En febrero de 2016 comenzaron las obras de lo que sería la nueva escuela de la Unnoba, en el predio donde había funcionado años atrás el Hogar Obrero.
La estructura cuenta con 4.700 metros cuadrados, respetándose aspectos arquitectónicos del lugar y poniéndose en valor diferentes áreas del mismo.
Martín Chacón, director de Infraestructura, explicó que “la primera etapa arrancó con la torre que se encuentra en el predio, declarada como Patrimonio Histórico, por lo que se trabajó en la puesta en valor de esa infraestructura”.
A su vez especificó que el desarrollo del proyecto y su construcción se basó en los lineamientos educativos que persigue la Universidad.
Vestuarios, SUM, polideportivo, comedor y sitios de recreación, además de aulas, bibliotecas y sectores administrativos, son los espacios con los que cuenta el moderno edificio de tipo sustentable que se amolda a las necesidades educativas, pero también al medio ambiente.
“Toda la obra estuvo signada a respetar y generar espacios seguros y accesibles entendiendo que tenemos que darle oportunidad y derecho a la educación a todas las personas por igual”, subrayó Chacón
A su vez destacó que la construcción del edificio también siguió un lineamientos de ahorro energético en búsqueda de la sustentabilidad que la universidad intenta tener en todos sus edificios.
Edificio histórico.
En una entrevista en Unnoba Radio, Chacón brindó más detalles de la obra que se inició hace dos años.
“Comenzamos con una etapa de demolición de un sector que era de galpones, panadería y demás, pero no de la torre que era el único edificio declarado patrimonio. Se realizó por ende la puesta en valor de la torre y la primera edificación que se construyó fue el sector de vestuarios de lo que es el polideportivo, luego la puesta en valor de la torre, más la construcción de todo el edificio principal”.
Edificio que cuenta con dos plantas de aulas y una planta baja dedicada al sector administrativo, de laboratorios, comedor y patio de invierno.
“Fue una tarea nada sencilla por ser un edificio de casi 5000 metros cuadrados”, resumió Chacón.
Por ser un edificio patrimonial, el trabajo mayor fue mantener su fachada, respetando la norma, pero al mismo tiempo adecuarlo a las nuevas funciones que requerirá.
“Desde lo que era cuando comenzamos a ver hoy como quedó y cómo se adapta, cómo la gente empezó a trabajar, los espacios que se ven bien aprovechados, la luz. Realmente estamos muy conformes”, concluyó.
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