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Una de las consignas en la marcha del 8M fue la despenalización del aborto.
EL DEBATE QUE SE VIENE

Despenalización del aborto: opinan referentes locales de ámbitos diversos

Profesionales de la medicina, la abogacía, la sociología y la religión aportan sus diferentes miradas sobre un tema complejo y sensible. El Congreso tratará un proyecto de Ley, en una discusión que estará cruzada por las creencias, los derechos y la salud pública. Los entrevistados por este medio consideran que es “necesario” que los legisladores aborden este asunto.

De a poco, la polémica por la despenalización del aborto fue ganando más y más terreno. Tanto que unas semanas atrás el Presidente, Mauricio Macri, abrió la puerta al tratamiento del tema en el Congreso y el martes pasado ingresó a la Cámara de Diputados un proyecto para despenalizar su práctica, que cuenta con la firma de 71 legisladores de todo el arco político. La marcha del 8M dio el último marco y el debate ya está en la agenda.
En nuestra ciudad, la discusión se da de manera más incipiente, aunque hay indicios de la postura de los juninenses (ver encuesta en suplemento Domingo). En ese marco, referentes de diversos ámbitos dieron su opinión sobre el tema a Democracia.

El derecho de la mujer
El doctor Darío De Ciervo, abogado penalista de nuestro medio, recuerda que en la actualidad la legislación “tiene dos posibilidades claras de que el aborto quede impune”, que son condicionales: “Tiene que ser terapéutico, es decir, cuando hay un riesgo grave para la salud de la gestante, o cuando es producto de una violación”.
Para De Ciervo, docente de cátedra de Derecho Penal en la Unnoba, se trata de “un tema muy sensible” porque, por un lado, “hay una protección de la vida que es legítima”, pero por otro, hay un panorama que merece un tratamiento urgente, “y es la cantidad de muertes que se producen por año por los abortos clandestinos, por malas prácticas, hechos en lugares insalubres, y esta es una realidad que muchas veces oculta o disfraza una hipocresía, porque la penalización del aborto de ninguna manera disminuyó su práctica”.
Es por ello que su posición, respecto de este tema, es que está “a favor de poder apartar la criminalización de las personas más vulnerables porque, en definitiva, a todo el trastorno que le toca vivir en su situación personal, se le agrega esta estigmatización de quedar como delincuentes frente a la sociedad o frente a la ley penal, de modo que, más allá de rescatar como muy positivos los argumentos de algunas personas que están en contra del aborto, desde el punto de vista jurídico y teniendo en cuenta esta realidad, creo que se le debe dar este derecho a la mujer de poder decidir, al menos, aumentando las condiciones limitadas por las cuales hoy puede practicar un aborto sin punibilidad”.

Primero el derecho a nacer
El padre Carlos Olguín, párroco de Agustín Roca y representante legal de los colegios Padre Respuela y Dailan Kifki, sostiene que prefiere enfocar este tema desde el derecho a la vida, centrando la mirada en el que tiene el derecho a nacer, porque considera “que el derecho a nacer es el primero y fundamental de los derechos humanos”, mientras que “hoy el tema está planteado mirando más a la persona de la madre que a lo que ella está gestando.”.
Según dice, en este tema “la Iglesia tiene que hacer un paso al costado y dejar que la ciencia hable, y ésta va a decir que hay un ser nuevo, distinto del espermatozoide y del óvulo, desde que hay fecundación, que es un ser humano al que solo le falta desarrollarse”.
Es que el momento en que un ser humano empieza a ser considerado una persona con derechos resulta clave a la hora de legislar. Olguín, que también es abogado y juez del Tribunal Eclesiástico de la arquidiócesis de Mercedes Luján, sostiene que “el concepto jurídico de persona es otro, porque el derecho distingue una persona por nacer –a la que le da algunos derechos, sobre todo el derecho a la vida– y una persona nacida, que adquiere irrevocablemente todos los derechos de todo ser humano. Pero siempre se llama persona, una es por nacer y otra ya nacida”.
Estos conceptos entran en conflicto cuando se cruzan dos derechos. Uno de ellos es el de las mujeres a decidir sobre sus propios cuerpos. “Otra vez: se pone la mirada en la persona que ya nació y no en la que va a nacer –agrega Olguín–, el hijo que tiene adentro no es parte de su cuerpo, es un ser totalmente distinto, no es su apéndice que puede extirpar porque es parte de su cuerpo, en este caso es un ser humano distinto”.
Los casos de los embarazos producto de violaciones también abren interrogantes sobre estos conceptos. Para Olguín “el estado primero tiene que estar presente antes de que sucedan hechos de este tipo, y también tiene que acompañar a la mamá, posibilitando que nazca la vida”. Según su análisis, “eliminando ese bebé por nacer no se va a borrar ese hecho que pasó”. Y concluye: “Me parece que lo que se debe hacer, más allá de la prevención, es un acompañamiento a la madre para no revictimizarla con un aborto, que es una intervención sobre su cuerpo que le va a generar, incluso, otro daño más a futuro, que no va a borrar el hecho traumático y que va a eliminar un ser humano que se está gestando. Este tema es el más sensible, pero hay que complementarlo con la mirada puesta en el ser humano que se está gestando. El aborto no soluciona nada, en este caso”.

