CRIMEN Y CONMOCIÓN

"Varela siempre miraba a los chicos", dijo el padrastro

Los vecinos aseguran que el detenido solía hacerles señas a las nenas para que fueran con él. "Es difícil imaginar que teníamos un asesino enfrente", sostuvo Guillermo.

Carlos Varela, el único acusado por el asesinato de Camila Borda en Junín, estaba escuchando música cuando los vecinos empezaron a golpear la puerta de la casa en la que vivía y trabajaba como parquero. 
Nunca les abrió, pero ellos lograron entrar igual y descubrieron el cuerpo de la nena de 11 años. La sospecha que los llevó a ese lugar no era infundada. "Siempre miraba a los chicos y los llamaba", contaron los vecinos.
“Soy papá del corazón desde que tenía 2 años. La emoción y bronca que siente uno es inexplicable”, expresó con dolor Guillermo. Y continuó: “La dueña de la casa tenía adentro a un asesino, pero nunca hubo una sospecha”.
“Hablé un par de veces con el hombre y hasta lo ayudé a curar un perro, en esa oportunidad se acercó a la vereda de mi casa y me dijo ‘muchas gracias’. Parecía una persona normal”, advirtió.
"La mamá de Camila está destrozada", afirmó Guillermo, el padrastro de la chica asesinada en horas de la mañana de ayer. "Es difícil imaginar que teníamos un asesino enfrente", sostuvo el hombre.
“Camila no tenía confianza con nadie y era una chica que la podías llamar y no se acercaba”, confirmó.
Cuando la Policía lo detuvo, Varela tenía el cuerpo ensangrentado y con lastimaduras. En ningún momento habló. Ni para confesar el crimen ni para defenderse.
"El dueño de la quinta no apareció", cuestionó el padrastro en relación a la persona que lo contrató para cuidar la casa. Varela vivía solo en ese lugar desde hacía varios meses. No se relacionaba con sus vecinos pero, en cambio, tenía tres perfiles en la red social Facebook.
Después de su detención, los investigadores secuestraron una computadora y un teléfono celular que usaba el detenido, que ya están siendo peritados para sumar evidencias del crimen y conocer si existieron más víctimas. "Camila era dulce y cariñosa, no era una chica rebelde", expresó su padrastro y agregó: "Confiamos en la Justicia".