None
La sequía que hasta marzo complicó al sector, se vio momentáneamente desplazada con un comienzo de abril lluvioso que plantea nuevos interrogantes.
EN APENAS NUEVE DÍAS

Luego de un marzo seco, abril acumula ya 103,6 milímetros de precipitaciones

La medida alcanzaría en breve su media que es de 109,1 y abre un nuevo panorama para el agro aunque, según indicó el expresidente de la Sociedad Rural, Alejandro Barbieri, no modifica las pérdidas de los cultivos tras los meses de sequía. Las lluvias continuarían hasta mañana.

Los vaivenes climáticos continúan azotando a la región que luego de un fatídico marzo, arrastrando la sequía que desde el año pasado comenzó a sentirse en la región, registró 63,9 milímetros de precipitaciones totales (de una media de 133,2). La llegada de abril, que en apenas nueve días registra ya 103,6 milímetros de precipitaciones caídas, casi alcanzando su media de  109,1 plantea un nuevo panorama para el agro.
 Según Vanina Ferrero, Jefa del servicio meteorológico del Aeródromo de Junín “Desde 1942 que es la base de datos con la que contamos en la estación, marzo pasado  está dentro de los 20 más secos”.
Enero, febrero e incluso marzo se mantuvieron parejos con valores de 65,6; 69,7 y 63,9 milímetros respectivamente. Por su parte abril comenzó con muchas lluvias y promete algunos días más de agua. 
Según Eduardo Naya, responsable de Defensa Civil, “no se registraron problemas en la ciudad, solo debimos señalizar algunos sectores,  aunque cabe recordar a los vecinos que ante situaciones que lo requieran llamen al número 103 y que informen los sucesos porque desde allí se derivan las llamadas”, destacó.
“Muchas veces se tapan bocas de tormentas por las hojas, es normal en esta temporada pero hasta ahora la ciudad va drenando”, señaló.

El campo, otro panorama
Alejandro Barbieri, ex presidente de la Sociedad Rural de Junín, destacó que “estas lluvias ya no tienen mucho efecto porque  lo que es siembra ya está todo definido a esta altura. Sí es bueno para quien tiene ganadería porque beneficia las pasturas, pero los cultivos perdidos ya no se recuperan”.
Según Barbieri, las últimas precipitaciones “retrasan  la cosecha que empezó a levantarse recién en un 10 o un 20%. Demora porque incluso los días son más cortos”.
Respecto de las pérdidas que provocó la seca de los últimos meses, el miembro de la SRJ destacó que “en lo que es a nivel país se habla de un 10 y un 15% de retroceso en los rindes. Hay muchas zonas que no van a cosechar directamente, zonas muy complicadas por la seca pero hay que esperar a ver qué dejan los números finales”. 
Además explicó que “en esta zona la cosecha está recién empezando y se extiende hasta junio tranquilamente y, especialmente si se complica más con el clima. Lo ideal sería que deje levantar la cosecha pero después la siembra de trigo y demás, esta agua viene muy bien”.
 Según un relevamiento realizado por el Consorcio Regional de Experimentación Agrícola (Crea) durante la primera quincena de marzo, impactaron fuertemente las  adversidades climáticas en la producción.
Los excesos de lluvia al inicio de la campaña provocaron complicaciones en aproximadamente el 10% de empresas relacionadas a Crea, principalmente en las zonas del oeste de Buenos Aires, este de La Pampa, sur de Córdoba y Santa Fe.
Esta situación significó para dichas empresas una pérdida del área de 5,2% en maíz temprano; 7,3% en soja de primera y 3,2% en maíz tardío.
A su vez, se registró un área afectada (por anegamiento) de 13,3%; 11,3% y 8,3% para los mismos cultivos, con caídas de rendimiento estimadas en la superficie afectada de entre 10 y 12%.

"En lo que es a nivel país se habla de un 10 y un 15% de retroceso en los rindes. Hay que esperar a ver que dejan los números finales".

El impacto
A la problemática de dimensiones que significó el exceso de lluvias se le sumó un inconveniente mayor, la sequía que sobrevino a fines de la primavera. 
En este sentido, el 87% de las empresas agrícolas y el 94% de las ganaderas registraron impactos negativos.
Si bien se observó heterogeneidad entre las zonas, la encuesta mostró que la falta de agua generó pérdidas de área de 5,2% en maíz temprano; 8,6% en soja de primera; 18,4% en soja de segunda y 13,4% en maíz tardío.
Además, se registró un alto porcentaje del área afectada con estimaciones de caída de rinde importantes.
El maíz temprano presentó un 54,2% de área afectada y la proyección de caídas de rendimiento fue de 20,8% (alrededor de 11,2% de producción); la soja de primera un 58,9% de área afectada con mermas de rendimiento de 29,6% (un. 17,4% de producción); la soja de segunda un 66,8% de superficie afectada con disminución de rendimiento de 47% (31,3% de producción); y el maíz tardío un 61,3% de área afectada con caída de rendimiento de 35,4% ( 21,7% de producción).
Según las estimaciones provistas por las empresas asociadas a Crea a través de la encuesta, se registraron mermas de rendimiento esperado respecto a lo planificado al inicio de la campaña de entre 5 y 36% en maíz temprano, 4 y 41% en soja de primera, 7 y 91% en soja de segunda y 0 y 76% en maíz tardío, dependiendo de las zonas.
Es importante destacar que en ninguna zona se esperan rindes por encima de lo planificado.
En las empresas con ganadería, la sequía generó pérdidas de área de 12% en pasturas y campo natural y 14% en verdeos. A su vez, el área afectada varía entre 28 y 31% con estimaciones de disminución en la producción de forraje (en esas áreas) de entre 28 y 31% dependiendo del recurso forrajero que se analice. Esta situación repercutió sobre variables claves como la retención de vientres, en la que se registra un aumento considerable de empresas que planean disminuir la retención (16%).
En tanto las empresas tamberas registraron mermas en la producción forrajera de todos sus recursos respecto al plan: mayores caídas en cultivos de verano para silos (-16,2%) y verdeos de verano (-13,1%).
Por su parte, una actualización mensual, mostró un deterioro marcado en los indicadores asociados a resultados productivos y económicos proyectados en empresas con predominio agrícola.
Del total de grupos, sólo el 28 % proyectó resultados productivos aceptables, mientras que el resto calcula efectos regulares o malos. Asimismo, el aumento reciente de precios de granos ayuda a atenuar en parte el impacto de la sequía en agricultura.

COMENTARIOS