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Las plantas de naranjas comenzaron a teñir el barrio 9 de Julio.
PLANTAS DE NARANJAS AMARGAS, QUE ENDULZAN LAS TARDES DE FRÍO

Llega el invierno y la Plaza 9 de Julio comienza a teñirse de color anaranjado

Esto se debe a la presencia de decenas de naranjos que decoran y la dan identidad a ese barrio de Junín. Fueron introducidos por los españoles en 1568. El amargor se debe a la presencia de un compuesto orgánico llamado neohesperidina.

La aparición del fruto en las plantas de naranja ubicadas en la Plaza 9 de Julio anuncia la llegada del invierno a Junín donde ese colorido típico de esta temporada del año le da vida a las tardes frías en las que niños y grandes disfrutan con el imponente obelisco de fondo.
Se puede decir que el color anaranjado es parte de la identidad de ese barrio juninense, al igual que el olor de los tilos en la plaza de Villa Belgrano o sobre avenida San Martín. 
Lo cierto es que son naranjas amargas provenientes de un árbol diferente, el citrus aurantium. Este árbol se cultivaba en la antigüedad como planta ornamental o para utilizar sus frutos en cosmética, pero no para el consumo.
Existe un mito urbano en el barrio 9 de Julio que asegura que una de las tantas plantaciones tiene sus frutos dulces. Lo cierto es que muchas de nuestros abuelos convertían el sabor amargo en deliciosas mermeladas caseras.
El amargor se debe a la presencia de un compuesto orgánico llamado neohesperidina. Se extrae y se utiliza en la industria alimentaria como edulcorante y es entre 250 y 1800 veces más dulce que la sacarosa, con un sabor dulce más persistente, similar al regaliz.

Orígenes y utilizaciones
El naranjo amargo proviene del sur de Asia, y se extendió al Mediterráneo, Siria y Palestina por los árabes. Fueron los califas de Córdoba, durante los siglos IX y X quienes popularizaron su uso como planta ornamental, plantándolo en calles, jardines, patios y mezquitas. Es muy habitual verlo todavía en zonas de Andalucía, como el famoso Patio de los Naranjos de la Mezquita de Córdoba.
Se cultiva desde la antigüedad, como elemento decorativo por su follaje espeso y sus vivos colores, o para usos cosméticos e incluso medicinales. Posteriormente se extendió su uso como ingrediente en mermeladas y confituras, y en la elaboración de licores.
Existen registros de su existencia en México en 1568 y en Brasil en 1587. Los españoles introdujeron la naranja agria en América, cuando colonizaron Florida, en EEUU y rápidamente fue adoptada por los aborígenes locales.
La mermelada es quizás el uso culinario por excelencia de esta variedad. Se cree que se originó en la antigua Roma, en intento por conservar esta fruta cociéndola con miel. Los árabes mejoraron la receta y sustituyeron la miel por azúcar de caña.
A pesar de todo, esta mermelada se ha convertido en un alimento tradicional del desayuno británico, acompañado de unas tostadas y un buen té Earl Grey, que contiene también aceite 

En Tucumán
Desde hace años, en la ciudad de San Miguel de Tucumán, al fruto callejero que está distribuidos en 5.200 naranjos lo recoge una cooperativa de emprendedores en horas de la madrugada cuando todos duermen.
El municipio de la capital le cedió la recolección de naranjas agrias a unos emprendedores que realiza dulces artesanales con los frutos. Se estima que cada árbol produce en promedio por temporada de 70 kilos de naranjas lo que representa unas 364 toneladas de frutos por año.

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