INVERTIR EN EL SECTOR

El mercado inmobiliario rural padece las “ventajas” de la renta financiera

Consideran que "sigue siendo más atractiva tanto en el exterior como en colocaciones locales, compitiendo fuertemente con las inversiones productivas" en el sector. No obstante los alquileres en la zona se mantienen y destacan que no merman las consultas.

La Comisión Directiva de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (Cair) indicó en un informe que el segundo semestre de 2018 se desarrolló bajo un profundo agravamiento en la actividad de venta, compra y alquiler de campos debido a "las condiciones económicas del país".
Consideraron que "la renta financiera sigue siendo más atractiva tanto en el exterior como en colocaciones locales, compitiendo fuertemente con las inversiones productivas", como es el mercado inmobiliario rural.
Democracia dialogó con referentes del agro local, quienes dieron su visión sobre la situación que atraviesa el sector, las operaciones de ventas y la demanda de alquileres.

Operaciones en stand by
Consultados Gustavo Frederking, presidente de la Sociedad Rural de Junín, Manuel Carnelli, de Carnelli Inmobiliaria y Rosana Franco, presidenta de la Federación Agraria, Filial Junín, todos coincidieron en que las operaciones de venta son escasas y no sorprende que la situación de la renta ofrezca otro panorama a los inversores por sobre el campo. 
Gustavo Frederking consideró que “no se están dando operaciones de ventas y mucho menos al nivel en que se daban antes”. Uno de los factores que considera el presidente de la entidad ruralista es la situación de los créditos.
“Lo que sucede es que no hay créditos porque son imposibles, inviables, con tasas a las que nadie puede acceder y aquel que pone su dinero en un plazo fijo obtiene una buena tasa”, aseguró, ya que la renta en el sector se perdió mucho.
Para Rosana Franco, simplemente “no es rentable producir en Argentina”.
“En esta zona si se venden, son unidades chicas. Los grandes son pocos en Junín y no se venden. La situación es que comprar una hectárea de campo para producir con todos los impuestos y factores climáticos, no conviene. A cualquier inversor le conviene seguir apostando a plazos fijos y demás, antes que a la producción agropecuaria”.
Manuel Carnelli por su parte coincidió en que las operaciones de ventas se encuentran estáticas y que muchos inversores apuesten a la renta.
“Actualmente, con una tasa del 45 o 50% anual contra el campo que te da entre un 3 y un 5%, no hay punto de comparación”, puntualizó. “Cuando se trata de inversiones grandes, esa renta es muy baja. Si se trata de inversiones chicas para productores, hay que recordar que venimos de dos años difíciles, con inundaciones en la zona, una gran sequía, se dieron muchas cosas juntas”, remarcó.
Pero a su vez se mostró optimista: “Ahora la perspectiva es distinta, muy positiva. El trigo anduvo muy bien y la soja también viene bien, si no hay ningún inconveniente climático, esperemos que no lo haya, y mejoren las expectativas del productor”.

Alquileres sostenidos
Según destacó Rosana Franco, la situación de los alquileres tiene otras aristas.
“El arrendamiento más o menos se mantiene, se sigue con los inquilinos, a veces sube, a veces se bajan los montos y se tiene en cuenta la situación climática. Se ajustan un poco a la situación”, estimó.
Frederking también consideró que “los alquileres se mantienen y de hecho se buscan, no ha habido merma”.
En el mismo sentido Carnelli precisó que “no hay campos en la zona que no estén alquilados, ni hay campos abandonados y constantemente llegan pedidos y consultas. La ocupación por arrendamiento es total y se alquila”.
Según Cair, la ganadería, a pesar de presentar una caída en la valorización del stock como consecuencia de la fuerte devaluación, sigue generando interés en los productores ante buenas perspectivas en el sector externo de la actividad.
"Se observa un sostenido interés en los arrendamientos ganaderos, con una demanda que supera lo ofrecido", afirmaron.

“Poco interés” de los inversores
Con el panorama económico,  los valores de los inmuebles rurales continuaron su curva descendente, "intentando ajustarse a la rentabilidad actual del sector, hasta estabilizarse en un escalón inferior, no imaginable hace un año, lo que potencia un posible revalúo futuro de la mano de una deseada estabilidad económica y política, difícil de alcanzar en años electorales", añadieron los directivos de Cair.
Explicaron que desde la cámara han registrado, en base al aporte de la cada vez más amplia red de asociados, "que la actividad inmobiliaria rural se sigue manteniendo en niveles reducidos, con operaciones que se han concentrado mayoritariamente en un rango de montos entre 1 y 3 millones de dólares".
"A medida que se elevan éstos, las operaciones son cada vez más infrecuentes. Si bien ha habido cierta cantidad de operaciones entre 5 y 10 millones de dólares, las transacciones de mayor volumen han podido contabilizarse con los dedos de una mano", sostuvieron.
Para Cair "esto demuestra el poco interés de inversores y productores en ampliar o ingresar en el sector, en gran parte como consecuencia de la incertidumbre que genera el panorama económico".
Los precios, salvo en las zonas núcleo agrícolas donde se mantiene una cierta demanda, tienen una cierta tendencia a una mayor flexibilización en las pretensiones de los vendedores, dijeron.
Perciben un claro aumento en la cantidad de propiedades ofrecidas a la venta, en gran parte debido a la ampliación de los plazos de las gestiones comerciales, que en los casos de campos situados en zonas marginales se suelen extender por varios años como consecuencia del muy escaso interés de los inversores en estas áreas.

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