A medida que fue creciendo y las quintas dieron lugar a más y más viviendas permanentes, el barrio Nuestra Señora de la Merced fue avanzando en la extensión de servicios.
Este sector, ubicado “del otro lado de la Ruta 7”, adquirió en el último tiempo un gran desarrollo urbanístico, comercial e industrial, y su crecimiento redundó en más prestaciones.
Sin embargo, los lugareños tienen algunos temas que ameritan una respuesta. Entre las demandas más urgentes está el mejoramiento del alumbrado público y el incremento en la frecuencia de la recolección de residuos.
Infraestructura
Luego de la obra realizada el año pasado, el barrio –limitado por las calles Ramón Hernández, Soldado Argentino y su continuación, Miguel Lonegro, Mariano Moreno y la Ruta Nacional Nº7– fue cubierto en su totalidad con las cloacas y se alcanzó a extender la red de agua corriente en un altísimo porcentaje, ya que solamente quedó pendiente un sector de cuatro manzanas ubicado entre las calles Melcon, Roque Vázquez, Tassara y Mariano Moreno.
“Esperamos que pronto se haga este trabajo”, señala la presidenta de la sociedad de fomento, Leticia González, para luego agregar: “Hasta que se haga la obra para que les llegue la red, se les está entregando bidones de agua potable”.
En la prestación que sí se advierte un déficit es en el alumbrado público ya que el barrio todavía tiene zonas oscuras. “Pedimos a través de expedientes que se instalen más luminarias en las calles –explica González– porque, encima que tenemos pocas, cuando la empresa Eden hace un recambio se lleva los postes y tenemos cada vez menos”. En uno de esos expedientes se solicitan luminarias específicamente para la zona de la sede de la sociedad de fomento, “porque allí hay actividades” y falta iluminación. “Nos dijeron que se va a extender el alumbrado público, en algunos lugares falta el cableado y eso nos demora un poco más, pero por lo pronto van a hacer los alrededores de la sociedad de fomento”, comenta González.
Recolección de residuos
El mantenimiento y la limpieza del vecindario es otro punto que preocupa a los residentes. El camión recolector pasa los miércoles y sábados por la mañana y desde la entidad barrial se pidió que se incremente la frecuencia: “En eso venimos renegando desde hace tiempo, la recolección solamente se hace dos veces por semana y el trabajo no se hace bien, porque rompen las bolsas, se amontonan en algunos lugares y dejan mugre tirada”.
El expediente reclamando más días de recolección tiene dos años y ya les dijeron que durante 2018 no habrá cambios. “Esperamos el año próximo se tenga en cuenta esta problemática porque el barrio creció muchísimo como para tener tantos días la basura en la casa”, sentencia la presidenta de la sociedad de fomento.
Otros temas
En referencia a la circulación vehicular, la avenida Benito de Miguel es una arteria muy transitada. Los vecinos destacan que con la instalación de reductores de velocidad hubo mejoras, “aunque han sacado algunas tachas y las motos pueden pasar rápido, pero los autos y camiones sí aminoran su marcha”.
En cuanto a las arterias interiores del barrio, González explica que “en las zonas donde hay muchos galpones es imposible que duren las calles en buen estado, se rompen mucho, más aún en los días de lluvia porque algunas calles se inundan”. No obstante, aseguran que las máquinas las arreglan enseguida ante los pedidos de los fomentistas.
Por último, los juegos que estaban en la histórica plaza del barrio La Merced, ubicada en Benito de Miguel y Don Bosco, fueron trasladados al predio lindero a la sede de la sociedad de fomento.
“Estamos muy contentos por eso –señala González– porque estaba en una zona que era un poco peligrosa para los chicos por el tránsito que hay en Benito de Miguel. El espacio que quedó liberado tendrá elementos para adultos y los chicos pueden venir a este nuevo lugar”.
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