ENFERMEDAD SILENCIOSA

Hipertensión arterial: se detecta cada vez más en adolescentes y jóvenes

La Dra. María José Pelagagge, médica Especialista en Cardiología y Master en Hipertensión (Favaloro) destacó que hoy “es mayor el número de personas que deciden realizar una consulta y por lo tanto aumenta la posibilidad de ser diagnosticados en edades más tempranas”.

Durante mucho tiempo la hipertensión arterial fue considerada una enfermedad que solo afectaba a adultos y adultos mayores quienes debían adoptar distintos cuidados y cambiar radicalmente sus hábitos para evitar los altos riesgos de un mal que no suele evidenciar síntomas.
En los últimos años, sin embargo, el rango etario de la hipertensión se amplió, al registrarse cada vez más casos de presión alta en adolescentes y jóvenes menores de 35 años.
La Dra. María José Pelagagge, médica Especialista en Cardiología y Master en Hipertensión Arterial del Instituto Universitario de la Fundación Favaloro y del Centro Medico Famyl de nuestra ciudad explicó a Democracia algunas consideraciones sobre esta enfermedad que si no es tratada puede poner en riesgo la vida del paciente.
“La prevalencia de la hipertensión arterial en personas menores de 35 años es de alrededor del 12%, según estadísticas de encuestas nacionales, con predominio en los varones, un porcentaje que claramente aumenta con la edad”, destacó la profesional. 
Contrariamente a lo que se puede interpretar sobre su impacto en los jóvenes, la Dra. Pelagagge aseguró: “No creo que sean cada vez más jóvenes que padecen Hipertensión arterial, sino que probablemente sea mayor el número de personas que deciden realizar una consulta y por lo tanto aumenta la posibilidad de ser diagnosticados en edades más tempranas”.
Existen varias condiciones que se asocian con el desarrollo de hipertensión, tal es el caso de algunas enfermedades endocrinológicas, trastornos del sueño como las apneas, enfermedades renales, el uso de anticonceptivos orales, el consumo excesivo de antiinflamatorios no esteroideos y corticoides, la obesidad, el consumo de cocaína, entre otros y por eso es muy importante, según resalta la profesional, “recabar toda esta información durante la consulta médica”.

Valores y medidas de cuidado
Según la profesional, los valores normales de presión arterial varían según se obtengan en el consultorio médico, donde el promedio de la presión arterial no debería exceder los 140-90 mmhg o si son obtenidos a través del monitoreo ambulatorio de presión arterial, también conocido como Presurometría de 24 horas, en el que los valores promedio diurnos de presión arterial son considerados normales hasta 135-85 mmhg.
“Aunque la medición de la presión arterial es considerada una práctica sencilla, hacerlo de modo correcto, en reposo y posición adecuada con tensiómetros validados y con el tamaño de brazalete de acuerdo a la circunferencia del brazo de los pacientes es fundamental para realizar un diagnóstico preciso”, enfatizó.
Sin dudas la presión alta trae aparejadas graves consecuencias para el cuerpo en el corto y largo plazo, por lo que es necesario realizar controles y evitar que se manifieste.
“Es remanida la frase que dice que la hipertensión es silenciosa, pero lamentablemente es así, por lo tanto no es aconsejable esperar a que se manifieste con algún síntoma”, indicó Pelagagge y agregó , “es  fundamental adquirir la presión arterial desde la niñez con el propósito de evitar las consecuencias de la hipertensión arterial no controlada sobre el corazón, cerebro, riñones y retina, ayudando a prevenir consecuencias tan nefastas como el accidente cerebrovascular , el infarto agudo de miocardio, la diálisis crónica, entre otras”.

Medicación y cambio de hábitos 
Según la Dra. Pelagagge, existen “múltiples fármacos y esquemas de tratamiento que se eligen de acuerdo a cada paciente y a las condiciones médicas asociadas que presenta cada uno, dependiendo de las edades, el sexo, las diferentes etapas de la vida, siempre intentando remarcar a los pacientes que por lo general se trata de un tratamiento prolongado resultando fundamental el cumplimiento de las tomas de la manera indicada por el médico”.
Según la profesional esto quiere decir “no tomar la pastilla solo si  se encuentran con los valores de presión arterial elevados, conducta que se ve muy asiduamente”.
Sin dudas, los hábitos no saludables solo refuerzan la posibilidad de aparición de la hipertensión, tal es el caso del excesivo consumo de sal, la obesidad ,el tabaquismo, el sedentarismo, el  consumo de alcohol, la escasa cantidad de  horas de recreación y descanso, “todos favorecen la presencia de hipertensión, factores que por cierto son modificables y dependen absolutamente de la voluntad de los pacientes para lograrlo y sostenerlos en el tiempo”.
Aún así, la dra. Pelagagge no se deslinda de responsabilidades: “Por supuesto también en cierta medida, depende de nosotros los médicos, remarcar la importancia de adherir a estas medidas para que los pacientes comprendan que no todo se soluciona con los fármacos y que el pronóstico de su enfermedad depende en buena parte de ellos, lograr que se involucren es fundamental para cumplir con los propósitos de un tratamiento exitoso”.

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