La apertura de un local comercial en el centro de la ciudad requiere de un millón de pesos para hacer frente a los gastos generales de su instalación, habilitación y provisión de mercadería.
¿APOSTAR A LA PRODUCCIÓN O A LA RENTA FINANCIERA?

Abrir un local en el centro requiere una inversión de un millón de pesos

Es lo que se necesita para hacer frente a los gastos para su instalación, habilitación, provisión de mercadería y puesta en marcha. No obstante, la ganancia que se puede alcanzar por una iniciativa como esta resulta similar a la obtenida con un plazo fijo. La carga impositiva es uno de los factores que desanima la apertura de estos emprendimientos. Además, las altas tasas de interés configuran opciones más tentadoras.

La puesta en marcha de un negocio chico o mediano en el centro de la ciudad requiere de una inversión inicial de no menos de un millón de pesos, de acuerdo al análisis hecho por este diario en casos concretos de Junín. Es que un proyecto comercial de esta índole insume distintos tipos de gastos para su habilitación, la provisión de mercadería y su puesta en marcha.
La situación resulta más compleja aun cuando se advierte que la ganancia que se puede alcanzar por una iniciativa de estas características –que hace una apuesta al trabajo, la generación de empleo y la motorización de la economía– resulta similar a la que este potencial inversor podría obtener con un plazo fijo, prácticamente sin riesgos.
Esto se explica, en gran parte, por un lado, por la carga impositiva que hay sobre la producción y la actividad comercial, y por el otro, a partir de las altas tasas de interés que se encuentran en el mercado financiero en la actualidad.

Costos iniciales
La dificultad para establecer cuál es el costo de la apertura de un local comercial radica en la gran cantidad de variables que entran en juego, ya que esto depende de qué rubro se va a desarrollar, la ubicación, la infraestructura necesaria, los costos de los insumos y del mobiliario, y el valor de la mercadería que se comercialice, entre otros ítems.
Para hacer este análisis, se tomará el ejemplo de un local chico o mediano, ubicado en la zona céntrica de la ciudad en donde, para su inauguración, se requiere de no menos de un millón de pesos de inversión.
Para su puesta en funcionamiento siempre hay que encontrar el local y acondicionarlo al gusto del inversor y las necesidades físicas del lugar, lo que insume gastos en mobiliario, estantes, mostrador, exhibidores, percheros y probadores (si se trata de un comercio de indumentaria), decoración, más el pago a los trabajadores que prestarán los servicios de carpintería, electricidad, pintura y demás.
También hay costos de habilitación, controlador fiscal, comisión y depósito para la inmobiliaria o el propietario del local, sellados, apertura de cuenta en banco, e instalación de terminales electrónicas para el pago con tarjeta de crédito o débito.
Alrededor de 350 mil pesos es una estimación razonable para los gastos que insumen todos estos puntos.
También es una valoración prudente establecer que la mercadería que se requiere para “llenar” un local requiere de una inversión de unos 700 mil pesos. Es cierto que esto también va a depender del rubro a comercializar, ya que no es lo mismo un bazar que una zapatería, ni es igual lo que se requiere para una regalería que para una joyería. Sin embargo, este monto resulta una estimación estandarizada aceptada por diferentes especialistas consultados.

