TRABAJAR EN EL HOGAR PARA VENDER AFUERA

Mujeres emprendedoras y artesanas que ponen el hombro para ayudar en el hogar

Realizan artesanías, bijouterie, comidas, golosinas, viandas y mucho más para colaborar con la economía del hogar.

Muchas mujeres emprendedoras decidieron colaborar con la economía del hogar haciendo cosas de manera casera o artesanal, para vender en el mercado informal.
A veces se trata de salidas temporales que se hacen ante la urgencia, por la necesidad de tener más dinero en la casa, debido a los crecientes gastos que generalmente se originan en la familia.
Varias son las emprendedoras que hay en nuestra ciudad, mujeres que con o sin trabajo formal, decidieron poner el hombro para ayudar al hogar.
En diálogo con Democracia, María Rosa Casquero, de 40 años de edad, contó que se dedica a hacer viandas de comida casera, cocinada en su casa y que luego distribuye, con la colaboración de su hija.
Cuenta con distintos menús, según el requerimiento de cada cliente. Tiene viandas calóricas, light especiales para distintos planes nutricionales: vegetarianos, hipertensos, deportistas, diabéticos, light, tradicionales y laborales.
Las viandas se reparten a domicilio de lunes a viernes, al mediodía. “Hay muchos que ofrecen viandas…pero yo te ofrezco comida casera, sana, sabrosa, original, personalizada, variada, distinta. Es lo que diferencia a Viandas Saludables”, manifestó Casquero.
Desde hace dos años y medio realiza esta labor como una forma de colaborar con la economía del hogar, a la cual también aporta su marido, que es carnicero. “Yo soy discapacitada y cobro una pensión graciable pero no alcanza, así que primero empecé a hacer comidas, pastas en ese caso, que vendía a la familia, luego decidió hacer viandas solamente”, dijo.

“El peor mes”
“La situación actualmente es bastante complicada – dijo María Rosa-, para la gente y para nosotros también. Nos damos cuenta cómo está la calle y cómo viven los abuelos, a quienes no les alcanza la plata. Aquellos que comían dos viandas, eligen una vianda y media y así se van arreglando. Este fue el peor mes, es impresionante como bajó la cantidad de viandas o directamente suspenden la vianda por un mes o dos meses”
“Nosotros no hacemos delibery sino “comida de olla” para los abuelos, y distintas ensaladas para los que trabajan, todos necesitan un servicio de vianda al mediodía, sea porque trabajan o porque, como es el caso de los abuelos, no ven lo suficiente como para cocinarse”, explicó.

“Vendo en la feria”
Karina Mariel Conti realiza bijouterie, collares, pulseras, llaveros, aros de distintos materiales, entre estos, acero quirúrgico. “Compro las cadenas y los dijes y armo las cadenas, los collares, en realidad más que collares venden muchas pulseras”, explicó al ser consultada por Democracia.
Es una frecuente vendedora manualista en las ferias de artesanos que se organizan en Junín y en localidades de la región. Esta actividad, que realiza desde hace nueve años, la ayuda muchísimo en lo económico. “Esto es para mi hija y para nosotros. Mi marido Roberto me ayuda y eso es muy importante”, dijo.
Vale aclarar que Karina no es de Junín, sino de Haedo y tiene familiares en Ascensión. Vino a nuestra ciudad hace once años y hace nueve que realiza artesanías. “Primero empecé pintando cajas y como no sale mucho este producto, decidí vender bijouterie. Como a mí no me aceptaban en ninguna feria, me iba a los pueblos, a Ascensión, y ahora voy también a Tiburcio, Agustín Roca, Rafael Obligado, Colón, Teodelina y otros cuando hay fiestas populares. Así empecé, de a poquito. Me va bien y me gusta esta actividad. Sirve para salir un poco de casa, hacer nuevos amigos, además de la ayuda económica. En los pueblos, a veces no te cobran para vender en las ferias pero te piden colaboraciones para hacer sorteos, entonces es una forma de ayudar. En Junín, a la única feria que voy es a la de Marisa Abaca”, manifestó.

“Una ayuda”
Judith Verónica Llorca nació en Teodelina pero desde 1994 está radicada en Junín donde formó una familia. Desde hace dos años empezó a hacer tejidos al crochet, primero como hobby o un pasatiempo, y luego le empezaron a encargar mandalas y tejidos para bebé.
“Este año hice Huevos de Pascua, en principio para mi casa luego para quienes me encargaran. El año pasado, cuando Mauricio, mi marido quedó sin trabajo, empezamos a hacer mayor cantidad, incluso bombones, para vender en algunos negocios y nos fue muy bien”, recordó.
“Ahora el tema está medio parado, creo que es por la situación que está pasando el país. De todas formas es una ayuda, porque si bien tengo un empleo fijo, esto es un plus que nos sirve y mucho, ya que tenemos dos hijos adolescentes y gastos familiares”, manifestó.

COMENTARIOS