UNA TRADICIÓN QUE LLEGÓ DESDE EUROPA Y ESTADOS UNIDOS

El boom de los bares de cerveza artesanal ya se hace sentir en Junín

Es una de las industrias con mayor proyección nacional y que representa un nuevo atractivo en la Ciudad, con la creación de nueve cervecerías donde se puede disfrutar, además, de una buena oferta gastronómica entre amigos, familiares o en pareja.

Cada vez son más los junienses, jóvenes y no tanto, que se animan a elaborar artesanalmente esta bebida ya sea para consumo propio o bien para comercializar en las crecientes cervecerías. 
La fórmula “mágica” malta, agua, levadura y lúpulo está haciendo estragos en la Región y se perfecciona día a día en sabores y aromas a pedido del público que cada vez se pone más exigente y conocedor del tema.
Hoy en día, Junín posee una amplia variedad de propuestas a la hora de querer disfrutar una rica cerveza acompañada por una gastronomía diferente a la que se acostumbra a pedir con un vino, entre sándwiches y papas rústicas con condimentos, una costumbre que llegó para quedarse desde Europa y Estados Unidos.
Cabe destacar que las primeras producciones de cerveza artesanal en Argentina comenzaron en el sur, como Bariloche reconocida por Berlina y en Mar del Plata famosa por Antares, donde empezaron a comercializar las fabricaciones propias.
En Junín se encuentran La Birrería, Duggan, Malabar, Darwin, Pitra, Freedom, Tramer, Vovó y Growler.

“Armar una fábrica”
En diálogo con Democracia, desde la cervecería Malabares, Federico Villafañe dijo: “Vengo de vivir cinco años en El Bolsón. Cuando me juntaba a cenar con mis amigos cada uno sacaba su cerveza elaborada artesanal además de lo que se cocinaba y era algo espectacular. En el sur cada uno tiene su olla particular, cuchara para revolver el mosto y su kit cervecero”. 
“A partir de ahí me compré dos o tres cositas, tachos que usaba de fermentadores y un sistema de mangueras, por lo que arranqué de una manera muy casera y me fui interiorizando cada vez más. Después pasé a trabajar en un camping y hostel donde les elaboraba la cerveza y arrancó una pasión que hoy la utilizo como trabajo”, expresó. 
De regreso en Junín, “el proyecto inicial era armar una fábrica de cerveza, Malabares ubicada en General Paz 366. Si bien al principio la idea era producir, después nos dimos cuenta de que la casa daba para abrir un ‘bar fábrica’”, aclaró el cervecero. Y agregó: “Salimos a buscar a los mejores fabricantes de equipos y nos encontramos con FG Ingeniería que son quienes trabajan con Antares”.
“Trabajo con un socio, Federico Francisquelo con quien cocinamos la cerveza y la vendemos a particulares porque en las próximas semanas la vamos a empezar a comercializar en el local Malabares”, explicó. 
“Elaboramos negras, rojas (Iris) y dentro del mundo de las rubias fabricamos la Pampeana Dorada, Golden e Ipa. Es cerveza artesanal todo aquello que tenga agua, levadura, lúpulo y malta, pero después yo voy haciendo variaciones propias”, dijo.
“Con el equipo antiguo hacíamos 90 litros por semana, y ahora cuando arranquemos con el nuevo vamos a tener para cocinar 1 mil litros entre 8 y 10 horas. La próxima tirada vamos hacer una especial para Malabar y vamos hacer una celebración”, concluyó. 

“Nos viene sorprendiendo”
Desde Darwin, Jorge Ossola explicó: “Arrancamos con un par de amigos con la idea de producir y empezamos a visitar fábricas en Buenos Aires. Como fabricar requería tiempo completo, nos orientamos al lado de la venta y distribución. Ahí fue que junto con dos amigos más, que son los dueños de una distribuidora, agarramos para manejar Darwin y de ahí salimos a explorar todo el mundo de la cerveza artesanal”.
“Nos viene sorprendiendo, ya que la idea era tener una opción más con la cerveza para la gente.  Veíamos que funcionaba bien en Buenos Aires y La Plata, pero no pensábamos que íbamos a tener esta respuesta en Junín”, exclamó.
“Se está viviendo el boom de la cerveza artesanal. Y así como hace 15 años se empezaron a buscar nuevos aromas y estilos en el vino, hoy se ve en la birra, ya que se buscan diferentes cosas que se puedan seguir incorporando”, remarcó.
“Hoy el público está buscando nuevos sabores y aromas. Estamos vendiendo unos 3.500 litros mensuales teniendo la competencia de seis cervecerías más y el consumo no ha bajado. Además, se podría decir que últimamente la gastronomía apuntó a una comida o menú medio rápido, pero con una buena elaboración”, aseguró. 
“Lo importante es que volvió la costumbre de tomar una cervecita y comer unas buenas papas con diferentes ingredientes. Hoy tenés gente a la tarde que va de paso: toma algo, come unas papas y continúa su camino”, subrayó. 

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