LUTHERÍA HISTÓRICA EN JUNÍN

Tocan réplicas del siglo XVII que ellos mismos fabrican

Cristian Guarinos y Hugo Sinde reviven la mística de la música con la construcción de instrumentos antiguos como la guitarra Stradivarius 1688 y una renacentista de un naufragio español hundido en La Habana en 1770.

En los últimos años, en la Argentina se ha vivido un fervor relacionado a la luthería. Muchos son los que han optado por tomar cursos y clases particulares.
En el caso de Junín, además de la construcción y de reparación de instrumentos sonoros clásicos, en “Guarinos & Sinde Luthería” ya han realizado la construcción y réplicas de guitarras antiguas del siglo XVII en adelante.
Se trata de Cristian Guarinos (profesor de filosofía y música) quien, junto a su suegro Hugo Sinde (ingeniero) desde hace más de cinco años se dedican a materializar la historia de la música, ya que las creaciones originales se encuentran en museos o colecciones privadas.
El arte es algo que perdura a través del tiempo y suele darle un tinte particular a cada época, por lo que Guarino incursionó en la luthería histórica en Buenos Aires donde estudió con el experto Sebastián Nuñez.
Si bien es oriundo de la localidad de Arribeños, hoy y con 30 años, se encuentra radicado en nuestra ciudad donde, además de dar clases en el Conservatorio Juan Pérez Cruz y en la Secundaria de la Unnoba, reflota y le da vida a la historia musical desconocida.
“Esto de los instrumentos empezó por una cuestión musical, ya que cuando uno empieza a estudiar guitarra comienza a investigar un poco la historia y los antecedentes, por lo que te vas encontrando con una movida que generalmente se desconoce, siempre en los ámbitos académicos”, explicó Guarino en diálogo con Democracia.
“Siempre había tenido la inquietud de ingresar en el mundo de la luthería, ya que esos instrumentos antiguos son muy caros para comprarlos, por lo que una salida más viable era la de aprender a construirlos”, aseguró.
“Hice un curso en Buenos Aires con un luthier argentino que vive en Holanda, Sebastián Nuñez. Luego pasó un tiempo hasta que un día con mi suegro Hugo Sinde, que es ingeniero, decidimos hacer una guitarra clásica y a partir de ahí arrancamos”, comentó.
“Después continuamos construyendo juntos y yo me volqué más a la cuestión de los instrumentos antiguos. En un principio me las quedaba, pero después no pude acumular tanto y comencé a comercializarlas a pedido”, expresó.
“Las madreas se compran en casas distribuidoras específicas. Las tapas, en su mayoría son de pino abeto alemán, de zonas frías donde el árbol crece muy lentamente por lo que las vetas de la madera son más compactas”, indicó.

Los antiguos
Entre los instrumentos históricos que ya han fabricado, se encuentra una réplica de una guitarra Stradivarius de 1668, una terzina de 1833 y una renacentista de 1770 rescatada de un naufragio que se hundió en las costas de La Habana, cuyos planos se encuentran en la Universidad de Madrid.
 “La guitarra más antigua que hice es una réplica de una Stradivarius de 1668 que generalmente se la asocia con el violín por su altísima calidad, pero este constructor también hizo muchas guitarras de las cuales hoy algunas están en museos o en colecciones privadas. La réplica que yo hago es la que está en el museo de Oxford”, agregó Guarinos.
“Hace poco terminé con una guitarra terzina porque la afinación suena una tercera más arriba que una normal, ya que está afinada en sol. Es de tamaño chico que antiguamente se usaba para tocar a dúo con una clásica, ya que como suena más aguda, se usaba para la parte del canto”, indicó.
“Es del año 1833 y tiene una ornamentación muy compleja. Fue un desafío porque además de replicar el instrumento, también hay que construir las ornamentaciones. Es de un diseñador italiano (Genaro), de una familia de Nápoles muy famosa en la construcción de guitarra”, informó.

“De una flota española hundida”
“Ahora estoy construyendo una guitarra renacentista, que tiene cuatro cuerdas doble como el charango. Tiene una historia particular y está basada en uno original que se encontró en restos de un naufragio hundido”, informó el luthier.
“Ese barco se hundió alrededor de 1770, que pertenecía a una flota española que en ese momento estaba partiendo desde La Habana con una fuerte tormenta encima, por lo que no pudo regresar a salvo a la costa”, explicó.
“Tiempo después comenzaron a aparecer los restos y hace poco encontré un informe de la Universidad de Madrid que estudió los instrumentos hallados en ese naufragio”, subrayó.

Profesor y luthier
“En la actualidad estoy dando clases de filosofía en el Conservatorio de Música donde doy una materia también relacionada con el instrumento musical. También doy clases de música en la Secundaria de la Unnoba y en el Instituto 129”, comentó el músico.
“Trabajando exclusivamente, las construcciones me llevan entre 2 y 3 meses. Yo no tomo muchos pedidos juntos porque especialmente me dedico a otra cosa, ya que doy clases y en los ratos libres construyo”, subrayó.

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