CON EL OBJETIVO DE DESCOMPRIMIR ESOS CUELLOS DE BOTELLA

Licitan la construcción de una línea de alta tensión entre Mendoza y la Región

La obra bajo la órbita PPP consiste en un tendido eléctrico de 500 kV, entre E.T. Río Diamante (San Rafael) y la nueva E.T. Charlone (partido de General Villegas) donde se bajará el voltaje a 132 kV y realizarán cinco cableados de subtransmisión hacia localidades vecinas.

La Secretaría de Energía juega su primera experiencia en la ampliación del sistema en alta tensión bajo el esquema de Participación Público-Privada (PPP), poco después del desembarco de Gustavo Lopetegui.
A través de la Resolución 81/2019, el Gobierno decidió “llamar a licitación pública nacional e internacional con el objeto de contratar la construcción de la línea de extra alta tensión (500 kV) entre E.T. Río Diamante (San Rafael, Mendoza) y la nueva E.T. Charlone (partido de General Villegas); estaciones transformadoras, obras complementarias y cinco líneas de subtransmisión de 132 kV hacia localidades de la Región.
El proyecto consiste en la elaboración de un nuevo tendido de 490 km que conectará la estación de Río Diamante con una nueva planta transformadora que bajará la tensión a 132 kV en Coronel Charlone, noroeste de la provincia de Buenos Aires. 
Ya en 2018, se había publicado un pre-pliego, pero luego de la disparada del riesgo país y de la corrida bancaria, las autoridades frenaron el paquete de licitaciones de PPP, afectando el plan de ampliación planificado que preveía ocho nuevas líneas de alta tensión, por más de 2.100 km de extensión.
La semana pasada se decidió reflotar esta línea, y según informan desde el Gobierno, en el pliego se establece que el 33% de los insumos electromecánicos deberán ser provistos por la industria nacional. En el pre pliego que se publicó el año pasado figura como período de construcción previsto para la obra, 33 meses.
Por su parte, el presidente de BICE, Francisco Cabrera, sostuvo: “La estructura de financiamiento a largo plazo de las PPP es clave para el desarrollo de la infraestructura que tanto necesita nuestro país. Por eso desde BICE estamos comprometidos a impulsar estos proyectos. El de hoy es un paso fundamental”.
Cabe destacar que además el proyecto tiene por objeto la operación y mantenimiento de la línea de alta tensión y obras complementarias.

El plan anterior
Un documento elaborado años atrás, cuándo se encaminaba el esquema de PPP, detalla el plan de ampliación del sistema de transporte eléctrico con mayores detalles, en el que se destaca otro tendido eléctrico de alta tensión entre Charlone y Plomer (415 km).
De acuerdo a los cálculos del Gobierno – considerando las estaciones transformadoras – serán necesarios 2.500 millones de dólares por parte de los privados, encargados de financiar en un comienzo las obras a través del sistema de inversión PPP.
Como tercera necesidad para licitar, el proyecto del Gobierno incluye los extremos geográficos: más tendidos desde el NOA, para transportar la energía fotovoltaica de las provincias con mayor recursos hacia los centros de consumo; también líneas desde Santa Cruz hasta hacia la Provincia de Buenos Aires para evacuar la energía de las represas.

Cuellos de botella 
Durante 2016 y 2017, en el marco del Programa RenovAr, la hoy Secretaría de Gobierno de Energía adjudicó contratos de largo plazo (PPA, por sus siglas en inglés) para centrales térmicas y proyectos de energías renovables. Se buscó remediar la vulnerabilidad del sistema eléctrico y, a su vez, empezar a diversificar la matriz energética por medio de la incorporación de fuentes de generación de energías conforme a la Ley de Energías Renovables.
A diferencia de las adjudicaciones de PPA, en las que el entonces Ministerio de Energía actuó a través de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico SA (CAMMESA), el ente contratante de este nuevo proyecto PPP será la compañía estatal Integración Energética SA (ex-ENARSA).
Por lo general, el transportista toma la energía producida por el generador y la conduce a los lugares donde será luego entregada a los distribuidores, quienes, a su vez, la entregarán a los usuarios finales.
Sin embargo, debido a la falta de inversiones destinadas a ampliar la red de transporte existente, en la actualidad existen cuellos de botella que afectan la posibilidad de continuar ampliando la capacidad instalada o impulsar una mayor penetración de energías renovables en la matriz energética. 
Con el objetivo de descomprimir esos cuellos de botella, el Gobierno apuesta al mecanismo de contratación pública o PPP, recientemente utilizado para adjudicar corredores viales por peajes. Se ha sostenido que el sistema PPP —correctamente instrumentado— puede constituir una herramienta superadora de la obra pública “tradicional”, particularmente, en situaciones como la actual, donde se necesita revertir un déficit de infraestructura pública enorme, sin aumentar el gasto público.