Gastos por mes
Para este análisis se considera que el propietario de este eventual comercio es alguien inscripto ante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) como Responsable Inscripto, ya que se supone que anualmente va a facturar más que los $1.726.599,88 establecidos para la categoría más alta del monotributo, y que cuenta con un empleado.
En ese marco, hay que decir que los gastos que debe afrontar todos los meses incluyen distintos ítems.
Además, se toma como ejemplo un alquiler de 20 mil pesos. Es cierto que alejándose de Sáenz Peña estos precios pueden ser más bajos, pero también lo es que, en la principal calle céntrica, dependiendo de la cuadra y la amplitud del local, la renta mensual puede llegar a superar los $50 mil.
El costo de un empleado de comercio, sin antigüedad, ronda los $22 mil, más otros $11 mil de cargas sociales: contribuciones previsionales, obra social, aportes gremiales y demás.
El propietario también tiene que pagar Impuesto a las Ganancias (30% de su utilidad), Ingresos Brutos, que es del 3,5%, y el impuesto para trabajadores Autónomos, que es de $2417.
Asimismo, hay costos de tasas y servicios, en los que se incluye Conservación de la Vía Pública (CVP), Servicios Sanitarios, Seguridad e Higiene, electricidad, gas natural, telefonía fija e Internet, entre otros, que hace un total de no menos de $6000.
Otros gastos que deben ser ponderados son los de mantenimiento de una cuenta en el banco, que es no menos de $700; seguro por $1000; sistema informático de facturación por $1500; unos $3000 de honorarias del contador; y los impuestos sobre los débitos y créditos en cuentas bancarias (la Ley 25413, conocida como ley del impuesto al cheque), en la que se descuenta el tributo por las operaciones con tarjetas de débito y crédito.
Asimismo, un comercio de estas características tiene un costo de reposición de mercadería de no menos de $165 mil mensuales, teniendo en cuenta un precio de venta al público de un 80% más que el de compra.

¿Un comercio o un plazo fijo?
Una vez instalado este hipotético negocio, para el que se hizo una inversión inicial de un millón de pesos, su propietario deberá vender unos 300 mil pesos mensuales, lo que le va a reportar una ganancia anual apenas superior a los $500 mil.
En efecto, su venta anual será entonces de 3,6 millones, los gastos anualizados sumarán $3.094.882, que se reparten de la siguiente manera: Alquiler $240.000; sueldo $286.000 (se toman los doce meses y los aguinaldos); cargas sociales $143.000 (también incluye aguinaldos); Ingresos Brutos $54.000; Autónomos $29.004; tasas y servicios por $72.000; Mantenimiento de cuenta $8.400; seguro por $12.000; sistema de facturación $18.000; honorarios del contador por $36.000; y reposición de mercadería por $1.980.000.
Lo cierto es que esta cuenta da que, si un juninense abre hoy un comercio chico o mediano en el centro de la ciudad, con una inversión inicial de un millón de pesos, logrando vender $300 mil por mes, la ganancia al finalizar el año será de poco más de $505 mil. Es decir, un 50,5%. Lo que implica una utilidad de menos de $42.100 por mes.
Si ese mismo juninense, con ese mismo capital inicial, decidiera poner su millón de pesos en un plazo fijo en el Banco Nación, en un año habrá obtenido $450.061, ya que la tasa de la principal entidad bancaria pública de nuestro país para plazos fijos a un año hoy es de 45,01%.
La conclusión es que este potencial inversor, poniendo el dinero en el banco, obtendría apenas cinco mil pesos menos por mes que si la invirtiera en un proyecto productivo, y todo con solo hacer una operación bancaria, sin necesidad de apostar al trabajo ni someterse a los riesgos de la economía local y nacional.

Carga tributaria
Los especialistas en materia económica e impositiva explican que este escenario se da por la alta carga tributaria que hay que afrontar a la hora de abrir un comercio –que en el caso analizado supera el 40% de lo invertido– y esto es lo que desanima a quien tenga intenciones de iniciar un proyecto de este tipo.
Otro ejemplo de ello se ve en el mercado inmobiliario, en donde hace tiempo que los operadores advierten un desequilibrio entre la oferta y la demanda, lo que se traduce en la actualidad en una escasez de propiedades de dos y tres dormitorios, con otras comodidades como garaje y patio. Se trata de un segmento inmobiliario demandado por familias de cuatro o cinco integrantes que todavía no pueden acceder a la casa propia. Y el punto central de este tema es que hay numerosas opciones de inversión más rentables que la construcción de un inmueble para su posterior alquiler. “Si yo tengo dos millones de pesos, ¿voy a construir una casa para que me dé diez o quince mil pesos por mes?”, se pregunta un corredor inmobiliario local, que enseguida se responde a sí mismo: “Si yo pongo esos dos millones de pesos en un plazo fijo a 30 días en cualquier banco obtengo mucho más”.
El otro punto que explica esta situación es, justamente, las altas tasas de interés que ofrecen los bancos y que hacen que los inversores se vuelquen a estas opciones menos riesgosas y –si se quiere– más especulativas, pero que no aportan al trabajo y la producción.