Por la educación sexual
El doctor Marcelo Lerda, secretario de Salud el municipio de General Arenales, considera que el de la despenalización del aborto “es un debate necesario”, y que “la sociedad requiere de una discusión profunda sobre un tema que es complejo”.
Lerda, quien fuera también titular de la Región Sanitaria III, está en contra de su despenalización. “Hay que hacer hincapié en la salud sexual y reproductiva. Eso es lo importante, para no tener embarazos no deseados”, afirma.
Asimismo, remarca que “también hay que pensar quién va a hacer los abortos, no se puede mandar a adolescentes de 15 o 16 años a los hospitales para que se lo hagan, porque un médico puede estar en contra de esto, ya sea por un fundamento religioso o lo que sea, y no se lo puede obligar, porque filosóficamente, en un embrión ya hay vida”.
Como acción del Estado, Lerda opina que “hay que hacer una gran campaña, a partir de la escuela primaria, de los métodos anticonceptivos, así como la educación sexual, algo que se hace en todo el mundo, inclusive en los que el aborto está legalizado. Eso es fundamental”.

Una discusión profunda
La socióloga Elisabet Belligoi demanda “una discusión profunda, con muchas miradas” sobre este tema tan sensible: “Uno puede no querer realizarse un aborto, pero estamos hablando de una legislación, que es algo distinto, y la libertad individual va a estar con cada uno. Nos debemos discusiones muy serias, esta es una obligación, porque esto abarca más aún que la religión, las ideas y las posturas, su profundidad está dada porque se lleva vida de chicas, da negocio al lucro privado, así que hay que debatirlo abarcando muchas otras aristas”.
Para Belligoi, los dilemas éticos que plantea este tema “tienen que ver con posturas extremas”. Y sostiene que en estos temas –como lo fue en su momento la discusión sobre la ley de divorcio– suelen introducirse “posturas demasiado radicales en un sentido o en el otro”. Y agrega: “Los planteos éticos tienen que ver con posiciones muy enfrentadas, cuando en realidad se trata de pensar en otras cosas. Lo ético suele estar rayano con lo religioso, con lo cultural, con los fanatismos”.
Y en cuanto a su opinión, señala: “Creo que se trata de legislar. Esto no quiere decir que se pongan en juego las libertades individuales, pero debe existir una ley que regule toda la cuestión del derecho que tiene una mujer con respecto a la maternidad. Que es más complejo que decir aborto sí o no, porque incluye también a la educación sexual y la formación en salud reproductiva”.

El bebé indefenso
El pastor Miguel Todd, referente de la Iglesia Bautista Nueva Vida, tiene una postura claramente contraria a la despenalización del aborto. “Dios es el autor de toda vida y sólo Él tiene el derecho de dar o tomar una vida”, resume.
Desde su óptica, “la vida comienza con la concepción, que es donde empieza el proceso natural de la formación de un ser humano, el embrión tiene su propio ADN, su factor sanguíneo, y si simplemente se tratara de un núcleo de células, hay que pensar que, si esas células estuvieran en Marte, en lugar de un vientre, dirían que hay vida en ese planeta”.
Para Todd, en esta controversia “se deberían considerar los derechos del bebé” porque, según su análisis, “se habla mucho de los derechos de cada uno, pero nadie lo hace sobre los que tiene el indefenso, que en este caso es el bebé dentro del vientre de su madre”.
Finalmente, en referencia a los embarazos producto de violaciones, puntualiza: “Es trágico y ojalá no le pasara nunca a nadie. Son eventos trágicos y la vida no está exenta de ellos. Que alguien entre a mi casa y mate a un familiar lo es, como también lo es si un conductor borracho atropella y mata a una persona, estas cosas pasan, pero el bebé es inocente y no tiene que sufrir la culpa por esa violación. Se podría dar el bebé en adopción si uno no pudiera sobrellevar la situación. Y también se debería dar el apoyo psicológico y emocional para superar esos eventos trágicos”.

Presencia del Estado
Días pasados, el médico cirujano Eduardo Sabus vio un grupo de chicas pintando un mural en defensa de la despenalización del aborto, se puso a conversar con las grafiteras y una de ellas le contó que, ante la imposibilidad de realizarse un aborto por lo avanzado de su embarazo, alguien le ofreció comprarle el niño que estaba por nacer, pero finalmente ella resolvió continuar con su embarazo y tenerlo.
Eso lo motivó a pensar el tema y, en ese contexto, cree que podría haber una postura intermedia “que salga de las posiciones maniqueas de abortar o no”. Ante las estadísticas que marcan la cantidad de muertes o problemas de salud que generan los abortos clandestinos, principalmente en las clases bajas, la solución no sería la despenalización del aborto, según Sabus: “Propongo que haya un mayor compromiso del Estado y de la Iglesia para que se hagan cargo de esta problemática y de estas mujeres que necesitan abortar por diversas situaciones. Para esto, se debería aumentar la prevención, la educación sexual, la planificación familiar y el apoyo y contención a las adolescentes. Pero también acompañando a las chicas embarazadas que quieren abortar, sosteniéndolas, para que una vez que den a luz elijan qué quieren hacer, si lo quiere tener o darlo en adopción. Para eso se debería tener un listado de padres responsables, para recibirlos”.
La propuesta no termina allí. Sabus considera que el Estado debería otorgarle un subsidio a la madre mientras dure su embarazo, a la manera de la Asignación Universal por Hijo, hasta que diera a luz y decidiera si lo cría o lo da en adopción.

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