 participará de la próxima Feria Provincial de Ciencia y Tecnología, que se hará los días 25, 26 y 27 del corriente mes, en San Bernardo. Se trata de un interesante trabajo cuyo eje central es la posibilidad cierta que tienen las hierbas de curar al hombre sus dolencias, siendo uno de los ejes de la investigación la «medicina» mapuche. Medicina que cuenta con el respaldo de toda una cultura milenaria, originaria de América.

Una de las personas consultadas por los alumnos es Jorge Urquía, de ascendencia mapuche, radicado en Los Toldos, dedicado al arte de curar aplicando la filosofía y los remedios de sus ancestros.

Participantes

Los alumnos Mercedes Prado y Leandro Vivier son los responsables de exponer el trabajo que además cuenta con la colaboración de los 16 alumnos de 3º año de Polimodal «Ciencias Naturales», turno tarde, entre ellos Florencia Introcaso, Rocío Mangano, Selena Campillay y Florencia Jacob. Las profesoras asesoras son Fernanda Pescialo (Biología), Ana Adó (Alimentos) y Silvia Rinaldi (Proyecto e investigación).

La directora de la mencionada escuela media es María Rosa Da Valle. Cabe aclarar que fueron consultados por los alumnos, además de Urquía, el Dr. Saidman y la farmacéutica Marcela Pugliese.

Visita a Los Toldos

En el marco de la preparación de este trabajo, presentado en las instancias distrital y regional de la Feria de Ciencia y Tecnología, y uno de los elegidos para la Feria Provincial, los alumnos viajaron a Los Toldos acompañados por la profesora Adó y la preceptora Mariel Cabral.

«Queríamos ver cómo eran ellos, los mapuches, y la visita nos sirvió mucho. Son personas que llegan a uno porque saben explicar. Yo le preguntaba algo, que ellos quizá podían responder así nomás, pero me explicaban todo. Y fue así que hay palabras en mapuche, que yo no sabía ni una, las aprendí», expresó la alumna Mercedes Prado a DEMOCRACIA.

A San Bernardo

La Feria Provincia de Ciencia y Tecnología está organizada desde el Ministerio de Educación, entidad que se hace cargo de los gastos de viaje y estadía para los dos alumnos responsables y una profesora asesora.

La directora del establecimiento, Prof. María Rosa Da Valle, acotó que la principal dificultad que hubo en el desarrollo del trabajo fue la falta de bibliografía disponible sobre plantas.«Los libros que nosotros usamos son contados con los dedos, por eso valoramos el gran apoyo del Sr. Urquía», apuntó Prado.

Las hierbas

«Yo trabajo con las hierbas, con todo lo que es medicina natural», expresó Jorge Urquía, quien manifestó a DEMOCRACIA que era la primera vez que lo consultaban desde una escuela.

«Fue así que vine a dar charla a los chicos sobre este tema y me gustó mucho porque algunos de ellos son mapuches, como yo», dijo.

Al explicar en qué consistía la medicina natural, el especialista dijo: «El principio activo de cada medicamento es la naturaleza por lo tanto eso quiere decir que si existe una pastilla para el hígado, hay una planta para el hígado; si hay una pastilla para la circulación de la sangre, es porque hay una planta para la circulación de la sangre, y así podemos referirnos a todas las dolencias que puede tener la gente».

Fumigación asesina

«De todas las hierbas medicinales que usaban acá nuestros ancestros, un porcentaje muy alto desapareció con la fumigación, con los agroquímicos, etc. pero igualmente hay. Cuando nuestras machís quieren curar, muchas veces no encuentran la planta, el problema es que acá no hay, entonces nos encontramos con que nosotros, mapuches, tenemos que ir a una herboristería a comprar la planta porque no nos queda otra», explicó.

«Nuestro conocimiento medicinal fue desprestigiado. Por eso la gente hoy, cuando escucha hablar de los yuyos medicinales lo toma como algo muy superficial, o el sistema mismo lo plantea como ‘la medicina de la abuela’, o ‘la medicina de los antiguos’, y es medicina actual», señaló.

Calidad de vida

«Uno lo que busca es calidad de vida, y esa calidad de vida hoy por hoy lo encuentra en la farmacia, porque quiere una respuesta rápida a sus dolencias, entonces ahí es donde aparece el medicamento. Una bayaspirina, para el dolor de cabeza, te hace efecto en pocos minutos. Este remedio lo sacan, entre otras cosas, de la cáscara del sauce blanco, que tiene un principio activo que es extraído, procesado con un agregado de cafeína y otras drogas. Pero nosotros seguimos utilizando la cáscara de sauce verde, no me hace efecto a los pocos minutos, posiblemente me haga efecto al otro día, pero es mucho más amplio y más duradero.

El dolor de cabeza no aparece porque sí, sino es consecuencia de algo, por ejemplo podría ser un malestar en el hígado que todavía no llegó a ser ataque de hígado; podría ser de un estado nervioso, entonces la cáscara de sauce blanco además del principio activo en cuestión tiene otros componentes que actúan sobre el sistema nervioso, sobre el aparato digestivo, por lo que es una cura más completa», expresó.

Amplia y sencilla

«La medicina originaria es muy amplia y muy sencilla a la vez. En las comunidades nuestras, que mantienen sus conocimientos mile-narios, no hay enfermos, y no es porque seamos ma-puches o indígenas, sino es por una visión de la vida.

Es la forma de ver la vida, cuando uno logra una armonía con el yo, con la familia, con todo el entorno, y cuando hablamos de entorno, decimos todo lo que nos rodea (plantas, animales, agua, tierra, aire), ya que cada ser vivo tiene un espíritu, está vivo por algo, no porque sí. Por eso nosotros no talamos los montes, por ejemplo, no matamos animales para comercializar, ni por deporte. Nos hicieron creer que estamos evolucionados y es una enorme mentira, sólo se usa más tecnología», sostuvo Urquía.

Sólo tecnología

«La medicina moderna no superó para nada, en absoluto a la medicina milenaria. La medicina moderna lo que tuvo fue un adelanto tecnológico.

Hoy puede mirar el estómago por una pantallita, y al corazón también, pero ¿cómo se cura?. Volvemos a lo mismo, a esas hierbas, a ese principio activo que sacan y lo convierten en medicamento», dijo.

«Nosotros no tenemos patente, no patentamos la medicina, nunca nos hizo falta. Hoy los científicos siguen usando nuestro conocimiento, nada de lo que se descubre para curar fue por casualidad, ni nuevo», señaló.

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